La carrera virtual ‘Ni un niño sin familia’, organizada por la Asociación Estatal de Acogimiento Familiar para concienciar a la sociedad española sobre la situación de 17.000 niños que crecen en centros tutelados y no en un hogar, ha conseguido sumar más de 18.000 kilómetros.
El reto era alcanzar los 17.000 kilómetros, uno por cada niño que crece en centros residenciales en España. «Han sido más de 18.000 kilómetros, mil más de los previstos, uno por cada niño que podría vivir con unos padres, con unos hermanos de acogida, porque el ser humano necesita una familia para crecer integralmente», ha subrayado la presidenta de ASEAF, María Arauz de Robles.
Los participantes en esta carrera virtual, que comenzó el 19 de noviembre y finalizó el pasado sábado, han sumado kilómetros corriendo, caminando o desplazándose en patinete. Además, todos ellos llevaban un dorsal con el nombre de uno de los menores tutelados –Diego, Nora, Adrián, Raquel o Mohamed, entre otros muchos–, y el número de días que llevan esperando una familia que les acoja.
Muchos de los corredores han dejado mensajes para los niños junto a las fotos y vídeos recibidos: «Acoger es lo mejor que he hecho en mi vida», «participo por Naima», «soy hijo de acogida y quiero que haya más chicos en familia» o «necesitan vivir con el abrazo de un hogar».
Además, en la carrera, que ha sido amadrinada por la periodista Susanna Griso, también han participado otros rostros conocidos como Joaquín Sánchez, Carlos Herrera, Martin Fiz, Ángel Expósito, Manu Sánchez o Nieves Herrero.
Arauz de Robles ha señalado que hay que dar voz a la acogida porque es el tipo de familia más desconocida en España, un país que «es de los más generosos del mundo, pero cuyos ciudadanos no saben que cerca de ellos hay menores que necesitan criarse en un hogar». «Solo quieren que alguien esté loco por ellos y se lo demuestre», ha subrayado.
ASEAF recuerda que el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas, en su último informe (2018), manifiesta su preocupación por el gran número de niños en atención residencial y recomienda a las autoridades españolas «agilizar el proceso para que crezcan en familias de acogida y se garantice la atención en centros como medida de último recurso».