¿Quién no ha delirado alguna vez por unas cremosas y crujientes croquetas? Este plato de aprovechamiento por excelencia, es uno de los más socorridos cuando de aprovechar al máximo las sobras se trata. Por lo general una salsa bechamel, un relleno, un poco de pan rallado y aceite abundante para freír son los ingredientes necesarios para un exquisito resultado.
Ahora bien, no siempre se puede hacer una bechamel. Es posible que no tengas los ingredientes o que no desees o puedas consumirla. En estos casos, siempre hay una opción para todo, y la que hoy te voy a proponer, te gustara tanto o más que las de sabor tradicional.
[nextpage]
Las croquetas: el plato simbólico de las recetas de aprovechamiento
Las croquetas son perfectas para aprovechar unos restos de guisado o asado que te hayan quedado y con una bechamel basta para darle el máximo sabor.
Estas bolitas fritas se sirven en todo el mundo y admite como relleno los más variados ingredientes, sean de aprovechamiento o no. Este plato como muchos otros, fue muy amado en las épocas en las que la situación económica familiar no admitía desechar absolutamente nada. Y aunque hoy por hoy esa situación ha cambiado, las croquetas siguen siendo reinas en el menú de cualquier hogar.
[/nextpage][nextpage]
El sabor de unas buenas croquetas sin la tradicional bechamel
La versatilidad de las croquetas ha permitido mantenerlas alejadas de la mirada de los más puritanos de las recetas tradicionales. Al admitir básicamente cualquier ingrediente, no hay reglas o normas que romper.
Por esta razón, no existe alguien que pueda negar el rico sabor de las que vas a preparar con esta receta; que de paso, vale la pena decirlo, tendrán una textura interior y un sabor difícil de olvidar. Otra de sus bondades es que las harás más rápido, así que sin más preámbulo, veamos de qué se tratan.
[/nextpage][nextpage]
Así se hacen las croquetas sin bechamel
Para hacer estas croquetas, el procedimiento es muy parecido al de hacer unas tradicionales. La preparación de una masa base, el complemento de un relleno, el posterior rebozado y la fritura, se encuentran inmersos en todo el trabajo.
En este caso, la bechamel será sustituida por un puré de patatas, el cual con su suavidad y cremosidad, será el reemplazo perfecto para dar en el punto de consistencia y sabor. A este puré se añade el relleno que prefieras, en este caso te presentaré como hacerlas con pollo; sin embargo, como bien sabes, su versatilidad, da para todo.
[/nextpage][nextpage]
Ingredientes que necesitarás
Los ingredientes que necesitas para hacer estas divinas croquetas, son sencillos, pero deliciosos. Y tal como te he dicho, en cuanto al sabor del relleno, puedes ser tan creativo como quieras.
Ingredientes que necesitas: 300 gramos de pollo cocido, puedes aprovechar los restos de un exquisito pollo asado como el que prepara Jordi Cruz, 300 gramos de patatas cocidas, media cebolleta, 60 gramos de queso rallado, perejil fresco, 2 huevos enteros, sal y pimienta, pan rallado, harina para rebozar y si deseas dar un toque más de sabor, 75 gramos de jamón serrano picado en cuadritos pequeños.
[/nextpage][nextpage]
Comienza por cocinar las patatas
Lo primero que debes hacer es cocinar las patatas, estas serán el reemplazo para la bechamel, así que cocinarlas y dejarlas tiernas, debe ser el paso uno.
Sumerge las patatas con su piel en una olla con agua hirviendo, y mantenlas por unos 25 a 30 minutos en cocción. El tiempo dependerá del tamaño de las patatas. Conoce todos los trucos para cocinar las patatas con total éxito.
[/nextpage][nextpage]
Prepara un sofrito sencillo
Mientras las patatas se están cocinando para hacer el puré, ve preparando un sofrito sencillo.
Coloca al fuego una sartén y vierte un chorro de aceite de oliva virgen extra; cuando esté caliente, añade la cebolla picada finamente y deja que se vaya pochando lentamente. Si deseas puedes incorporar ajo, o pimiento rojo finamente picado. Todo dependerá del sabor del pollo que tengas pensado añadir.
[/nextpage][nextpage]
Añade el pollo al sofrito para completar el relleno de las croquetas
Cuando esté perfectamente pochada, añade el pollo troceado en pedazos pequeños o desmenuzado. Cocina por unos minutos para que se integren los sabores.
Espolvorea sal, pimienta negra y si decidiste añadir los taquitos de jamón serranos, intégralos también para que se mezclen perfectamente todos los aromas y sabores.
[/nextpage][nextpage]
Prepara el puré
Al hacer la masa con patatas en lugar de bechamel, será necesario que una vez listo el tubérculo, lo pases a un bol y lo tritures muy bien eliminando cualquier trocito de patata que quede entero.
Según sea el sabor del pollo, puedes añadir más sal y pimienta a las patatas para darle más gusto. También, si lo deseas, añade unas hierbas frescas o secas.
[/nextpage][nextpage]
Prepara la masa de las croquetas
Una vez que tengas trituradas las patatas, añade el pollo sofrito junto a las cebollas y el jamón al bol.
Incorpora muy bien todos los ingredientes y añade también el queso rallado, el perejil finamente picado y un huevo batido. Mezcla todos los ingredientes y rectifica la sal. El resultado debe ser una masa compacta que debes meter a la nevera tal como lo haces con la masa de croquetas preparada con bechamel, solo que en este caso, con tan solo 30 minutos bastará.
[/nextpage][nextpage]
Dale forma a las croquetas y a freír
Pasados los 30 minutos de reposo dentro de la nevera, dale forma a tus croquetas sin bechamel y pásalas por harina, huevo batido y pan rallado.
En una sartén caliente y con una cantidad generosa de aceite ve friendo las croquetas tal como lo haces normalmente, siguiendo los consejos sobre cómo y cuando freírlas para que no se rompan. Retíralas cuando estén doradas y llévalas a escurrir sobre papel absorbente. Sírvelas bien calientes para disfrutar al máximo de su rico sabor y textura crujiente.
Acompáñalas con una salsa de mostaza superior al estilo de Martín Berasategui y disfrútalas al máximo.
[/nextpage]
