Un balance del plan de ahorro energético de Sánchez. Como resultado del conflicto Rusia-Ucrania la crisis energética se ha agudizado en Europa y como consecuencia los precios de servicios como la electricidad y el combustible se incrementan cada día, llegando a afectar incluso el estilo de vida de muchas familias.
En España se habla del plan de ahorro energético desde el pasado mes de agosto 2022 cuando el propio Presidente de Gobierno Pedro Sánchez se quitaba la corbata, un plan que estaba en línea con el objetivo europeo de reducir el consumo de gas un 7 %.
Dentro de las medias adoptadas en el llamado plan de ahorro energético de Sánchez destacan; la limitación de la temperatura del aire acondicionado, apagar las luces de los escaparates y edificios públicos desde las 22.00 horas, el cierre automático de puertas y la instalación explicativa de la sensibilización.
Para incrementar las medidas de ahorro energético, en el mes de octubre pasado el Gobierno anuncio otro conjunto de medidas pertenecientes al Plan Mas Seguridad Energética (+SE), que incluía el fomento de la energía renovable y la ayuda al sector agrícola y ganadero y en general para reforzar la protección de los ciudadanos frente a la subida de los precios provocada por la guerra en Ucrania, además recalcaba la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera que ese plan se seguiría actualizando, dada justamente la incertidumbre generada por la evolución de la guerra y sus terribles consecuencias para la economía.
El Plan más seguridad energética (+SE) de Sánchez
En términos generales el Plan +SE como se ha catalogado el plan de seguridad y ahorro energético de Sánchez incluye 73 medidas que se engloban en seis grandes objetivos; ahorro y energía, transformación del sistema energético, ampliación de la protección a los ciudadanos, especialmente los más vulnerables, medidas fiscales, transformación de la industria gracias a las energías renovables o el hidrogeno y solidaridad con el resto de los países europeos.
Todas estas medidas adoptadas por el Gobierno de Sánchez están en línea con las medidas adoptadas por la Unión Europa, dentro de las que destacan, desacoplar el precio del gas del precio de la electricidad, cambiar los indicadores que utilizan todos los operadores como referencia del precio del gas, acelerar la transformación del sistema energético y realizar una reforma estructural del mercado eléctrico.
Ahora bien, España a diferencia de otros países europeos no depende de las importaciones energéticas rusas y hasta donde se sabe tiene garantizado el suministro de electricidad y gas natural, de hecho España exporta gas y electricidad a países vecinos como Portugal y Francia.
Un dato que llama poderosamente la atención, ya que en la encuesta Ipsos (Investigación de mercados), se consultaba sobre la responsabilidad de las recientes subidas de precios, si se deben principalmente al comportamiento de Rusia, a lo que el 65 % de los españoles respondió que sí es responsabilidad del conflicto Rusia-Ucrania, mientras que solo el 56% de los europeos considera que la subida de precios no solo depende del conflicto en Ucrania, sino de otros factores.
Los resultados de la encuesta Ipsos en España
De acuerdo a los datos recopilados por Ipsos (Investigación de mercados) en un estudio sobre la opinión de los ciudadanos europeos acerca de la respuesta de la Unión Europea frente a la crisis energética, los resultados no llegaron a sorprender.
En el caso de España, según el estudio Ipsos, el 84 % de las personas manifestó estar de acuerdo con las medidas adoptadas por la Unión Europea con relación a la crisis energética, este apoyo se incrementa a un 86 % cuando se les consulto a los españoles sobre las medidas adoptadas por la Unión Europea para reducir la dependencia del gas y el petróleo rusos.
Con relación a los cambios que están dispuestos a hacer en el hogar y en el estilo de vida en general para reducir el consumo de energía y gas, a diferencia del resto de los europeos que un 95 % ha señalado que han tomado medidas personales para reducir el impacto de los precios en la factura, solo el 52 % delos españoles están dispuestos a apagar las luces cuando salen de una habitación y desenchufar aparatos electrónicos.
Este tipo de medidas adoptadas por los españoles también se hizo sentir en menor mesura cuando hablamos de las alternativas al uso del coche, según el estudio en España solo 1 de cada 4 está dispuesto a usar una moto, caminar, ir en bici o utilizar el transporte público como alternativa al coche.
Lo cierto es que España ha resultado ser el país de las contradicciones, estamos experimentando una subida de precios en servicios de electricidad, gas, combustible, alimentación, y pese al plan de seguridad energética del gobierno, nuestras acciones en lo personal no se corresponden con las del resto de los europeos.
