Especial 20 Aniversario

El auge de los servicios de impresión 3D: soluciones a medida para múltiples sectores

Durante la última década, la impresión 3D ha evolucionado de manera vertiginosa. Comenzó como una tecnología cuyo uso estaba limitado a los entornos de investigación, transformándose en una herramienta esencial para empresas y particulares.

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De hecho, ahora mismo se puede contratar un servicio de impresion 3d. De esa manera, podemos tener acceso a estas impresoras y a sus ventajas, sin necesidad de comprar una.

¿Qué ofrecen los servicios de impresión 3D?

Este servicio permite a cualquier cliente pasar de un diseño digital a un objeto físico. Con el fin de lograrlo se usa lo que se conoce como fabricación aditiva, que consiste en poner el material capa a capa hasta que la pieza se termina.

Para ello hace falta un archivo 3D (STL, OBJ o 3MF son los formatos más populares), pudiendo elegir el material con el que se va a imprimir, la resolución (a más resolución mejores son los detalles), el color y el acabado.

Los proveedores de estos servicios se encargan de todo, así que una vez que imprimen la pieza, la curan si es necesario, la limpian y la lijan. Así, el cliente recibe su pieza acabada por mensajero sin tener que preocuparse por nada.

Se trata de un servicio muy útil para aquellos que no necesitan producir muchas unidades, al que recurren incluso las empresas, puesto que con ello evitan los procesos de fabricación de toda la vida que son muy caros en series muy limitadas.

Ahora hay una gran diversidad de tecnologías

Con el paso del tiempo, la impresión en 3D ha ido evolucionando. Por eso, ahora ya hay una gran cantidad de tecnologías disponibles.

La más extendida es la denominada como FDM. Usa filamentos de plástico y es la mejor para piezas grandes y en las que no se quiere gastar demasiado.

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Si se necesita una mayor precisión, se puede optar por la tecnología SLA. Aquí el plástico se sustituye por resinas fotosensibles, creándose piezas para joyería o modelismo.

Otra tecnología que permite fabricar piezas complejas es la SLS. El material es polvo de polímero, el cual se funde con láser. Así se consigue fabricar sin crear estructuras de soporte muy complejas (lo que ahorra tiempo y material).

Quizá, uno de los tipos más sorprendentes de impresión 3D es la que se lleva a cabo en metal, con tecnologías como la SLM. Con ella se fabrican componentes de acero, aluminio o titanio, cuyo destino es la industria aeroespacial o la médica.

Principales ventajas de externalizar la impresión 3D

Son muchas las ventajas que tiene dejar esta impresión en manos de terceros, de especialistas con una amplia experiencia.

Una de las principales es la reducción de costes en series cortas. No se requiere la compra de máquinas, ni moldes, ni de consumibles.

El acceso a tecnología muy avanzada sin inversión es otra ventaja. Las impresoras de calidad son caras, en especial las que trabajan con metales como el acero o el titanio.

No hay que olvidarse de la flexibilidad. Lo usual es que las empresas que dan servicios de impresión no pongan un mínimo de piezas para trabajar, de forma que se puede imprimir una sola o un pequeño lote.

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