La irresistible salsa para hacer las mejores costillas al horno

-

Hoy, vamos con una receta de costillas al horno cuyo sabor ha probado ser irresistible, hasta para aquellos que tienen los gustos más refinados, porque no hay nada más delicioso que una buena carne de costillas al horno de cerdo que se deshace en la boca, bañada con una salsa espectacular, así que la receta que te traemos hoy es la de costillas al horno con salsa de miel y mostaza, de modo que apúntatela para una ocasión especial, o para cuando quieras consentir a tu familia.

2
Pasos para la elaboración de las costillas al horno de cerdo con salsa de miel y mostaza

Comienza por encender el horno, para precalantarlo, a 180º C, para que esté a punto cuando termines la elaboración de este platillo de costillas al horno de cerdo con salsa de miel y mostaza. A continuación, coloca las costillas de cerdo en una bandeja apta para el horno, sazonándolas con sal y pimienta al gusto, por los dos lados y cuando el horno esté caliente, mételas por alrededor de veinte minutos.

Aprovecha ese tiempo para ir mezclando en un recipiente el aceite, la miel y la mostaza y lo dejas en reserva. Cuando se hayan cumplido los veinte minutos de cocinado de las cortillas al horno, hay que sacarlas teniendo cuidado para que no te quemes, y usando un pincel de cocina, pinta todas las costillas al horno con la salsa que preparaste, por encima y pode debajo, así que busca algo que te permita darles la vuelta con facilidad, ¡recuerda que están calientes!

Cuando hayan quedado bien pintadas, mete nuevamente las costillas al horno por alrededor de quince minutos, pasados los cuales, las tiene que sacar y volver a pintar con el mismo procedimiento, por arriba y por debajo. Vuelve a meter las costillas al horno y déjalas cocinas por otros quince minutos.

En caso de que todavía no se hayan dorado, porque sabemos que cada horno tiene sus propias características, súbele la temperatura a unos 200º C y sigue horneando por unos minutos más, hasta que se hayan dorado completamente las costillas al horno. Subir la temperatura al final de la cocción es muy bueno, porque ello garantiza no sólo que quedan doradas, sino que estarán crujientes por fuera y tiernas por dentro.