Un término que no muchas personas conocen, el fideicomiso es una institución sucesoria la cual le permite a una persona, que vendría siendo el testador, poder encargarle a una persona la administración o conservación de bienes, propiedades o determinados objetos, para así entregárselos a la persona que escoja y le indique en un momento dado.
Hay algo que se llama sustitución fideicomisaria, la cual le brinda al testador la oportunidad de escoger a un heredero directo y otro heredero indirecto, estos dos pasarán a poseer los bienes en la sucesión de la herencia.
¿Cómo es el proceso de un fideicomiso?
Gracias al proceso del fideicomiso, el testador, como actos de últimas voluntades, puede entregarle a una persona toda su herencia y posesiones para que las conserve por cierto tiempo, y luego de que el tiempo indicado haya transcurrido, este proceda a entregárselo a una tercera persona, la cual fue escogida por el testador, esto pasará luego del fallecimiento de este.
Lo diremos de una manera mucho más fácil, el fideicomiso no es más que una figura de control de herencia, donde el heredero directo, que se le llama fiduciario logra obtener el patrimonio en nombre del indirecto, al cual se le conoce como fideicomisario, cuando llegue la muerte de este.
La persona encargada de entregar la herencia cuando llegue el momento, puede custodiar y administrar el patrimonio que se deberá entregar al segundo heredero cuando llegue el momento fijado para su entrega.
Debido a esto, se suele emplear para poder proteger la masa hereditaria, una vez que se recurre a este, el testador se encarga y asegura de que todos sus bienes van a ser bien custodiados y administrados por una persona de confianza que él mismo escogió antes de que pase a la persona designada por él.
¿Quiénes intervienen en un fideicomiso?
Como dijimos anteriormente, el fideicomiso es una herramienta de sustitución hereditaria, a la cual se le designa como sustitución fideicomisaria, donde se encargan de intervenir tres personas, que son el causante o fideicomitente, el heredero fiduciario y el heredero fideicomisario. Ahora procederemos a hablarte un poco más de cada uno de ellos para que los conozcas a detalle.
Personas que intervienen en el proceso del fideicomiso
Causante o fideicomitente
Esta persona es el testador, es decir, el propietario inicial del patrimonio del legado, y también es el encargado que tiene la obligación de determinar el funcionamiento del fideicomiso en su testamento.
Heredero fiduciario
Esta persona se encarga de recibir el patrimonio, pero no para él, sino para entregárselo a un tercero, que es el fideicomisario. Si lo vemos de otro modo, el heredero fiduciario es el primer heredero, que vendría siendo el heredero directo.
La función que este cumple, al principio, es la misión de conservar los bienes y derechos hasta que llegue el momento de transmitirlos al heredero fideicomisario.
Heredero fideicomisario
Esta es la persona que será el heredero final o indirecto, al cual cuando llegue el momento podrá recibir el patrimonio que se le otorgó por manos del heredero fiduciario. En muchos casos, se ha visto que antes de que el patrimonio le corresponda tomarlo, este se ha consumido por el heredero fiduciario.
Se debe tener presente que en el ordenamiento jurídico únicamente se encarga de reconocer el fideicomiso como institución hereditaria, por lo tanto esto difiere del planteamiento de los demás ordenamientos, como lo son los de la corte anglosajón, quienes extienden la figura en una forma de trust.
Objetivo del trust
De igual manera que como ocurre con el fideicomiso, el trust tiene como objetivo el reservar una masa patrimonial que vaya a favor de una causa o beneficiario, así que se deberá esperar hasta que se cumplan las condiciones indicadas para que los bienes y derechos pasen a ser del beneficiario al cual se le otorgaron, hay que tener presente que la masa no forma parte de ningún tipo de patrimonio personal por lo tanto no se incluye.
Sin embargo, algo que muchas personas desconocen es que el trust es ajeno a los ordenamientos, por lo tanto limita el alcance del fideicomiso a la figura sucesoria y la destina a otras figuras que sirvan como protección patrimonial, como las sociedades patrimoniales o instrumentales, y también a la afectación de fondos que van a fines determinados, como lo son las fundaciones.
Características que se ven en el fideicomiso
Algo que no se puede negar es que el fideicomiso es una gran obligación compuesta, ya que al aceptar una herencia, el llamado heredero fiduciario se encarga de cargar con el compromiso de luego proceder a entregarla de manera posterior, bajo las condiciones que fueron ordenadas por el causante al heredero fideicomisario.
Por lo tanto, el fideicomiso se compone de la obligación principal de conservar el patrimonio, ya que posteriormente este tendrá que transmitir el patrimonio. Algo que queda muy claro es que gracias al fideicomiso se pueden designar a varios herederos sucesivos, el primer heredero ocupa el puesto de heredero fiduciario y el segundo heredero ocupa el puesto del fideicomitente.
Tipos de fideicomiso
Existen dos tipos de fideicomiso, que son el condicional o a plazo, al hablar del primer caso, el testador podrá imponer una condición que si se solicita, podrá concurrir, activando así de manera instantánea la obligación de tener que transmitir del fiduciario al fideicomisario.
Si se trata del segundo tipo de fideicomiso, que es a plazo, tal condición será el transcurso de tiempo que se encuentre reflejado en el testamento.
Se debe tener presente que el causante puede manejar si determina la obligación del fiduciario es de mera conservación y la entrega o si decide incluirla en la administración patrimonial, en este caso también se le puede permitir al fiduciario el disfrutar del patrimonio que fue otorgado.
A este tipo de fideicomiso se le conoce como el de residuo, donde el causante puede reservar a favor del heredero final una parte del patrimonio transmitido o no, con esto se quiere decir que existe la posibilidad de que el segundo heredero no llegue a recibir nada del fiduciario porque ha consumido todo el patrimonio.
