Carlos Alcaraz no necesita declaraciones para dejar mensajes. Su tenis habla por él. Tras levantar el título en Roland Garros, el murciano sigue encendido y ahora brilla con fuerza en el césped de Queen’s.
Mientras tanto, Jannik Sinner, su principal rival generacional, intenta recuperarse anímicamente de aquella final en París. Sin decirlo directamente, Carlos Alcaraz está marcando el ritmo y dejando claro quién lleva la delantera en este momento de la temporada.
9El espectáculo como bandera

Más allá de los trofeos, Carlos Alcaraz tiene claro su propósito, disfrutar y hacer disfrutar. Su sonrisa en la pista es parte del show. Corre, pelea, arriesga y conecta con el público como pocos.
Esa energía contagiosa, combinada con su talento natural, lo ha convertido en uno de los íconos del tenis moderno. A Sinner no le mandó un mensaje con palabras, sino con hechos. Carlos Alcaraz está aquí, compitiendo, ganando y llevando el tenis a otro nivel.