El delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, ha rechazado el cierre del campamento de migrantes de Las Raíces, tal y como han solicitado algunas administraciones públicas, partidos políticos y ONG, incluso el presidente canario, Ángel Victor Torres, y ha asegurado que las tensiones que se están viviendo en este espacio desde su apertura «se acabarán limando», como ha ocurrido en otros centros del archipiélago.
Así lo ha manifestado en declaraciones a los medios tras visitar, por quinta vez, este centro que, recordó, es un recurso de emergencia que se habilita para hacer frente a la acogida de migrantes que han llegado al archipiélago procedentes del continente africano y que ha surgido con carácter temporal», si bien admitió que el deseo del Gobierno pasa por tener más centros de menor capacidad.
Durante su visita dijo haber visto un campamento «organizado, con medios y gente especializada que hace un trabajo profesional y comprometido en la gestión del mismo; cerca de 280 profesionales que están haciendo todo lo mejor posible y mejorando cada día ese recurso», apostilló el delegado del Gobierno.
Anselmo Pestana pidió a quienes han criticado este espacio que le den una «oportunidad» para que siga mejorando y funcionando como ha sucedido en otros centros donde también se ha vivido «problemas iniciales» porque «hay que adecuar la convivencia de muchas personas, lo que da lugar a algunas tensiones que poco a poco se han ido limando y que también aquí, estoy seguro, se van a ir limando», reiteró el delegado.
Pestana hizo hincapié en que cuando se ha producido algún problema de convivencia se ha intentado resolver dentro del centro y cuando esto no ha sido posible, tal y como ocurrió hace una semana, se cuenta con el apoyo de la Policía Nacional para «ayudar a resolverlo, rebajar la tensión y detener a los responsables».
Preguntado por un informe del área de Bienestar Social del Ayuntamiento de La Laguna donde se ponen en evidencia algunas deficiencias en Las Raíces, el delegado indicó que hay distintos informes en el mismo sentido y por eso se han ido mejorando las circunstancias del campamento. En esta línea, confía en que, igual que hubo problemas con la comida o el suministro de agua, todos estas deficiencias se vayan resolviendo.
En cualquier caso, ha insistido en que se trata de un centro de emergencia donde se intenta combinar protocolos covid con la necesidad de tener una cierta capacidad de alojamiento para que no se repita la situación que se vivió en el muelle de Arguineguín.
CAMPAMENTO IMPROVISADO.
Al finalizar su visita, el delegado del Gobierno ha recibido un escrito por parte de un grupo de migrantes en el que señalaban que ellos estaban colaborando con el funcionamiento del centro y haciendo lo posible por la convivencia de personas de cinco nacionalidades distintas que se encuentran acogidas, y en el que además criticaban el campamento improvisado que está fuera de las instalaciones.
En el escrito, solicitaban que las autoridades sanitarias acudieran a este lugar para ver las condiciones sanitarias y se quejaban de que en este espacio circulaba alcohol y se medicaba a la gente sin indicaciones médicas, lo que «alteraba la buena convivencia en el interior del centro. De hecho, Pestana apuntó que el altercado ocurrido el mates pasado, tal y como le han trasladado, se inició fuera del campamento de Las Raíces.
A este respecto, Anselmo Pestana comentó que, si bien este altercado terminó con la detención e ingreso en prisión de varios migrantes, el resto de intervinientes le han señalado que «hubo un abrazo final en el que las personas se pidieron disculpas e hicieron una especie de promesa de no volver a cometer ese error».
Por otro lado, destacó que hoy ha empezado el Ramadán y por ello se han tenido que adecuar los horarios y las comidas en el centro, dado que la mayoría de los migrantes acogidos son de religión musulmana. Además, resaltó que la gente estaba «muy tranquila», lo que, en su opinión, «es una buena señal».