La temporada empieza a hacérsele más larga a un FC Barcelona que está mudando de piel de forma radical. De ese equipo dominador y que trabajaba unido contando con alguna genialidad de Lionel Messi un día sí y otro también; ahora hay un grupo de jugadores que salen al campo a tratar de hacer lo mejor que puedan en ese momento y que dependen de ese chispazo del capitán argentino que ya no se produce con la misma frecuencia. Sin embargo, frente a todo un líder como lo era la Real Sociedad que presentó al Camp Nou, el conjunto blaugrana demostró que todavía le queda bien su antigua piel; así sea por un corto periodo de tiempo.
El conjunto catalán jugó la que sin duda fue la mejor primera parte que lleva en toda la temporada y pudo imponerse por 2-1 en un buen juego de ambos equipos. En el pasado queda ese partido engañoso ante una Juventus mermada hace unos meses que solo sirvió para engañar a los barcelonistas más ingenuos. Contra lo jugadores de Imanol Alguacil, los de Ronald Koeman no solo se dejaron la piel en el campo, también pudieron ver que su juego sigue allí; aunque claro está, solo lo pudieron hacer en la primera parte.
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Una primera parte para enmarcar
En un primer tiempo de ensueño, el Barcelona jugó como desde hace mucho no se le veía, al punto que hasta el mismo Imanol admitió precisamente eso en rueda de prensa. Esa presión alta, en la que hasta se vio a Messi tratar de quitar balones barriéndose; esos movimientos constantes para crear oportunidades de pase y con eso oportunidades, también apareció; esos toques precisos pero con sentido de ataque que nada tienen que ver con es posesión inútil en el centro del campo; y ese raudal de juego ofensivo que hizo que el gol de William José se viera tan extraño como los garabatos de un niño, tanto que el Barça ni se inmuto y rápidamente le dio la vuelta al marcador.
Después de tantos juegos sin dar con la tecla, al fin parece que Koeman consiguió que sus jugadores probarán que si salen jugando con la intensidad necesaria desde el inicio, pues pueden hacer mucho daño. El problema es que esa primera parte les pasó factura y en la segunda quedaron a merced de una Real Sociedad crecida que los hizo acabar pidiendo la hora. No obstante, si logran replicar esa primera mitad más seguido, la temporada puede dar un vuelco en un conjunto blaugrana que realmente espera que se reproduzcan las alegrías.
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Esa efectividad que faltaba en el Barcelona
Puede parecer un error hablar de efectividad en el Barcelona tras ver como los goles se les escaparon varias veces a Messi, Braithwaite y, de forma increíble con el arco solo, a Griezmann; pero es que los goles de Jordi Alba y de Frenkie de Jong resolvieron un partido que que si solo se analiza la primera parte, nunca estuvo en peligro, a pesar de que fueron los visitantes los que se adelantaron en el marcador.
Esa ocasiones antes ni si quiera entraban y que tanto el lateral izquierdo como el mediocampista hayan aprovechado las suyas, ya habla de que el camino que están siguiendo es el correcto. Sin embargo, no solo fueron esas dos ocasiones, también fueron efectivos para crear jugadas de gol ante el líder del campeonato y no la mecieron improductivamente en el centro del campo como ante otros rivales. Eso también es efectividad. Al igual que lo que tuvieron en crecimiento de pases y en quites con esa presión alta. El Barça de la primera mitad es el que se espera ver durante toda la temporada y allí la efectividad debe pasar a darse en la regularidad con la que mantienen tanto el nivel físico como ese nivel de juego. En eso deben trabajar.
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De Jong y otros dieron señales de vida
Otra de las virtudes que apareció en este Barcelona es que varias individualidades al fin surgieron, pero no para destacar de forma espóradica; lo hicieron en consonancia con el resto del equipo y en los momentos en los que la jugada pedía que tomaran el control. Futbolistas que se esperan desde hace mucho brillaron, en este caso el más destacado fue De Jong. Su juego de pasar entre líneas con precisión organizar la jugada desde la salida y atreverse a llegar al área contraria, no solo le dieron ocasiones a los culés, también le permitieron marcar su gol.
Junto con el neerlandés destacaron Jordi Alba, que desde hace tiempo no se le veía tan punzante en ataque, al punto de que marcó un hermoso gol; Busquets, que ya no tiene el mismo nivel de antes, pero si logra brillar en momentos importantes puede ser de gran ayuda; Ter Stegen, que una vez más se vistió de héroe, como no hace mucho lo hacía, para salvar al equipo con dos paradones cruciales. Aunque el que más huella dejó fue Pedri. El canario estuvo en todas y ayudo mucho en la ofensiva y se combinó de forma espectacular con un Messi al que comienza a entender a la perfección; incluso apareció en defensa para jugarse el físico y salvar así un gol cantado chocándose contra el poste. Con los jugadores mostrando ese nivel de la primera mitad si que se puede aspirar a más cosas esta temporada.
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La esperanza del Barcelona puede crecer
Ciertamente sería de ilusos pensar que con el juego exhibido en la primera mitad ante la Real Sociedad, el Barcelona puede tener oportunidades de ganarlo todo; pero lo que si da es esperanza para al menos luchar hasta el final y aspirar a crecer mucho más. El conjunto azulgrana dio señas de un hambre que hace tiempo no se le veía, porque en lugar de esperar el chispazo de alguna estrella decidió salir a arropar al rival desde el inicio y confiando en su juego en equipo, tanto que ni el gol en contra los hizo retroceder; porque la confianza que les dio el juego era total, cosa que se confirmó cuando le dieron la vuelta al marcador.
Pese a que esa primera parte podría envalentonar a cualquiera, el equipo catalán no puede caer en ese error debido a que la segunda mitad del compromiso mostró lo que es el Barcelona actual. La regularidad es un punto que aún no dominan y con las expectativas ampliamente superadas en esos primeros 45 minutos, pues mucho peor se vieron después en cancha. Sin embargo, todo lo bueno debe prevalecer y Koeman debe tomar este partido y enseñárselo a los jugadores; porque es el ejemplo perfecto de lo que hay que hacer y a donde no hay que volver en un solo vídeo. La esperanza siempre es lo último que se pierde y el Barça se reengancha a la Liga con todas sus irregularidades en la espalda, pero con la convicción de que puede mejorar si sigue esa senda con la que se volvieron a encontrar frente a la Real Sociedad.
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