PNV: La advertencia de dar «un nuevo toque de atención» a Sánchez ha llevado a cerrar el acuerdo sobre TAV

El responsable institucional del PNV, Koldo Mediavilla, ha reconocido «la desconfianza» que impera en las relaciones de los jeltzales con el Gobierno de Pedro Sánchez, que incluso les ha ocultado sus «maniobras en la oscuridad» con EH Bildu, y ha afirmado que la advertencia de dar «un nuevo toque de atención» al presidente del Ejecutivo del Estado, ha llevado a cerrar el acuerdo de encomienda de gestión para que las instituciones de Euskadi ejecuten los accesos soterrados del TAV a Bilbao y Vitoria.

Tras admitir que la formación de Arnaldo Otegi «ha jugado bien sus bazas» en Madrid, con un «blanqueamiento» de su imagen, ha recordado el acuerdo presupuestario alcanzado en Euskadi entre el Gobierno del PNV y PSE-EE con EH Bildu, para avisar de que nadie se llame «a engaño» porque que este «no es un viaje a la centralidad» de EH Bildu, sino «un nuevo cálculo». En todo caso, da la «bienvenida» a este paso y espera que no sea «un espejismo» que esta formación haya empezado a «pensar en el país, en lugar de en sí misma».

En un artículo colgado en su blog, Mediavilla ha recordado que el Ejecutivo de Pedro Sánchez necesita de apoyos puntuales que le permitan superar la línea de los 175 parlamentarios en el Congreso y le valide unas cuentas que le dirijan «por el camino de la estabilidad hacia el final de la legislatura».

En este sentido, ha recordado que vascos y catalanes han sido, hasta el momento, los «parnets fundamentales» del Ejecutivo de coalición de cara a consensuar sus principales proyectos legislativos, aunque ha recordado que es «una acción colaborativa que ha flaqueado en ocasiones por la falta de cumplimiento de los compromisos adquiridos o por la ausencia de dialogo a la hora de pactar cada propuesta, que en la mayoría de los casos surgen unilateralmente desde la Moncloa y sin conocimiento de sus pretendidos socios».

«Se trata de un comportamiento un tanto desconsiderado, que ha motivado que cuestiones pactadas hayan tenido que volver a ser negociadas varias veces y su ejecución exigida bajo la presión de la ruptura del apoyo», ha destacado.

Según ha indicado, este «grado de desconfianza, siempre latente, ha hecho que los nacionalistas vascos se mantengan en posición de alerta ante la mínima informalidad en la plasmación de lo pactado». «De ahí, en esta coyuntura, su decisión de trasladar al Senado la negociación inconclusa de los Presupuestos y la repetida cita castiza de Aitor Esteban de que ‘hasta el rabo, todo es toro’, en relación a no dar por cerradas las conversaciones con la dirección socialista», ha apuntado.

Además, ha reprochado que el equipo de Pedro Sánchez, «pese a su declarada intención de señalar al PNV como socio preferente», haya preferido «guardarse las espaldas sumando en su balanza los apoyos de EH Bildu, aún a riesgo de ‘molestar’ aún más a los nacionalistas a los que han ocultado sus maniobras en la oscuridad». «¿Sumar cinco votos a riesgo de perder seis?», se ha preguntado en alusión a los apoyos que aporta la coalición abertzale, uno menos que los jeltzales.

En todo caso, ha explicado que el PNV «no se ha planteado en ningún momento dejar caer al Gobierno presidido por Sánchez, fundamentalmente porque su alternativa sería infinitamente peor para Euskadi».

«Ahora bien, la falta de seriedad y de respeto que en ocasiones han observado por parte de los actores gubernamentales no hizo descartar que el PNV diera a Sánchez un toque de atención. Esa advertencia es la que ha provocado el último cierre de filas y la conclusión satisfactoria de la última gestión pendiente de conveniar, la llegada del TAV a Bilbao y Gasteiz», ha remarcado.

