Mascarillas: todos los errores que cometes al llevarlas

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Las mascarillas han venido para quedarse. Por más que nos cueste admitirlo. Por poco que nos guste. Por más que incomode. ¿Quién no recuerda cómo, hace siete u ocho meses, el que llevaba una por la calle era visto como un loco o un excéntrico? Ahora el raro, y al que se mira mal, es al que no la lleva. La mascarilla da calor, dificulta la respiración, molesta a los que llevan barba, descorre el maquillaje, hace que duelan las orejas…y, sobre todo, puede salvar vidas.

Pero no vale todo con la mascarilla. Conviene saber, en primer lugar, que llevar mascarilla no nos garantiza estar a salvo del virus. Aunque sí que reduce notablemente las posibilidades de contagiarse. Y para que así sea, es fundamental colocársela correctamente y ser cuidadosos con su higiene. Todos hemos visto a gente por la calle con la nariz fuera de la mascarilla. O nos hemos guardado la mascarilla en el bolsillo haciéndola una tropa. O la hemos tirado de cualquier manera sobre la mesa del bar. Y no, así no.

No tocar la tela al ponérsela (ni al quitársela)

Mascarilla-Errores

Debemos ser muy cuidadosos con la mascarilla. Si la toqueteamos constantemente, aumentan las posibilidades de contagio. Y no solo de coronavirus, sino de cualquier microbio que podamos tener en las manos.

La tela de la mascarilla, que es la parte que nos debe proteger la boca y la nariz, ha de tocarse lo menos posible para mantenerse limpia. Al ponernos la mascarilla, tal y como recomiendan los expertos, debemos hacerlo cogiendo única y exclusivamente los cordones. Y lo mismo para quitárnosla.

También es recomendable que no roce con la cara o la papada. Al ponérnosla hemos de intentar fijarla directamente en boca y nariz. Y al quitárnosla, alejarla de la cara hacia adelante y no hacia los lados.

Cubrirse solamente la boca

Mascarilla Nariz

No hay ninguna diferencia entre llevar mascarilla cubriéndose solo la boca y no llevarla. La mascarilla, para ser efectiva, debe cubrirnos boca y nariz. Ya te habrás dado cuenta de que los seres humanos cogemos aire por la nariz. Por lo tanto, si no proteges la nariz con la mascarilla, no te servirá absolutamente de nada.

Llevando así la mascarilla puedes contagiarte tú y, lo que es aún peor, puedes contagiar a los demás. Y ahí no se acaba todo, pues de este modo ensuciarás la mascarilla con las bacterias, gotas y mucosidades que salen de tu nariz.

Así pues, si quieres que sea útil y te ayude a no contagiarte, la mascarilla ha de cubrirte la cara desde la nariz hasta el mentón.

Tocarla con las manos sucias

Mascarilla Manos

Y no solo al ponérsela o al quitársela. La mascarilla, recordemos, es un producto sanitario, y por eso es de máxima importancia cuidar su higiene y ser muy escrupulosos al manipularla. Es decir, sobarla constantemente después de comer o de haber tocado algún objeto es muy poco recomendable.

Si lo hacemos, corremos el riesgo de colocarnos luego pegada a boca y nariz una mascarilla plagada de gérmenes. Es importante lavarse las manos antes de tocar la mascarilla. De esta forma nos aseguramos que esté bien limpia y pueda cumplir su función.

Habrás adivinado que, por deducción, esto implica también no colocarse la mascarilla en la muñeca o en el codo. Estas partes del cuerpo están, si cabe, aún más sucias que las manos, y la mascarilla no debe entrar en contacto con ellas.

Usar siempre la misma mascarilla

Mascarilla Tiempo

Tal vez sea este uno de los errores más comunes y extendidos. ¿Cuánto tiempo tirar con una misma mascarilla? Hemos de tener en cuenta que, usadas más allá de su tiempo útil, las mascarillas se vuelven inservibles. E incluso peligrosas, pues pueden acumular bacterias dañinas para el organismo.

Haciendo caso a los consejos del Ministerio de Sanidad, las mascarillas quirúrgicas, higiénicas y EPI (esto es, FFP1, FFP2 y FFP3) no deberían usarse más de cuatro horas seguidas. Como mucho 8-12 si la usamos a intervalos.

 Y esto no siempre es así, pues los sanitarios recomiendan deshacerse de inmediato de una mascarilla en caso de que se humedezca con sudor o saliva. También el sol puede dañar el tejido de la mascarilla y volverla inservible.

¿Cómo guardamos la mascarilla?

Mascarilla Guardar

Todo es más o menos fácil mientras llevamos la mascarilla puesto pero al quitárnosla, ¿qué? Todos hemos visto mascarillas encima de las mesas de los bares, mascarillas en el bolsillo del pantalón, en el bolso, arrugadas en la mano…Todo mal.

Cuando nos la quitamos, al llegar a casa, lo ideal es guardarla en un sobre de papel o en una bolsa de plástico con cierre hermético, como las que se usan para congelar comida. De este modo, nos aseguramos de que esté aislada del medio y se mantenga limpia.

Es decir, que, aparte de llevar a todos lados la mascarilla, debemos tener con nosotros un sobre o una bolsa para que no se contamine nada más quitárnosla.