El tromboembolismo venoso causa más muertes anuales que el cáncer de mama, el VIH y los accidentes de tráfico juntos

Con motivo de la celebración del Día Mundial de la Trombosis el próximo miércoles, la Sociedad Española de Hematología y Hematoterapia (SEHH) y la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH) han advertido de que el tromboembolismo venoso (TEV) es responsable de más muertes anuales que el cáncer de mama, el VIH y los accidentes de tráfico juntos.

La trombosis es una afección que es responsable del infarto agudo de miocardio, el ictus isquémico y el TEV. Cada minuto, una persona es diagnosticada de trombosis en el mundo y otra fallece como consecuencia de esta enfermedad cada 6 minutos. A pesar de que representa uno de cada cuatro fallecimientos en el mundo, sigue siendo una patología desconocida entre la población.

La SETH y la SEHH conmemorarán este día mundial con la campaña ‘Acércate a la hematología. Conocemos tu sangre, ¿nos conoces tú?’, una actividad de concienciación promovida también por la Sociedad Española de Transfusión Sanguínea (SETS), que tendrá lugar en la Plaza del Baluarte de Pamplona, del 13 al 16 de octubre, coincidiendo con el Congreso Nacional de Hematología, Hemoterapia, Trombosis y Hemostasia.

COVID-19 Y EVENTOS TROMBÓTICOS

Por otro lado, la Covid-19 ha dado a conocer un poco más la trombosis, pues el propio virus puede causar cuadros trombóticos. A esto se le ha añadido el confinamiento, que indujo a muchos ciudadanos a pasar largos periodos de tiempo sentados frente a la televisión o al ordenador.

Esto se ha traducido en un aumento de los casos de tromboembolismo vascular entre los jóvenes sin un factor de riesgo previo y, por lo tanto, en una preocupación entre los expertos. Por su parte, el presidente de la SETH, Joan Carles Reverter, ha insistido en la importancia de la información y la prevención.

HOSPITALIZACIÓN Y TROMBOSIS

Por otro lado, «es necesario que la sociedad conozca que, de forma general, tras el alta hospitalaria, existe una situación de riesgo adicional, lo que obliga a emplear medidas preventivas contra la trombosis», detalla Reverter.

Hasta un 60 por ciento de los casos de TEV ocurre durante o después de una hospitalización. Según advierte el presidente de la SETH, «es muy importante que tanto los profesionales como los pacientes sepan reconocer los síntomas de la enfermedad para llamar la atención sobre el diagnóstico y empezar el tratamiento rápidamente para evitar complicaciones».

Además, indica el experto, «el TEV es una causa importante de pérdida de años de vida ajustados por calidad, mucho más que otras enfermedades, como la neumonía hospitalaria o la sepsis y las reacciones adversas a medicamentos».

PREVENCIÓN DEL TEV EN PACIENTES HOSPITALIZADOS

El TEV constituye una causa importante de muerte que puede prevenirse en los hospitales si se instauran las medidas preventivas adecuadas (tromboprofilaxis). Tal y como señala Reverter, «numerosos estudios han demostrado que el empleo de fármacos anticoagulantes, fundamentalmente heparinas de bajo peso molecular por vía subcutánea y anticoagulantes orales directos, consigue una reducción muy importante de eventos trombóticos, sobre todo en pacientes hospitalizados a causa de un procedimiento de cirugía mayor».

Las medidas farmacológicas, además, «deberán ir acompañadas de otras físicas, como la movilización precoz y el empleo de medias elásticas. La estrategia de tromboprofilaxis debe ser individualizada, teniendo en cuenta las características del paciente y su riesgo hemorrágico», añade.

Para el presidente de la SETH, «no existe suficiente conocimiento entre la población general sobre esta enfermedad». Tal y como señala, en encuestas realizadas, la concienciación sobre el problema del TEV es mucho menor que la que se tiene sobre otras enfermedades, como el infarto de miocardio, el ictus, la hipertensión y el cáncer de mama, entre otras. «Además, menos de la mitad de los adultos conoce que la trombosis puede prevenirse», añade.

FACTORES DE RIESGO

El TEV afecta a personas de todas las edades, razas y etnias, y ocurre tanto en hombres como en mujeres. Determinados factores y situaciones pueden aumentar el riesgo de desarrollar un coágulo potencialmente mortal. Así, el tromboembolismo venoso representa una causa importante de muerte y discapacidad en todo el mundo, y supone la tercera causa de mortalidad cardiovascular tras el infarto agudo de miocardio y el ictus.

Por ello, los expertos recalcan la relevancia de saber cuáles son los factores de riesgo que pueden desembocar en esta afección. El riesgo más alto de padecer la enfermedad va asociado a episodios de cirugía mayor, la hospitalización y la inmovilización prolongada, al cáncer o a presentar alteraciones genéticas que favorezcan la coagulación de la sangre.

Otros factores como la edad avanzada, presentar antecedentes familiares de coagulopatías y tratamientos como la quimioterapia, terapias de reemplazo hormonal y anticonceptivos orales también pueden favorecer la aparición del TEV.

Además de la morbilidad y mortalidad, el TEV supone una carga económica significativa para el sistema sanitario. Las múltiples pruebas de diagnóstico, los tratamientos, las hospitalizaciones prolongadas y los cuidados de seguimiento (incluido el TEV recurrente) pueden ser muy costosas.

Como incide el presidente de la SETH «si se centran los esfuerzos en la prevención de TEV, los sistemas de salud pueden ahorrar dinero, mejorar los resultados y, fundamentalmente, salvar vidas. Algunos países ya han implementado políticas y protocolos del TEV que estandarizan (o incluso incentivan) la implementación de una prevención adecuada del TEV».

Para evitar el TEV asociado a hospitalización, los hospitales deberían establecer y hacer cumplir un protocolo de prevención del TEV para hacerlos más seguros, según este experto. «Para ello, se recomiendan las pautas establecidas por las guías clínicas más recientes, basadas en la evaluación individual del riesgo de todo paciente hospitalizado y en una pauta preventiva adecuada», afirma el especialista.

Por ello, «es misión de los hospitales, sistemas de salud, legisladores y organizaciones encargadas de la calidad hospitalaria de todo el mundo hacer que el protocolo de prevención del TEV sea un tema prioritario de seguridad del paciente hospitalizado», concluye Reverter.