El dirigente jeltzale cree que la izquierda independentista «ha jugado bien sus bazas» en Madrid, «poniendo en valor sus cinco escaños y blanqueando su imagen con un pacto de enmiendas que parecieran sacadas de las estanterías jeltzales, lo que supone una valiosa aportación para Euskadi».

Asimismo, ha manifestado que EH Bildu, «primer partido del espectro parlamentario en manifestar –por boca del propio Otegi– su apoyo al Presupuesto de Sánchez, ha hecho olvidar la vinculación que sus dirigentes habían hecho de las cuentas con los ‘doscientos presos’ o la rotunda afirmación del pasado año en la que Arkaitz Rodríguez significaba que ‘Nos vamos a Madrid a tumbar definitivamente el régimen'».

De esta forma, ha dicho que, «en la capital del Estado», al que EH Bildu siempre ha calificado de «opresor», ahora «pavonea su nuevo perfil de fuerza aliada de las izquierdas gobernantes en un intento cosmético de lifting posibilista».

En esta misma operación, según Mediavilla, por segundo año consecutivo, se enmarca el apoyo «casi gratuito» de esta formación al Gobierno de Chivite en Navarra. En su opinión, es «una operación de marketing, también apadrinada por destacados cargos socialistas que pretende situar al partido de Adolfo Araiz y Bakartxo Ruiz como alternativa electoral a la alianza que hoy mantiene Geroa Bai con el PSN», ha asegurado, para considerar que son «táctica y maniobras orquestales».

PRESUPUESTOS VASCOS

El responsable institucional del PNV cree que «lo verdaderamente novedoso en el actual panorama ha sido el acuerdo alcanzado entre EH Bildu y el Gobierno vasco de PNV y PSE en materia de cuentas públicas». «Los herederos de Batasuna han roto con la oposición contumaz mantenida en el Parlamento Vasco como alternativa referente al nacionalismo gobernante», asevera.

Todo ello porque, para el representante jeltzale, «la firmeza está muy bien para los propios parroquianos, pero nada aporta a los votantes sociológicos». En este sentido, ha dicho que esta vez «la dirección política de la izquierda independentista se ha comido sus ganas de golpear al PNV, y ha abandonado el combate ideológico para favorecer los proyectos y los programas, arbitrando una opción colaborativa en las cuentas autonómicas».

«Su abstención a los presupuestos vascos -con aportaciones pactadas por valor de 253 millones de euros- es una buena noticia para el país y, probablemente, la mejor opción llevada a cabo por un partido que, hasta ahora, había sido incapaz de utilizar en positivo la influencia de sus 21 parlamentarios», ha recordado.

Por ello, ha apuntado que es «una buena noticia en tiempos que necesitan márgenes de confianza y de esperanza, no puntos de fricción y controversia». No obstante, ha advertido de que no hay que llamarse «a engaños», porque el actual acuerdo presupuestario «no es ni un viaje a la centralidad de EH Bildu ni el exponente, en palabras de Otegi, de su política de ‘poliamor'».

Koldo Mediavilla ha explicado que, en todo caso, si alguien lo practicara, sería el Lehendakari, Iñigo Urkullu, que, «con el actual convenio con EH Bildu cierra el abanico de alianzas posibles», y ha llegado a acuerdoa ya con todo el espectro político (PSE, PP, Elkarrekin Podemos y ahora la izquierda abertzale).

«El acuerdo que hoy reconocemos solo se ha suscrito en el ámbito de la Comunidad Autónoma. Un nuevo cálculo al que damos la bienvenida por hacer despejar de un plumazo los fantasmas y mitos de antaño, que argumentaban que el consenso con los nacionalistas era imposible por cuestiones ideológicas o contradicciones de modelo económico. Hoy se ha demostrado que, si se quiere, se puede y, hasta ahora, EH Bildu no ha querido», ha puesto de manifiesto.

Por ello, espera que «esta novedad presupuestaria signifique que la izquierda abertzale ha empezado a pensar en el país, en lugar de pensar en sí misma». «Ojalá este hito será real y no un simple espejismo», ha enfatizado.