Disfrutar de un buen helado bajo el sol abrasador del verano es un placer casi universal. En cuanto suben las temperaturas, nuestras visitas al supermercado suelen terminar con el congelador repleto de estos refrescantes caprichos. Pero no todos los helados son iguales. Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), hay dos opciones muy populares que, por su perfil nutricional, conviene mantener lejos de nuestra dieta diaria.
A pesar de su apariencia inofensiva —y muchas veces hasta infantil—, algunos de los helados más vendidos esconden cantidades alarmantes de azúcar y grasas saturadas. La OCU no busca prohibir el placer de darse un gusto, pero sí educar al consumidor. Porque cuando se trata de salud, hasta lo que parece inofensivo puede tener su trampa.
2El Oreo Stick Sandwich: más azúcar que sabor

Si hay un helado que ha logrado conquistar a jóvenes y no tan jóvenes, ese es el Oreo Stick Sandwich, de la multinacional Nestlé. Su presentación es impecable: una especie de sándwich en formato de palo con las míticas galletas Oreo como protagonistas. Pero el envoltorio, por más apetecible que sea, no cambia lo que hay dentro.
Según el análisis de la OCU, este helado contiene nada menos que 31 gramos de azúcar por cada 100 gramos. Y como si fuera poco, 13 gramos de grasas saturadas, un dato especialmente preocupante si consideramos que estas grasas están directamente relacionadas con problemas cardiovasculares y de colesterol alto. En otras palabras, este producto está lejos de ser inocente.
Pero el problema no termina ahí. A diferencia de otros postres que al menos aportan algo de fibra o micronutrientes, el Oreo Stick Sandwich carece por completo de elementos que puedan equilibrar su perfil nutricional. La OCU destaca que este tipo de helados son un ejemplo claro de productos que se diseñan pensando más en la adicción al sabor que en el bienestar del consumidor.
Y lo más inquietante: al tener una presentación atractiva y un formato cómodo, es uno de los favoritos entre los niños. La OCU lanza una advertencia clara: el diseño del producto y su promoción están orientados a un público vulnerable, lo que convierte este helado en una elección especialmente delicada para las familias.