El Mutua Madrid Open vivió uno de esos momentos que quedan grabados en la memoria, la inesperada y temprana eliminación de Novak Djokovic.
El actual número cinco del mundo cayó derrotado en su debut frente al italiano Matteo Arnaldi, en un duelo que apenas duró una hora y cuarenta minutos, con parciales de 6-3 y 6-4.
La derrota no solo sorprendió al público, sino que también confirmó un proceso de cambio profundo que Djokovic viene experimentando en los últimos meses, tratando de reencontrarse con su mejor versión.
Reconocimiento a Arnaldi y un ejercicio de autocrítica

Lejos de esquivar el golpe, Djokovic enfrentó rápidamente a los medios para ofrecer una lectura sincera de su derrota. No dudó en elogiar a su joven rival.
«Es un muy buen jugador, un jugador de calidad. Sabía que sería un debut difícil», reconoció. A la vez, intentó rescatar algo positivo de su actuación.
«Me divertí mucho más que en el Montecarlo o en algún otro torneo. Eso es bueno, pero obviamente mi nivel de tenis no es el que me gustaría».
La falta de rodaje y la escasez de confianza siguen pesando sobre el serbio en este desafiante 2025.
La cruda aceptación de una nueva etapa para Djokovic

Más allá del análisis frío del partido, el serbio dejó escapar reflexiones más profundas sobre su nueva realidad competitiva.
«Esperaba al menos jugar un partido más que en Montecarlo», confesó, dejando claro que sus metas han cambiado. Ya no se trata de llegar a finales como en sus años dorados, sino de ganar un par de partidos.
«Es una realidad nueva para mí pensar en ganar uno o dos partidos en vez de pensar en llegar lejos, como en mis más de 20 años de carrera. Es para mí un reto mental enfrentarme a estas sensaciones en la cancha», explicó con franqueza. Un mensaje cargado de humanidad y vulnerabilidad.
El ciclo de la vida también se aplica en el tenis, según Djokovic

Pese a la tristeza de la eliminación, Djokovic se permitió mirar el momento con madurez. «Supongo que es el círculo de la vida y la carrera. Sabíamos que eso iba a suceder», dijo con una sonrisa resignada.
Aunque su ambición de seguir conquistando títulos sigue intacta, hoy sus prioridades se reordenan: «Los Grand Slams son los torneos más importantes para mí, sin que eso signifique que no quiera ganar otros torneos».
Su mente ya está puesta en Roland Garros, aunque esta vez el camino hacia París se ve más incierto que nunca.
Un cuerpo que ya no responde igual

El serbio también puso en palabras algo que era evidente para sus seguidores: el cuerpo ya no es el mismo.
«En 20 años no me ha pasado lo que en los últimos 12 meses», confesó, abriéndose como pocas veces ante la prensa. «Siempre trato de ser optimista, pero las cosas son diferentes con mis golpes, con mi cuerpo, mis movimientos…», detalló.
Las adaptaciones físicas y emocionales que impone el paso del tiempo ahora forman parte de su día a día como profesional.
La pasión por competir sigue intacta

Pese a las adversidades, el amor de Djokovic por el tenis sigue siendo el motor que lo impulsa. «Cada vez que aparezco en la cancha siento los nervios, el estrés, la emoción… Todavía me gusta competir», aseguró con entusiasmo.
Sin embargo, esa pasión estuvo acompañada de una declaración que hizo temblar a los aficionados. La posibilidad real de que Madrid haya sido testigo de su última aparición en este torneo como jugador.
La posibilidad de un adiós definitivo a Madrid

El momento más conmovedor de la rueda de prensa llegó cuando Djokovic abordó su futuro en el Mutua Madrid Open.
«Este podría haber sido mi último partido en Madrid. No estoy seguro de si voy a volver. Bueno, volveré, pero tal vez no como jugador. Espero que no sea así, pero podría ser».
La Caja Mágica, consciente del peso de sus palabras, lo despidió con una ovación cerrada, como un homenaje a cada recuerdo que dejó sobre su pista.
El impulso italiano en el Madrid Open

Mientras tanto, Matteo Arnaldi celebraba uno de los triunfos más importantes de su joven carrera. «Increíble lo vivido aquí ante el más fuerte de la historia», dijo el italiano, quien por primera vez avanza a la tercera ronda en Madrid.
Su éxito se suma al gran momento que vive el tenis italiano, impulsado por figuras como Jannik Sinner y Matteo Berrettini.
«Somos todos muy amigos y por el nivel que estamos demostrando podemos decir que ahora mismo Italia es un país referente en el tenis», subrayó Arnaldi, mostrando orgullo por la nueva generación.
Roma y Roland Garros: los próximos desafíos para Djokovic

Con la eliminación en Madrid ya en el pasado, Djokovic deberá reordenar sus energías para afrontar el Masters 1000 de Roma, su última gran escala antes de llegar a Roland Garros. La gira sobre tierra batida ha sido complicada. Y es que en Montecarlo también cayó antes de tiempo.
Sin títulos desde el Masters ATP de 2023 -a excepción del oro en los Juegos Olímpicos de París 2024-, su anhelada búsqueda del centésimo trofeo y del vigésimo quinto Grand Slam sigue latente.
A pesar de todo, si algo ha caracterizado a Novak a lo largo de su carrera, es su infinita capacidad de reinventarse cuando todos lo daban por acabado.