Empanadillas congeladas: el truco para que estén crujientes sin romperse

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Las empanadillas son un plato muy socorrido para cualquier comida. Si las compras congeladas, solo tienes que freírlas y ya las puedes degustar. Al hablar de esto, a muchos se les viene a la memoria el sketch de Martes y Trece de las empanadillas de Móstoles y Encarna Sánchez.

Este plato está hecho de una masa rellena del alimento que se quiera en forma de media luna. Aunque normalmente son saladas, también pueden ser dulces y tomarse como postre. A continuación, te mostramos el truco para que las empanadillas congeladas estén crujientes sin romperse.

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CALIENTA EL ACEITE ANTES DE ECHAR LAS EMPANADILLAS

Una vez que el aceite esté en el recipiente en el vas a freír las empanadillas, tienes que calentarlo. Si echas las empanadillas antes de tenga la temperatura necesaria, la masa se va a impregnar de aceite y te van a quedar muy grasientas.

Además, cuando el aceite se caliente lo suficiente puede afectar a las empanadillas, ya que a la masa le vienen muy mal los cambios bruscos de temperatura. Esto podría hacer que se rompan o se abomben. Pero que el aceite esté demasiado caliente tampoco le viene bien…