El uso de un viejo tren siembra las dudas por los descarrilamientos Cercanías

A medida que pasan los días siguen apareciendo nuevos datos sobre las cada vez más comunes incidencias del servicio de cercanías de Madrid. Los descarrilamientos, que se han vuelto parte de la rutina en el servicio, parecen ocurrir cada vez de forma más seguida. Pero según informan fuentes internas del servicio de Cercanías, el intento de remediar la primera falla puede haber sido uno de los motivos de la segunda y la tercera.

Los trenes que se descarrilaron cerca de la estación de Atocha el 5 y 8 de diciembre no debían haber estado rodando en esa vía. Se trataba de dos trenes 450, usualmente clasificados como «buques» por los maquinistas. Estos no debían pasar por el túnel que se usó como reemplazo tras el primer Talgo que sufrió un descarrilamiento a finales de noviembre, y donde típicamente se descarrilan este tipo de vehículos en las pruebas, pruebas cuyo resultado se repitió antes de los descarrilamientos con usuarios de este mes. 

Es un error del que Adif y Renfe tendrían que responsabilizarse, pero lo cierto es que no aparece reflejado en el informe de la primera, compartido por el ministro de transporte y movilidad sostenible, Óscar Puente, en su espacio favorito: Twitter. En el mismo se asegura que «no hay una causa clara del mismo», lo que contradice el testimonio recibido por este periódico. El misterio entonces es saber por qué se usaron trenes que no debían rodar en ese túnel.

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La respuesta puede ser relativamente simple: No hay más opciones. Los trenes 450 son material descrito como antiguo, de hecho no son demasiado comunes incluso en el Cercanías de Madrid, de donde estos se han ido retirando a medida que se ha ido adquiriendo nuevo material rodante. Si se usaron en esta ruta es fácil pensar que no hubiese demasiadas opciones además de estos trenes.

Eso explica también la posición demostrada por el Ministro en la reciente sesión del congreso, ha asegurado que el próximo año empezarán a llegar los trenes que se han comprado. «Y con eso vamos a resolver muchos problemas en todas las zonas de nuestro territorio», explicó, aunque es cierto que hablaba primordialmente de Galicia, todo indica que la compra será generalizada, y sin duda se muestra que en Madrid es necesaria la llegada de nuevos trenes.

De hecho, la preocupación puede ser que se le dé demasiada prioridad a la alta velocidad en detrimento de los servicios de Cercanías y Media distancia. Es un error que incluso desde los sindicatos se ha señalado a Renfe, en especial desde la liberalización que ha hecho que la empresa estatal pise el acelerador del AVE y el AVLO para mantener el liderazgo en el permanente «juego de trenes» que mantiene con Iryo y Ouigo.

EL INFORME DE ADIF SIGUE SIN DAR RESPUESTAS

Dado que las limitaciones de velocidad sugeridas en el informe no han sido suficientes y que el mismo no da un motivo para los descarrilamientos, la preocupación de los usuarios es evidente, ¿Cuándo volverá a haber una incidencia?

Asumiendo que Adif no considere a lo interno que el problema es el tipo de tren utilizado en esta vía, algo que no se ve reflejado en el texto compartido por Puente en Twitter, y que se mantenga la rutina actual parece cuestión de tiempo. Lo cierto es que aunque el nuevo ministro quiera cerrar su primer mes presumiendo de su llegada «triunfal» tras tres descarrilamientos en Cercanías y un intento de huelga abortado por los sindicatos para no hacerle el juego a Vox la situación de Madrid puede ser especialmente tortuosa.

Empeora todo para él que Madrid no es una de las comunidades interesadas en gestionar internamente el servicio de Cercanías. La Comunidad ha dejado claro que lo que espera es que desde la empresa estatal se hagan responsables por las incidencias, así como los problemas de puntualidad que forman parte del día a día de los usuarios de los servicios de cercanías. 

LA REUNIÓN PENDIENTE DE MADRID CON EL MINISTERIO PARA ARREGLAR EL CERCANÍAS

Como es de esperarse, sobre todo cuando el Gobierno nacional y el de la capital están en manos de partidos diferentes, en Madrid no han dejado de subrayar la mala gestión de Renfe en el servicio de Cercanías. De hecho, la Comunidad ha pedido una reunión urgente con el ministerio y de momento solo ha recibido algún comentario sobre las decisiones de la comunidad para expandir el metro en Twitter, además del bloqueo en la red social de varios dirigentes que incluyen a José Luis Martínez-Almeida.

De momento esto deja a la comunidad con una situación complicada, y en la que ni siquiera tiene potestad para tomar alguna medida para resolver el problema. Es que aunque el ministro saque el pecho en su red social y asegure que «de los problemas que tenga la red de cercanías de Madrid ya se ocupa el Gobierno de España», las últimas dos gestiones no han hecho nada para resolver los problemas que tiene la red en la capital.