La Fiscalía mantiene su petición de 10 años de cárcel para un acusado de abuso sexual a su prima

La sección cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra ha dejado visto para sentencia este martes día 30 de noviembre un juicio contra un hombre acusado de haber abusado sexualmente, de forma continuada durante años, de su prima, cuándo ésta tenía entre 7 y 12 años de edad.

La Fiscalía ha dado «total credibilidad» al relato de la mujer y ha mantenido su petición inicial de condena , por lo que reclama que se le imponga al acusado una pena de 10 años de prisión.

En su informe, el Ministerio Fiscal ha señalado que, una vez concluida la vista oral, encuentra «muy sincera» la declaración de la denunciante. «No dudo de la realidad de los hechos denunciados» y ha destacado la fiscal respecto a la «verosimilitud» del testimonio de esta mujer en la que «no se encuentra un móvil espurio» y su relato de lo ocurrido ve como «uniforme, constante y persistente en el tiempo».

La declaración de la denunciante se produjo a puerta cerrada y protegida detrás de un biombo. Según ha referido la Fiscalía, esta chica contó que, cuando era menor de edad, se turnaba con su hermana para dormir en casa de su tía abuela, ya que su hijo (el acusado) se había ido por motivos laborales y ella se quedaba sola.

Cuando el procesado regresó, las menores siguieron yendo a pernoctar a casa de su familiar y, en una fecha no determinada de 2001, cuando la víctima tenía 7 años de edad, comenzaron los abusos. La Fiscalía señala que el acusado (que entonces tenía 39 años) con la excusa de jugar a las cartas con la niña, le mandaba cerrar la puerta de la habitación para quedarse a solas con ella.

Inicialmente, el hombre se limitaba a mostrarle su pene y a masturbarse delante de ella, pero los hechos se fueron agravando con el tiempo.

La víctima ha explicado que los abusos fueron continuados hasta 2007, cuando la tía abuela sorprendió un día a la niña, que ya tenía 12 años, con el acusado, teniendo ella los pantalones y la ropa interior bajada. Desde ese momento, la víctima tomó conciencia de la situación y comenzó a evitar al acusado.

El acusado se ha declarado inocente y ha negado los hechos que le llevaron a sentarse en el banquillo de la Audiencia de Pontevedra.

CUADRO DE ANSIEDAD

La psicóloga clínica y las psiquiatras del Instituto de Medicina Legal de Galicia (IMELGA) explicaron al tribunal que años después, en marzo de 2017, la víctima, ya una mujer adulta, inició un cuadro clínico ansioso con importante repercusión funcional tras evocación de recuerdo traumático en forma de crisis de ansiedad, nerviosismo, psicosomatización, irritabilidad, bajo estado anímico, dificultad de concentración, hiperalerta, ideas pasivas de muerte y autolesiones, incremento de consumo de alcohol y abuso de ansiolíticos y conductas de evitación.

Todo ello compatible con un cuadro de «estrés postraumático de inicio retardado». De hecho, la joven, que presentó denuncia por los abusos en 2019, tuvo que someterse a tratamiento médico y psicoterapéutico, aunque persisten las secuelas.

PETICIÓN DE LIBRE ABSOLUCIÓN

El abogado de la defensa ha tratado de desvirtuar los informes de la psicóloga y las psiquiatras forenses por su «falta de objetividad» y ha asegurado que la denunciante «fabula para conseguir sus objetivos», ya que las familias mantenían una mala relación derivada de «problemas económicos y envidias». Por todo ello ha pedido la libre absolución de su cliente.

Tanto la Fiscalía como la acusación particular consideran al acusado autor de un delito continuado de abuso sexual sobre menor de 13 años, aprovechando su situación de superioridad y con introducción de miembros corporales por vía vaginal. Así, piden que sea condenado a 10 años de cárcel, y que se le imponga la prohibición de acercarse o comunicarse con la víctima durante 12 años. También reclama que indemnice a la chica en 20.000 euros por las lesiones psíquicas consecuencia de los abusos.