La CNMC defiende que la competencia puede jugar a favor de la sostenibilidad

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha defendido que la competencia puede jugar un «papel más activo» a favor de la sostenibilidad, en el marco de la consulta pública de la Comisión Europea sobre la contribución de la política de competencia al Pacto Verde (‘Green Deal’).

El Pacto Verde pretende convertir a Europa en el primer continente climáticamente neutro en 2050 con el desarrollo de una sociedad «justa y próspera», que permita desarrollar una economía «moderna y competitiva», así como eficiente en el uso de los recursos.

Según la CNMC, la política de competencia por sí misma tiene su incidencia en la sostenibilidad ya que propicia la innovación tecnológica y fomenta la competencia entre empresas para ofrecer al consumidor productos y servicios más sostenibles.

Competencia ha añadido que la sostenibilidad debe ser considerada como un «factor diferencial de competitividad» que juega a favor de los consumidores y que la política de competencia debe reforzar.

En este sentido, la CNMC ha incorporado los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) como uno de los ejes prioritarios de su actuación. Además, la política de competencia contribuye a los ODS al estimular estrategias empresariales sostenibles.

«Aunque competencia y sostenibilidad son complementarias, en ocasiones no es así, por lo que debe alcanzarse un equilibrio socialmente satisfactorio entre ambas», según la entidad. «El test de necesidad y proporcionalidad es la mejor forma de determinar dicho punto de equilibrio», ha destacado.

En relación a esto, la CNMC considera que la integración de consideraciones de sostenibilidad en el análisis de competencia debe ajustarse a los siguientes principios: dar predictibilidad a los operadores económicos acerca de cómo se valorarán sus actuaciones con arreglo al derecho de competencia, mantener la coherencia de las normas de competencia y su interpretación dentro de la UE y preservar la competencia efectiva en el mercado interior, de forma que se pueda realizar un «ajuste fino» pero no una transformación radical.

EVALUAR LOS CAMBIOS EN AYUDAS DE ESTADO

La CNMC considera necesario realizar una cuidadosa evaluación de los riesgos que supone modificar la normativa de las ayudas de Estado. Así, debe permitirse a cada país reflejar su preocupación por la sostenibilidad sin que ello propicie distorsiones sobre la competencia en el mercado interior.

Entre las propuestas concretas de la CNMC, ha destacado clarificar la normativa en materia de autoconsumo eléctrico, el desarrollo de una red de puntos de recarga para lograr un verdadero despliegue del vehículo eléctrico, y de tecnologías de producción no maduras, junto con la reducción de incentivos a las actividades productivas que se apoyen en combustibles fósiles cuando sea técnicamente posible utilizar energías limpias. Además, la contratación pública puede ser un instrumento igualmente eficaz para frenar el cambio climático.

APOYO A LA COMPETITIVIDAD

Los acuerdos entre operadores que suponen una mejora ambiental clara y no implican una restricción de los parámetros esenciales de la competencia están permitidos por la normativa de competencia. Sin embargo, existe un claro límite que se debe respetar según la CNMC: los objetivos de sostenibilidad no pueden ser nunca una excusa para autorizar cárteles.

Sobre ello, la CNMC ha señalado que, con la finalidad de estimular la adopción de acuerdos de cooperación positivos para los objetivos de sostenibilidad, debe darse a los operadores mayor seguridad jurídica al nivel de la UE sobre el tipo de actuaciones que pueden llevar a cabo sin infringir las normas de competencia y sobre la evaluación de las eficiencias.

IMPACTO DE LAS CONCENTRACIONES EMPRESARIALES

Las concentraciones empresariales pueden tener un impacto negativo sobre la sostenibilidad en determinadas ocasiones, al reducir la innovación o la competencia entre operadores sostenibles.

La CNMC ha resaltado que son preocupantes las denominadas ‘killing acquisitions’, operaciones cuyo único o principal objetivo para la empresa adquiriente es hacerse con el control de la empresa adquirida para evitar el desarrollo o la comercialización de una tecnología más limpia. Sin embargo, algunas concentraciones empresariales pueden favorecer el logro de objetivos de sostenibilidad.