PSOE critica que la reforma de asilo que propone Bruselas sea más estricta con los países de entrada

La diputada socialista y exsecretaria de Estado de Seguridad, Ana Botella Gómez, ha alertado este viernes del riesgo de que las reglas «difusas» con las que la Comisión Europea quiere armar la solidaridad entre Estados miembros en la acogida de refugiados en la reforma de la política migratoria haga «inviables» tales normas y el peso de la responsabilidad siga recayendo únicamente sobre los países en primera línea, como es el caso de España.

«Me preocupa que se avance hacia unas reglas muy estrictas y muy claras para la responsabilidad pero difusas o quizá inviables en la práctica para la solidaridad», ha indicado Botella, que preside la comisión de Interior en el Congreso, durante su participación en una conferencia interparlamentaria organizada por el Parlamento europeo para debatir sobre la reforma de la política de migración y asilo común.

El pasado mes de septiembre, Bruselas presentó su propuesta para diseñar un Pacto de la Migración y Asilo con el que aspira a lograr el apoyo tanto de los países en primera línea de entrada, como Italia, Grecia y España, que reclaman una mayor solidaridad por parte de sus socios en el reparto de la acogida y quienes, como Hungría o Polonia rechazan de plano a recibir en su territorio a ningún migrante.

Tras más de un año de contactos con las capitales, el Ejecutivo comunitario finalmente ha presentado una revisión de la política migratoria que aparca la idea de cuotas obligatorias, pero plantea un sistema voluntario con varios niveles de solidaridad y apuesta por reforzar la frontera exterior de la Unión Europea y agilizar las expulsiones de los migrantes que lo logren estatus de refugiado.

La diputada socialista ha aclarado en su intervención que el Parlamento español «valora muy positivamente la voluntad política» del Ejecutivo comunitario de lograr un acuerdo que atienda a la «urgencia» de contar con una gestión europea, común, de los flujos migratorios.

Sin embargo, Botella ha apuntado varios elementos de «preocupación» y que le hacen temer que el Pacto que se negocie refuerce el «desequilibrio entre responsabilidad y solidaridad» que ya existe en la actualidad porque la estrategia que plantea «no es realista».

«Nos preocupa la dimensión exterior. No hay medidas concretas y pensamos que ninguna política europea de migración y asilo será verdaderamente eficaz si no hay una cooperación estable, amplia, duradera y con una financiación ‘ad hoc’ para países terceros de origen y tránsito», ha expresado la diputada, quien también ha señalado como elemento que «preocupa mucho» los procedimientos en frontera como se recogen en la propuesta.

VON DER LEYEN: LA PROPUESTA ES EQUILIBRADA

Von der Leyen ha defendido en su respuesta a Botella que la propuesta es «equilibrada» entre la solidaridad que reclaman los países bajo mayor presión migratoria y aquellos que replican reivindicando la «responsabilidad» de acogida de los países de entrada.

«Es un equilibrio justo entre solidaridad y responsabilidad», ha argumentado la presidenta de la Comisión, quien ha asegurado que la solidaridad será «obligatoria» porque ningún Estado miembro podrá elegir si ser solidario, aunque «sí podrá elegir cómo serlo».

La flexibilidad que plantea Bruselas para salvar el pacto migratorio pasa por permitir que, en un momento de fuerte presión sobre un Estado miembro, el resto de socios puedan elegir entre acoger a parte de los migrantes llegados a ese primer país de la UE o «asumir la responsabilidad del retorno» de los que sean deportados, algo que la Comisión define como expulsiones «patrocinadas».