Bechamel para croquetas: el truco de Arguiñano para hacerla sin un solo grumo

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No sabemos lo que tiene Arguiñano, pero siempre le sale todo bien. Las recetas del chef vasco son garantía de calidad. Si seguimos sus pasos podemos estar seguros de que nos va a salir una comida muy buena. Es el caso de esta bechamel para croquetas. Se trata de un plato que tiene su complicación y que, por un motivo u otro, es normal que fallemos.

Por eso conviene hacer caso a Arguiñano y tomar nota de sus consejos. Él asegura que, recurriendo a su truco, nos queda una bechamel bien cremosa y que no tiene ni un solo grumo. Con su locuacidad y su gracia características, además, es un gusto y un placer escuchar todo lo que dice y cómo no lo dice. Pero más placer da comerse luego lo que él ha cocinado.

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Remover bien la bechamel

bechamel

Esperamos pues a que quede bien hecha toda la mezcla anterior. En cuanto esté preparada es el momento de echar la leche poco a poco e ir removiendo mientras tanto. La leche, por cierto, debe estar caliente en el momento de verterla, así que métela en el microondas justo antes de usarla. 

Ahora lo importante es remover bien la masa. Ese es el único secreto para que no nos queden grumos en la bechamel y salga con una textura perfecta. Después se añade la sal y la nuez moscada y probamos el resultado para cerciorarnos de que todo está correcto.