Es posible que cuando se estrenó Posesión infernal (Evil Dead) allá por 1981 ni siquiera el director Sam Raimi pensara todo lo que llegaría después. Hoy en día, tanto la cinta original, en la que el terror, el gore y el humor se daban la mano, como sus secuelas son consideradas de culto. Y no solo eso, sino que han inspirado todo tipo de revisiones cinematográficas, series, cómics, videojuegos… Sus seguidores, especialmente en Estados Unidos, continúan teniendo a la trilogía en un altar.
Por eso no resulta extraño que en estos tiempos de secuelas, remakes y franquicias exprimidas hasta la saciedad, Evil Dead continúe siendo un atractivo demasiado potente como para abandonarlo sin exprimir. La nueva entrega de la saga, Posesión infernal: El despertar, apuesta por rendir tributo a toda su trayectoria, pero inyectando también sangre fresca. Y nunca mejor dicho, porque sangre hay para dar y tomar…
Posesión infernal, un despertar pensado para los fans
En esta ocasión ha sido el cineasta Lee Cronin (Boque maldito), quien se ha encargado de coger el relevo al veterano San Raimi a los mandos del proyecto. No solo en la dirección, sino en lo que se refiere también a la historia. El argumento cambia completamente con respecto a lo visto en entregas anteriores, y se centra en las peripecias de dos hermanas, cuyo reencuentro se ve lastrado por la aparición de los demonios típicos de la franquicia.
De hecho, uno de los aspectos más significativos de Posesión infernal: El despertar pasa porque casi todos los elementos habituales están ahí, pese a las novedades. Comenzando por el mítico libro que creó el escritor estadounidense H.P. Lovecraft, el Necronomicón, y que Raimi utilizó como origen de sus demoniacas aventuras.
Para ser precisos, el punto de origen es prácticamente el mismo. Después de que el destino de las dos protagonistas de la cinta (bastante desafortunadas) se una de nuevo, un terremoto deja al descubierto un secreto oculto. Uno de los chavales de la casa encuentra casualmente un extraño libro, y a partir de que lea algunos de sus pasajes, el infierno llega a la tierra para hacer de las suyas. Como hemos dicho, Posesión infernal: El despertar tiene mucho de nuevo, pero también de clásico. Si lo suficiente o no, está por ver todavía.
La respuesta de los fans
Hasta la fecha (el film se estrena ahora en España) los críticos han sido más que benevolentes con la película. La gran mayoría de los especialistas coinciden en que Posesión infernal: El despertar no solo está a la altura de lo que se podría esperar de ella, sino que incluso en muchos aspectos sorprende gratamente. Mucho se ha hablado, por ejemplo, de la angustiosa atmósfera del film, y de su trepidante ritmo. Dos factores que, en cierta y medida y sin pasar por alto la evolución del cine, ya estaban en las entregas originales con Bruce Campbell a la cabeza. Quizá, eso sí, la cinta apunte más al miedo como tal sin hacer tan evidentes sus toques cómicos. Una decisión que, en cualquier caso, parece lógica hoy por hoy.
Aunque como decíamos la crítica se ha mostrado generosa con el estreno, toca esperar para saber qué dirán los jueces que realmente importan: los fans. Sobre todo teniendo en cuenta que en la actualidad hay muchísimos casos en los que los supuesto expertos van en una dirección y el público en otra. No son pocos los casos en los que se ha hablado de la falta de objetividad que ha invadido este gremio, habitualmente bastante cañero en sus comentarios. Ojalá el de Posesión infernal: el Despertar no termine por ser uno de estos casos.
