Aragonès pide al independentismo «aparcar tacticismos y subirse al tren» del diálogo

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha defendido este martes su apuesta por una solución dialogada para el «conflicto catalán» y ha pedido al independentismo «aparcar tacticismos políticos y subirse al tren» del diálogo con el Gobierno.

«El tren de la negociación con el Estado está a punto de arrancar de verdad. Hace pocos días que retomamos el proceso y ahora toca profundizar en él. Trabajamos la metodología y ara toca comenzar ya la negociación», ha dicho en su discurso en el Debate de Política General en el Parlament.

Para Aragonès, este «es el momento de aparcar los tacticismos políticos y subir al tren, de acumular fuerzas y de reforzar desde dentro y desde fuera, la mesa de negociación, los posicionamientos de la delegación del Govern, de la delegación de Cataluña».

Ha calificado la mesa de diálogo de oportunidad histórica, ya que para el presidente «solo hay una estrategia ganadora para conseguir (la independencia), que es sentar al Estado español y explorar la vía de la negociación», aunque ha advertido de que paralelamente deben seguir trabajando para ampliar la base social que respalde la independencia de Cataluña.

El presidente considera que la única manera de alcanzar la independencia de Cataluña es el reconocimiento internacional, por lo que ve necesario el diálogo con el Gobierno central, y ha asegurado que no son ingenuos y saben de la dificultad de llegar a un acuerdo satisfactorio con el Ejecutivo, así que ha pedido altura de miras a los dirigentes independentistas que ponen en duda esta estrategia.

NO HAY «SOLUCIONES MÁGICAS»

«Pido levantar la mirada y entender que la situación es compleja, muy compleja, y la estrategia a seguir también. No hay atajos ni soluciones mágicas», ha alertado el presidente dos semanas después de que Junts decidiera designar a miembros externos del Govern para representar a su formación en la mesa de diálogo, lo que provocó que el propio Aragonès les apartara de esta mesa.

Pese a la ausencia de los de Puigdemont en ese espacio, el presidente ha subrayado que «la delegación catalana representada por el Govern en la mesa representa a toda la sociedad y lleva los grandes consensos de país», y ha recordado que el acuerdo con el Gobierno es que el resultado de la negociación sea sometido a referéndum.

PIDE A JUNTS NO «DEBILITAR A CATALUÑA»

El presidente también ha lanzando un mensaje a los que piden renunciar al diálogo cuando los poderes judiciales actúan contra los impulsores del 1-O, ya que cree que el hecho de que el Estado no sea «capaz de controlar a sus aparatos y continúe la persecución contra el movimiento independentista», da más razones al independentismo ante la comunidad internacional tanto en términos judiciales como en reputacionales para el Estado, según su criterio.

Tras reiterar la dificultad que entraña esta negociación, insiste en avisar a sus socios de que todo lo que se haga desde la delegación catalana «debería estar pensado para fortalecer su posición, porque lo contrario es debilitar a Cataluña en una de las situaciones más complejas que tiene que afrontar».

«Nadie debería contribuir a debilitar a Cataluña con sus acciones, consciente o inconscientemente», ha clamado, y ha pedido no menospreciar lo conseguido en un espacio en el que el Gobierno se aviene a abordar el conflicto y reconoce a Cataluña como sujeto político, según él.

Aragonès ha vaticinado que el proceso de negociación recibirá ataques por todos lados para que descarrile, y ha señalado a «la extrema derecha española, al ‘deep state’ español, a sectores del PSOE y, lamentablemente, a algunos sectores políticos en Cataluña».

En este punto, el presidente ha recuperado una idea que ha repetido durante todo su discurso –que el partido que ahora lleva las riendas del Govern es ERC y no Junts, pero que el objetivo del Ejecutivo catalán sigue siendo la independencia–: «El peso de los partidos ha cambiado, el país ha virado, es cierto, pero el objetivo se mantiene».

Así, ha llamado a recuperar la unidad tanto de partidos como de instituciones y sociedad civil a través del Acuerdo Nacional por la Amnistía y la Autodeterminación, para el que pide establecer ya sus bases para que pueda comenzar a trabajar.

MESAJE AL GOBIERNO

El presidente también ha tenido unas palabras para quien se sienta al otro lado de la mesa, a los que pide «espíritu constructivo, voluntad de diálogo, escucha y no poner trabas al proceso negociador».

Entre las trabas a las que hacía referencia, Aragonès ha señalado la detención el jueves del expresidente del Govern Carles Puigdemont en Cerdeña (Italia), las acciones del Tribunal de Cuentas contra los impulsores del 1-O o la investigación de la Fiscalía a la activista independentista Tamara Carrasco, que «no ayudan nada al proceso de resolución del conflicto político entre las partes».

«El primer paso era y es que se acabe la represión», ha zanjado el presidente en su primer discurso de un Debate de Política General en el Parlament desde que fue elegido para dirigir la Generalitat.