Llenar el carrito de la compra se ha convertido en un ejercicio de equilibrio para muchas familias españolas. Según el último informe del Observatorio de Precios de Alimentación y Droguería de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), los productos básicos han vuelto a encarecerse en marzo, aunque con una subida más moderada que en meses anteriores. El dato no deja de ser preocupante: la cesta de la compra es ahora un 35,5% más cara que hace tres años.
La OCU ha analizado 101 productos de alimentación y droguería en ocho grandes cadenas de supermercados, ofreciendo una radiografía precisa de cómo evolucionan los precios. Mientras algunos artículos esenciales han tenido bajas significativas, otros como siguen disparando su coste. En este artículo te mostraremos que productos están encareciéndose y qué se puede esperar en los próximos meses.
Frutas y verduras: la inflación que más duele en la cesta de la compra

Si hay un capítulo de la compra que está castigando especialmente a los consumidores, ese es el de frutas y verduras. Según los datos de la OCU, estos productos han subido un 5,96% solo en marzo, liderando el ranking de incrementos. Algunos ejemplos son especialmente llamativos: la ensalada de bolsa ha aumentado un 24%, la cebolla un 13%, las naranjas un 11% y los pimientos verdes un 7%.
Este repunte no es casual. Factores como las condiciones meteorológicas adversas, el aumento de los costes de producción y la fluctuación en la demanda han creado una tormenta perfecta que se traduce en precios más altos en el lineal, según informó la OCU. Para muchas familias, ajustar el presupuesto semanal se ha vuelto una tarea casi imposible, especialmente cuando hablamos de productos que son la base de una dieta saludable.
Huevos y lácteos: subidas que siguen sorprendiendo

Uno de los datos más llamativos del informe de la OCU es el incremento del 24% en el precio de los huevos, un alimento básico en la dieta española. Este aumento, que ya se venía observando en meses anteriores, parece estar vinculado a factores globales, como la situación del mercado avícola en Estados Unidos y los altos costes de producción en Europa.
Pero los huevos no son los únicos afectados. Los lácteos también han experimentado subidas, aunque en menor medida. El yogur, por ejemplo, ha encarecido un 5%, mientras que la leche ha bajado ligeramente (-1%). Estas fluctuaciones reflejan la volatilidad de un sector muy sensible a los cambios en los costes energéticos y las materias primas.
Carne y pescado: productos esenciales que no dejan de encarecerse

La proteína animal es otro de los grandes damnificados de la inflación alimentaria. La OCU destaca que la carne y la charcutería han subido un 1,45% en marzo, con aumentos especialmente significativos en productos como la carne picada (+5%). El pescado, por su parte, ha incrementado su precio un 0,64%, aunque con diferencias notables entre especies.
Ante esta situación, la OCU ha vuelto a insistir en la necesidad de que carne y pescado sean considerados alimentos básicos, lo que permitiría reducir su IVA del 10% actual al 4%. Esta medida, según la organización, aliviaría la presión sobre las familias y garantizaría un acceso más justo a estos nutrientes esenciales.
OCU: el aceite de oliva y otros productos que bajan de precio

No todo son malas noticias. El informe de la OCU también recoge descensos significativos en algunos productos clave. El más destacado es el aceite de oliva virgen extra, que ha bajado un 6% en marzo, sumando así su cuarta caída mensual consecutiva. Este descenso supone un respiro para los consumidores, que habían visto cómo el precio del aceite se disparaba hasta niveles históricos en los últimos años.
Otras bajadas notables son las del jamón cocido (-5%), el aceite de oliva suave (-2%), las peras (-1%) y la leche (-1%). Estos descensos, aunque modestos, ayudan a compensar parcialmente las subidas en otros apartados de la cesta.
Las propuestas de la OCU para aliviar la carga de los consumidores

Frente a esta situación, la OCU no se limita a diagnosticar el problema, sino que también plantea soluciones. La organización considera urgente suspender la segunda subida del IVA aplicada en enero, una medida que grava aún más los productos básicos en un momento de fragilidad económica.
Además, insiste en la necesidad de revisar la categorización fiscal de alimentos como la carne y el pescado, que actualmente soportan un IVA del 10% pese a ser esenciales en la dieta mediterránea. Para la OCU, reducir este impuesto al 4% sería un paso clave para garantizar que todas las familias puedan acceder a una alimentación equilibrada sin sacrificar otros gastos fundamentales.
Conclusión: ¿Hasta cuándo seguirá la espiral de precios?

Los datos de la OCU confirman una realidad que muchos consumidores perciben cada vez que van al supermercado: la cesta de la compra sigue siendo un dolor de cabeza para el bolsillo. Aunque algunas categorías dan señales de moderación, como el aceite de oliva, otras siguen encareciéndose sin tregua, especialmente las frutas, verduras y proteínas animales.
En este escenario, las propuestas de la OCU se presentan como medidas razonables para aliviar la presión sobre las familias. La pregunta que queda en el aire es si las administraciones actuarán a tiempo o si, por el contrario, seguiremos viendo cómo los alimentos básicos se convierten en un lujo para muchos. Mientras tanto, toca seguir ajustando el presupuesto y buscar alternativas para que la salud no pague el precio de la inflación.






















































































































































