Cierto es que el fichaje de Miralem Pjanic estuvo envuelto en una polémica total; porque fue otro de los fraudes de Josep Maria Bartomeu. El exmadantario quería limpiar las cuentas y sacar al Barcelona de los números rojos, por eso hizo ese intercambió entre Arthur, de 23 años, por el bosnio, de 30 años; sin embargo era toda una treta, porque al final la venta del brasileño si entró como una cuenta del curso pasado, pero la compra del ex de la Juventus quedaría puesta en esta temporada. Sin embargo, pese a la artimaña no se puede negar que aunque se desprendían de un joven con potencial, se suponía que ganarían un jugador ya probado y de rendimiento inmediato, pues nada de eso.

La verdad es que Pjanic venía para competir con Busquets y aunque el canterano tiene un nivel nefasto, el bosnio ni siquiera le ha logrado toser de cerca para quitarle el puesto. Su rendimiento ha sido terrible en los pocos minutos que le da Koeman; pero es que cuando entra tampoco se gana tener más. Ante el Cornellà tenía una buena oportunidad de probar que merece más tiempo en cancha, pero lo que hizo fue muy pobre y además falló un penal. Justo en la noche en la que falta Messi y se necesita a otros cracks, Pjanic se ha borrado por completo de esa lista.