Cosidó dice que «jamás» tuvo contacto con Villarejo

El que fuera director de la Policía en el primer Gobierno de Mariano Rajoy, Ignacio Cosidó, ha asegurado este martes en el Congreso que «jamás» mantuvo contacto con el comisario jubilado José Manuel Villarejo, y ha negado conocer la existencia de una estructura paralela en el Ministerio del Interior, ni la supuesta ‘operación Kitchen’ para recuperar documentos de Luis Bárcenas que pudieran implicar a dirigentes del PP.

La pasada semana, Villarejo señaló a Cosidó como el alto cargo que le encargó la llamada ‘operación Kitchen’. Según explicó en la comisión, fue el exdirector general de la Policía quien le encargó que captara al chófer de Luis Bárcenas para espiar al extesorero del PP y recuperar documentación comprometida para el PP y «altas instituciones del Estado».

Ante la misma comisión de investigación de la ‘operación Kitchen’, Cosidó ha negado todo: «Jamás he despachado con el señor Villarejo, jamás he comido con él, jamás le he llamado por teléfono ni he intercambiado mensajes, y jamás le he hecho llegar instrucciones por terceras personas», ha zanjado, a preguntas del socialista David Serrada.

Según ha explicado, entre sus funciones como director de la Policía no está la de dirigir las investigaciones policiales, ya que esa es labor de jueces y fiscales, y su relación con cargos policiales se limitaba a los miembros de la Junta de Gobierno –el director adjunto operativo (DAO), los directores y los comisarios generales–, y puntualmente con mandos de otras unidades.

Es más, ha recordado al PSOE que tanto el DAO como los miembros de la Junta de Gobierno de la Policía no los nombró él, sino el ministro del Interior, que en su etapa fue Jorge Fernández Díaz.

VILLAREJO DEPENDÍA DEL DAO

Cosidó, que actualmente ejerce como asesor en materia de despoblación para el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha subrayado que en su etapa al frente de la Policía no conocía otra estructura que la diseñada por real decreto.

Y, en todo caso, le parece inverosímil que el director adjunto operativo tuviera necesidad de montar una estructura paralela cuando toda la estructura de la Policía depende de él. De hecho, Villarejo dependía directamente del DAO, ha apuntado en otro momento.

El exdirector se ha desmarcado de la investigación sobre la ‘operación Kitchen’, recalcando que no está imputado en la causa, ni es parte del sumario, y que no tenía conocimiento alguno de los hechos que investiga la justicia

A preguntas de José María Figaredo, de Vox, Cosidó ha recordado que él no está imputado en la causa que se instruye sobre ‘Kitchen’ en la Audiencia Nacional y ha apuntado que es posible que esta comisión de investigación pueda llegar a sacar conclusiones políticas que no respondan a la realidad judicial, que se conocerá cuando el juez Manuel García Castellón concluya su trabajo.

En este punto, y ante la insistencia del diputado de Vox, el compareciente ha asegurado que los investigadores de asuntos judicializados tienen que informar al fiscal y al juez, nunca al director de la Policía, y por ello nunca conoció ningún operativo contra Bárcenas, una idea que ha repetido en diversas ocasiones a preguntas de otros parlamentarios durante su comparecencia. Esta fue la razón, según sus explicaciones, de que respecto a este asunto a él nunca le «saltaran las alarmas», respondiendo así con la misma expresión con la que se le preguntaba.

EL INFORME SOBRE IGLESIAS

A preguntas de Sofía Fernández Castañón, de Unidas Podemos, Cosidó ha negado que diera jamás instrucciones a Villarejo en relación con el denominado Informe PISA –Pablo Iglesias, S.A., basado en la presunta obtención por el líder de Podemos de subvenciones presuntamente ilícitas de los gobiernos venezolano e iraní-. También ha rechazado que cesara al entonces responsable de Asuntos Internos que él había nombrado, Marcelino Martín Blas, por orden del comisario jubilado, justificando sin más este cese por una pérdida de confianza.

Algo más tenso ha sido el interrogatorio realizado a Cosidó por el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, al que tampoco por qué se destinaron 72 efectivos a espiar a Bárcenas (según se refleja en la investigación judicial) cuando en ese momento nos encontrábamos en un periodo de alerta máxima por terrorismo. El diputado le ha reprochado que desconociera todos estos extremos «aunque prefiera quedar de negligente».

Sí que ha reconocido, a preguntas de este diputado, que ordenó una información reservada con fines disciplinarios contra Villarejo por la existencia de sus actividades empresariales, si bien luego no actuó porque así se lo recomendó el instructor del expediente.

Tampoco ha respondido Cosidó a las preguntas de los diputados del PNV Mikel Legarda y de Bildu Jon Iñarritu relativas al hecho de que en esta causa judicial estén imputados tanto el que fuera su subordinado Eugenio Pino -que fue director adjunto operativo (DAO)- como su superior, el ex secretario general de Seguridad Francisco Martínez, limitándose a señalar que no iba a comentar decisiones judiciales.

Lo que sí ha explicado, a preguntas del diputado de Ciudadanos Edmundo Bal, la creación de una unidad especial residenciada en Asuntos Internos destinada a repasar operaciones que estuvieran atascadas siempre que no se realizaran nuevas diligencias que precisaran de una orden judicial. Ha calificado este grupo de investigación de «especialmente delicado» y ha reconocido que en ella pudo estar el origen de la denominada «guerra de comisarios», si bien nunca recibió ninguna instrucción ni del ministro Jorge Fernández Díaz ni de Francisco Martínez sobre este particular.

«Por supuesto que he cometido errores pero siempre mantuve el principio de que la seguridad de los españoles debe realizarse con la ley y el estado de derecho, no hay posibilidad fuera de la ley y del estado de derecho», ha concluido Cosió su comparecencia ante el Congreso.

EL WHATSAPP SOBRE MARCHENA Y EL CGPJ

En el interrogatorio con ERC, Cosidó ha aclarado que él no fue el autor del conocido mensaje de ‘whatsapp’ sobre la conveniencia de nombrar a Manuel Marchena presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para controlar al Tribunal Supremo «desde atrás». Ha explicado que cometió el error de reenviar el mensaje, sin leerlo previamente con detenimiento, al grupo «no oficial» de senadores del PP.

Por su parte, el diputado del PP Luis Santamaría ha utilizado su tiempo de intervención para recordar que, frente a las consideraciones del PSOE, él cree los episodios más tristes en la historia de esta policía fueron el de uso irregular de fondos reservados y terrorismo de estado de la etapa socialista, y subrayando que su intención en este órgano siempre ha sido el de salvaguardar el prestigio de la Policía Nacional.

Ante estas reflexiones, el compareciente ha aprovechado para señalar como momento más triste durante sus mandatos la muerte en Kabul de dos agentes a manos de terroristas yihadistas, y que durante su gestión se consiguió reducir la delincuencia en un 12 por ciento y se reforzó la lucha contra la corrupción. Ha añadido que desde que tomó posesión en el cargo en 2011 uno de sus objetivos fue la despolitización del Cuerpo.