El hipogonadismo, una enfermedad que puede afectar gravemente la calidad de vida

Es un trastorno en los testículos que padecen muchos hombres 

 

Si no han oído nunca la palabra hipogonadismo, en cambio, a muchos hombres les resultarán familiares los síntomas que caracterizan a esta enfermedad: falta de líbido, aumento de grasa corporal, mal humor, falta de energía…

 

El hipogonadismo es una patología que afecta exclusivamente a hombres, pues implica un déficit de testosterona. Esta hormona es clave en el desarrollo sexual del varón, así como en la generación y mantenimiento de su líbido sexual. El afectado por hipogonadismo no puede producir testosterona suficiente, su esperma no es de buena calidad o ambos factores. 

 

La afección puede ser de nacimiento o desarrollarse con el paso del tiempo, en muchas ocasiones como consecuencia de una lesión o infección. No es una enfermedad que deba tomarse a broma dado que, en muchas ocasiones, conlleva una merma muy importante en la calidad de vida del hombre. El sujeto no puede mantener relaciones sexuales o no son satisfactorias, los cambios en su organismo le llevan a pérdida de autoestima, sufre cambios de humor e irritabilidad y, en suma, ve alteradas características físicas de forma preocupante. La disfunción eréctil, el crecimiento de tejido mamario y la pérdida de masa ósea son también síntomas frecuentes en el adulto con hipogonadismo. 

 

Por otra parte, hay casos en los que la patología es un síntoma más de otra enfermedad, como el síndrome de Prader-Willi. El síndrome de Prader-Willi es un trastorno genético, no muy común, que provoca una sensación constante de hambre y diversos problemas físicos y mentales. 

 

En nuestra sociedad el hipogonadismo afecta a cada vez más hombres por lo que es muy importante un diagnóstico temprano para abordar adecuadamente el tratamiento de la enfermedad.

 

Pruebas para detectar el hipogonadismo 

 

El análisis de testosterona es la principal prueba para actuar a tiempo y detectar de forma temprana el hipogonadismo. 

 

Es una prueba muy precisa que consiste en un análisis de sangre que incluye el perfil hormonal. El test es realizado en menos de diez minutos y no es nada complicado, doloroso ni molesto para el paciente, procediéndose para el mismo por parte del personal de enfermería como en un análisis de sangre normal.No tiene ningún riesgo para la salud y no necesita de ninguna preparación, salvo estar en ayunas. Lo que cambia son los parámetros analizados en el laboratorio, entre los que se incluyen la testosterona total, la testosterona libre, la prolactina, la progesterona y el FSH y LH basal. Pero veamos brevemente en qué consisten estos valores y para qué sirven. 

En la sangre, la mayor parte de la testosterona está asociada a proteínas. La que no está unida a proteínas es la testosterona libre mientras que la total comprende a ambos tipos, unida y libre. 

La prolactina es otro parámetro importante en el análisis de testosterona. Es una hormona que influye en el metabolismo y en el desarrollo sexual. 

En lo que respecta a la progesterona, es otra hormona que tiene relación con el sexo. Aunque los niveles de progesterona en el hombre son muy inferiores a los de la mujer, esta hormona es importante para la fertilidad y para el cerebro.

Por último, el FSH y LH basal son también hormonas que desempeñan un papel importante en la sexualidad. En concreto, la hormona FSH es muy importante en la maduración sexual y en la reproducción. La FSH y la LH regulan la secreción de testosterona en el hombre. 

Con los resultados del análisis de testosterona, el médico puede contar con datos suficientes para emitir un diagnóstico y detectar si el paciente padece de hipogonadismo. No obstante, en muchas ocasiones se recomienda realizar pruebas complementarias, como la espirometría y el electrocardiograma. 

Causas del hipogonadismo 

Para saber si nos encontramos entre los grupos de riesgo, es importante conocer las causas más frecuentes del hipogonadismo. Una de las causas primarias de la enfermedad es un problema en los testículos, mientras que la causa secundaria principal es un trastorno del eje hipotálamo-hipofisario. En cualquiera de los casos, un elemento común es la denominada andropausia. 

La andropausia es muy frecuente entre hombres a partir de los 40 años de edad. Aunque es un proceso natural, sus consecuencias no son nada agradables, ya que consiste en el descenso de los niveles de testosterona. Si este descenso es muy acusado, podrá ser origen del hipogonadismo. 

¿Se cura el hipogonadismo? 

Existe un tratamiento efectivo para combatir el hipogonadismo: es el tratamiento de reemplazo. Consiste en la sustitución de la testosterona que el organismo del paciente no puede producir. El tratamiento de reemplazo consigue, además, ralentizar el deterioro óseo y muscular y también logra un beneficio muy significativo en la mejora de la líbido. Expertos también aseguran que esta terapia puede tener un efecto preventivo frente a enfermedades coronarias, mejorando la circulación sanguínea.