Desmantelada una de las primeras fábricas de hachís en España

La Guardia Civil ha desmantelado una de las primeras fábricas de hachís en España, localizada en Bigastro (Alicante). La operación ‘Overdose’ se ha saldado con la detención de 6 personas, tanto en Bigastro como en Murcia, por los presuntos delitos de elaboración y tráfico de droga y pertenencia a organización criminal, así como la incautación de 8.300 kilos de sustancias estupefacientes y de una maquinaria industrial especialmente diseñada para convertir la marihuana en ‘polvo de hachís’.

La operación sigue abierta, por lo que la Guardia Civil no descarta actuar en el Campo de Gibraltar. Una operación novedosa, ya que esta máquina fabrica directamente hachís de gran calidad en España, lo que «permitiría evitar las complejas y costosas estructuras que se precisan para traerlo por mar y tierra».

Así lo ha manifestado este martes en rueda de prensa la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, que ha dado los detalles de esta operación en la sede de la Comandancia de Murcia, acompañada del delegado del Gobierno en la Región de Murcia, José Vélez; el coronel jefe de la Zona, Jesús Arribas; y el teniente Antonio Corbalán, jefe del Equipo de Delincuencia Organizada y Antidrogas (EDOA).

La investigación comenzó a finales del pasado año, a raíz del fallecimiento de cuatro internos del Centro Penitenciario Murcia II, en Campos del Río, por causas relacionadas con el consumo de drogas y psicotrópicos, en concreto sobredosis de heroína y cocaína, según ha apuntado Arribas.

Gracias a la colaboración de Instituciones Penitenciarias, funcionarios que integran el Grupo de Seguridad Interior de la citada prisión alertaron a la Guardia Civil de que uno de los presos era un importante narcotraficante de origen gaditano que, desde su juventud, contaba con un amplio historial por tráfico de drogas en el Campo de Gibraltar.

Se trata de I.O. que, según la leyenda, «fue el que inspiró la película ‘El Niño’, aunque no está comprobado», ha explicado el teniente Corbalán, que ha subrayado que esta persona era la encargada de organizar la introducción de la droga en la prisión.

Los agentes del Equipo de Delincuencia Organizada Antidroga (EDOA) centraron la investigación en este principal sospechoso, que les permitió conocer que contaba con una red de colaboradores en el exterior.

«Se aprovechaba de los contactos que tenía en el Campo de Gibraltar y en el resto de España, a los que conocía de su estancia en prisión y que fueron los que montaron la red que precisaba para aprovechar los ‘vis a vis’ e introducir la droga», ha indicado.

Una red en la que participaban residentes en Murcia, familiares de presos que eran captados por la organización a cambio de una pequeña compensación.

Posteriormente, la persona de confianza de I.O. «actuaba en la zona de la Vega Baja y era quien controlaba la fabricación en el lugar donde se ha descubierto la instalación».

La directora general ha explicado que después de meses de investigación, los agentes identificaron a uno de estos colaboradores del que supieron que tenía un papel destacado dentro de la organización y que, casualmente, había cumplido condena durante cuatro años junto al principal sospechoso y líder de la organización delictiva ahora desmantelada.

Los investigadores averiguaron que esta persona no solo se dedicaba a captar y manipular a personas para que introdujeran droga en el centro penitenciario, sino que también manejaba su pequeña red de distribución de droga en el exterior, principalmente cocaína, y también hachís.

Para ello, contaba con una mujer, de nacionalidad brasileña, que supuestamente vendía la droga entre alguno de los clientes en el local en el que trabajaba.

NAVE LOCALIZADA EN BIGASTRO (ALICANTE)

Centrada la investigación en sus movimientos, los guardias civiles detectaron sus visitas frecuentes a una nave industrial del municipio alicantino de Bigastro, donde se pudo constatar el trasiego de personas y de sacas, supuestamente repletas de hachís.

Tras la autorización judicial, se realizó un registro en esta nave, en la que se localizó una máquina, especialmente diseñada para convertir la marihuana previamente procesada en un polvo.

Era una instalación que se había puesto en marcha recientemente, según ha señalado el teniente Corbalán, que ha advertido que habría unos 3.000 ó 4.000 kilos de polen que se estaba procesando. La capacidad era tal que la máquina que tenían «no daba abasto para nutrir sus pedidos».

«Ese polvo o ‘polen de hachís’, después de unos procesos de transformación, añadido de aditivos y de aplicación de calor, se convierte en una rudimentaria ‘resina de hachís'», ha explicado la directora general.

A efectos prácticos, ha puntualizado la directora general, es el perfeccionamiento de los conocidos como ‘Tambores de Ketama’, con los que se pulverizan las plantas de manera artesanal.

Se incautaron varias sacas de grandes dimensiones que contenían sustancia amarilla pulverizada (polen de hachís), también embolsada en unidades de un kilo de peso; además de numerosos cajones de cartón y sacas de rafia con una abultada cantidad de plantas de cannabis en diferentes estados de procesamiento.

También se descubrieron dos arcones congeladores llenos de picadura de planta de cannabis y cogollos de marihuana. En total, se han incautado cerca de 8.300 kilos de sustancias estupefacientes.

La nave contaba con una zona de estar, dormitorios y baños que permitían la estancia ininterrumpida de varias personas. En estas estancias, además, se acumulaban numerosas cajas de gran tamaño que utilizaban para almacenar la marihuana seca.

Los detenidos, así como la droga y los efectos y la droga incautados han sido puestos a disposición del juzgado de 1ª Instancia Instrucción número 1 de Mula.