Las animadoras tienen un trabajo muy duro… tal vez por eso no se dan demasiado en España. Sin embargo, en Estados Unidos es prácticamente un deporte, que tiene muchos seguidores. Pero para llegar a ser una buena cheerleader, tiene que haber un gran entrenamiento, y haber dejado tras de ti, un montón de epicfails como estos
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Trabajo en equipo
Por algo los entrenamientos se hacen en grupo, y con una colchoneta debajo. Las animadoras suelen hacer muchos equilibrios, y a veces parece un poco estúpido que para tener a dos personas en el aire, haya media docena sujetándolas… para al final caerse igualmente. Pero así de dura es la vida, y solo con ese duro esfuerzo van a poder mejorar.
Eso sí, si una de las que está en el aire es la capitana, probablemente haya tenido un gran cabreo cuando se ha levantado… eso o es que hemos visto demasiadas películas americanas de cheerleaders malas e hipócritas.
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Hombres animadores
Los hombres animadores están de moda, porque de vez en cuando, en el espectáculo se necesita a una persona con algo más de fortaleza física. Pero al parecer, debe de ser un puesto muy cotizado, porque como vemos en el gif, todos se pelean por ser el hombre animador por excelencia. Eso sí, la chica parece estar pasándoselo genial.
Y de todas formas, el truco ha salido muy bien. Porque hasta para esta tontería, se necesita una gran habilidad, cierta fuerza, y mucha coordinación. No solo es tener suerte (que también).
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Tenía hambre, y se la comió
Se dice que las mascotas de equipo suele tener hambre de animadora. Y no nos extraña, pero esta ha llegado al límite. De hecho, es la última vez que se vio a la chica, porque pasó el resto de sus días en ese traje de mascota animadora. Al contrario que las cheerleaders, las mascotas son la parte cutre, la parte por la que las chicas luego se sienten muy guapas, esbeltas, y las mejores del instituto.
Claro que este odio puede llegar a lìmites insospechables, como el odio que te lleva a comerte a una de tus compañeras. Vamos, de hecho, este fue el terror del instituto durante un curso entero. Y sí, es el argumento perfecto para una película de serie B. En conclusión: si eres animadora, no te acerques a la mascota del equipo si no quieres desaparecer.
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Asustar a una animadora
Asustar a una animadora no tiene precio. Pero, ¿quién no se asustaría, si ves a un jugador de casi 90 kilos, corriendo hasta ti con un balón en la mano? En realidad, todo el mundo saldría corriendo, y si no, que se lo digan a los cámaras, que también están un poco asustados, y eso sí, se apartan de su camino, no vaya a ser que les estropee la cámara.
Ahora bien, lo que nos preguntamos es cómo es posible que una animadora, con esos pedazo de tacones y plataformas, pueda correr tanto. Pero vamos, si temes por tu vida, seguro que corres aunque tengas que hacerlo sobre brasas ardiendo. Se dice que ese jugador todavía se sigue riendo del susto que pegó a la pobre chica…
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Expectativas vs realidad
Aquí vemos cuáles son las expectativas de algo, y la realidad que sucede después. Vemos a las compañeras, que hacen todo bien, porque probablemente lleven practicando todo el mes, o todo el año, y luego está la nueva, que confía en sus posibilidades y se arriesga. ¿Para qué? Pues para que le salga como el culo.
Porque el planchazo de espaldas que se pega es único, y seguramente, si se viera el resto del gif, veríamos como las compañeras que tiene al lado, se están riendo de la pobre novata. Pero las novatas están para eso, para hacerlo mal y hacer que se luzcan las veteranas.
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Niños, no practiquéis en casa
Si tu sueño es ser cheerleader, ve a un gimnasio y entrénate. Pero por favor, no lo intentes en casa. Nuestra casa, cualquiera de nuestras casas, es demasiado pequeña o demasiado baja para intentar hacer algo. Es verdad que te da la intimidad y la privacidad que necesitas, pero puede haber algo, como alguien grabando, uqe luego lo estropee. Como le pasó a esta chica, que decidió, con ayuda de su hermana, a probar algo nuevo.
No solo salió mal, sino que para colmo, cuando estaba en el suelo, se le cayó la lámpara encima. La cara de la hermana lo dice todo. Y es por eso, niños, que no debéis imitar en casa, lo que veis en los partidos de fútbol americano.
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No tener madera de cheerleader
Las animadoras molan, sí, pero hay quienes no tienen madera de cheerleader. Es por eso que si eres una de esas personas, que adorarían ser animadoras, pero que has sufrido más accidentes en los últimos meses de prácticas, que en todo tu vida, la verdad es que ha llegado el momento de plantearte si esto de ser cheerleader es para ti.
Porque esta chica parece que ganas le pone, pero si en algo tan básico como quedarse a la pata coja, y a estás fallando, es que algo no estás haciendo bien. Por eso, lo que deberías hacer es pensar bien qué es lo que quieres, y qué es lo que se te da bien.
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…Y desapareció
Hay veces que tienes tanta vergüenza, que te gustaría desaparecer. Bien, a esta chica le pasó. Y no hay mejor manera de hacer las cosas, que desaparecer en un gran final. Probablemente no tendría tan buena puntuación, pero la verdad es que la salida ha sido espectacular. De hecho, todavía se ríen detrás de los bastidores.
Aún así, esto es mejor que empezar con mal pie, porque en este caso, al menos el ejercicio le ha salido redondo. Lo malo es que terminó mal, pero aparte de eso, nada.
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Disimula, disimula
Ser animadora es como ser actriz, que tienes que seguir hasta que la función termine. En este caso, la chica hizo un salto de más, casi por lucirse pero le salió mal, y las demás chicas tuvieron que seguir con la exhibición. Y si implicaba cruzar los brazos y mirar, pues también. Pero al menos la cheerleader sale del apuro, y continúa con su trabajo.
Si es que hay chicas que lo hacen por vocación, y siguen aunque tengan rota hasta el alma.
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Salto al vacío
Seguro que alguna vez nos han dicho, que hay que saltar al vacío, que eso es una cuestión de fe. Y pueden estar en lo cierto, pero a veces nos equivocamos. Por ejemplo, esta chica tenía una gran confianza en sus amigos, pero no volvió a ser la misma desde que los dos idiotas de abajo no la sujetaron.
En todo caso, le sirvió como lección, porque así sabe perfectamente, si puede confiar en ellos. No es que ellos no quisieran agarrarla, pero no pudieron. Literalmente. Entonces, mejor no confiar en esta gente sin determinación. Es una filosofía de vida un tanto atípica.