Recomendaciones para hacer más llevadera esta Navidad lejos de tu familia

Las restricciones de movilidad previstas para estas navidades a causa de la pandemia del Covid harán que muchas personas se vean obligadas a pasar solas estas fechas, o con la única compañía de mascotas y plataformas de videoconferencia.

Más allá de los típicos consejos para afrontar situaciones de soledad, Pau Forner Navarro, experto en inteligencia emocional y responsable de la web Habilidadsocial.com, nos ofrece otras alternativas adaptadas a las necesidades que expatriados, estudiantes o personas que han perdido a sus seres queridos recientemente puedan tener en estas fechas tan señaladas, para hacerlas más llevaderas. Y es que estar solo no implica necesariamente sentirse solo, puesto que son cosas muy diferentes.

Aunque cuesta creerlo, y más en estos momentos de incertidumbre, un estudio ha demostrado que la soledad puede ser buena ya que, en ese estado, el cerebro recupera capacidad de atención, motivación, creatividad y productividad. Sin embargo, sentirse solo es otra historia. A largo plazo afecta tu salud mental, provoca depresión y supone mayor riesgo de mortalidad que la obesidad. «En días como estos puede ser complicado de entender, pero si cuando te sientes solo lo interpretas como algo terrible, probablemente te deprimas. Si por el contrario lo interpretas como una oportunidad para reflexionar y conocerte mejor, probablemente no te afecte tanto. Por fortuna, todas estas emociones negativas están provocadas por pensamientos. Y esto es una gran noticia, porque significa que tienes poder para cambiarlas», recuerda Forner.

Ahora bien, ¿qué podemos hacer si estas navidades estamos solos? El autor de la web habilidadsocial.com nos ofrece una serie de consejos o claves psicológicas que nos ayudará a aceptar esta soledad puntual, mejorar nuestro ánimo y salir fortalecido de estos días.

– Aceptar tus emociones o sentimientos tal y como vienen. Te sientes solo y deprimido cuando interpretas pensamientos como «tendría que estar en mi casa», «esto no es justo» o «echo de menos a mi familia» como algo horrible. Por lo tanto, la solución es no juzgarlos ni luchar contra ellos cuando te vuelvan a invadir.

– Cuéntale a alguien cómo te sientes. Otra buena alternativa para aliviar tu soledad es compartirla. No en foros de Internet, sino cara a cara. Piensa en algún amigo que resida cerca de ti, que haya dado apoyo en el pasado o que, simplemente, estés a gusto con él. Aunque pueda parecer difícil, llámale. Seguro que te reconforta.

– No dejes de lado el ejercicio. Recuerda: mente y cuerpo van unidos. Lo que le pasa a uno tiene consecuencias sobre el otro… y al revés. La soledad también tiene efectos negativos sobre tu salud física. Pero solo 30 minutos de ejercicio durante tres días a la semana son suficientes para cambiar ese estado y empezar a recuperarte. El ejercicio dispara tus pensamientos positivos al generar endorfinas – conocidas como las hormonas del bienestar – aumenta tu ritmo metabólico y te ayuda a sentirte más a gusto con tu propia imagen.

– Recurre a la tecnología para reunirte con los tuyos. Si algo nos enseñó el confinamiento fue a descubrir el mundo de las videoconferencias y sus múltiples ventajas para seguir cerca de nuestros seres queridos. Aunque no hay nada como un beso o un abrazo en persona, este tipo de aplicaciones te permitirán estar un poco más cerca de los tuyos, sobre todo los días más señalados como nochebuena, Navidad o nochevieja.

– Descubre los beneficios de la meditación. Un estudio de 2012 descubrió que la meditación puede reducir los efectos perjudiciales de la soledad. Aprender a meditar no es difícil. No es necesario que leas ningún libro ni te apuntes a cursos. Solo tienes que entrenar tu mente para centrarte en el presente sin vagar entre el pasado y el futuro. Ponte cómodo, cierra los ojos, y céntrate en tu respiración. Si empiezas a pensar en otra cosa, devuelve tu atención a la respiración, sin juzgar si lo has hecho bien o mal.

Date ese capricho que llevas tiempo esperando. Aunque todos sabemos que los objetos y el shopping no sustituyen a nuestros seres queridos, puede que esta Navidad sea el mejor momento de darte ese capricho con el que llevas tanto tiempo soñando. Un ordenador nuevo, ese móvil de última generación, una consola o un simple libro… seguro que tienes tu preferido. No es malo darnos este tipo de «recompensas», y más aún este año. Tu mente y tu estado de ánimo lo agradecerán.