Muchas veces perdemos la fe en la humanidad, cuando vemos actos que nos parecen bárbaros. Sin embargo, aunque no te lo creas, sigue habiendo muchas personas en el mundo, y muchas de ellas tienen buenas intenciones. Y gracias a esas personas, el mundo es un lugar mejor, desde luego.
Si crees que has perdido la fe en la humanidad, aquí tienes unas cuantas imágenes que harán que esa fe vuelva. Porque un mundo mejor no se hace de la noche a la mañana, sino que pequeños actos buenos se van juntando cada día, hasta que nos damos cuenta de que el mundo, de repente, no es tan malo.
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Rumanía
Las protestas siempre son un caldo de cultivo para varios conflictos. Es por eso por lo que puede llegar a ser de lo más peligroso, y muchas personas recomiendan a los más pequeños de la casa, y a los jóvenes, que no se acerquen. Pero otros tantos, les enseñan precisamente cómo hacer una lucha pacífica. Y al final dan imágenes como estas.
Esto sucedió en las protestas de Rumanía hace un par de años. Un padre con su hijo van y dan a los policías un globo en forma de corazón. Esto es algo habitual, ya que se suele usar ciertos elementos para la lucha pacífica. El hombre aceptó el globo, y dio lugar a una imagen enternecedora. Pero también hay que tener en cuenta que detrás de estas imágenes siempre hay algo más.
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Koala
Esta imagen dio la vuelta al mundo, y la verdad es que no nos cansamos de verla. Porque aquí podemos ver cómo un bombero no solo es un héroe por ser una persona que extingue el fuego y se enfrenta a los peligros, sino también porque ayuda a animales que pueden estar indefensos.
No estamos hablando del típico gatito en un árbol, que también eso hace que restauremos nuestra fe en la humanidad, sino también en esta ayuda un poco más atípica. Porque las prioridades son salvar el planeta, sí, pero también todo lo que hay en su interior. Yo, desde luego, le daría un abrazo a ese bombero por todas las hazañas que ha hecho.
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Taiwán
Hay actos de bondad en todos lados, y en todos los aspectos de la vida. Y este por ejemplo es uno. Una maratón en Taiwán, donde vemos que en esta carrera, la deportista Jacqueline Kiplimo ayuda a un compañero durante la competición. Es algo de agradecer, tener siempre en cuenta a los demás.
No estamos solos en este mundo. No tenemos por qué vivir solos. Porque las aventuras, si son en compañía, son mucho mejor. Así que ten en cuenta esto cuando creas que el mundo sería mejor si no vivieran tantas personas en él. Todos somos necesarios, y todos aportamos algo, así que… a seguir viviendo.
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Finlandia
Con el dinero nos solemos volver muy egoístas. Y es que no pensamos que, cuando nos encontramos cierta cantidad de dinero, alguien lo ha perdido. Pero bueno, esto no pasa en todo el mundo. Si no, mira la foto. Lo que dice el papel básicamente es dónde lo ha encontrado y a qué hora, para que el dueño de esos veinte euros se de cuenta de que es suyo.
Probablemente en cualquier otro país, eso lo diera por perdido. Esto ocurrió en una residencia universitaria. Y ahora ponte a pensar. ¿Tú harías esto? ¿Podrías devolver esta cantidad de dinero?
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Adolescentes solidarios
Esta imagen es de Serbia, y es una de las cosas más solidarias que verás entre adolescentes. Decidieron renunciar a los vestidos de su graduación, y todos acordaron en llevar ropa simple (un poco más arreglados, eso sí). A cambio, todo el dinero que ahorraron, decidieron dárselo a los más necesitados.
Llegaron a conseguir 300.000 dinares, que al final se destinaron a familias cuyos hijos tenían problemas graves de salud y financieros. A veces vemos casos únicos de solidaridad. Pero este es un caso colectivo, entre gente joven, que hasta ahora no habíamos visto.
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La historia de Guo Shidzhin
Esta es una de esas historias que inspiran, y sabemos que hemos encontrado a una persona realmente buena entre un millón. Shidzhin provenía de una familia pobre, por lo que tuvo que hacer grandes esfuerzos para conseguir una oportunidad para estudiar. Su madre, que ya no vivía con él, tenía trastornos mentales, y él la estuvo cuidando todo el tiempo.
Cuando ingresó en la universidad, sucedió una desgracia: su padre, que le había mantenido, tuvo un accidente, y se quedó paralítico de cintura para abajo. Entonces tuvo que elegir entre seguir estudiando, o cuidar a su padre. A cambio, pidió permiso a la universidad para que su padre pudiera vivir con él en la residencia de estudiantes. Demostró que podía hacer las dos cosas, y tiene unas notas excelentes.
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Cubrir a los demás
Esta historia sí que dio la vuelta al mundo, y probablemente te suene, porque internet contó todos los detalles posibles sobre ella. Ocurrió en Río de Janeiro, Brasil, y vemos cómo un turista, al salir de la playa, se da cuenta de que esta niña, que estaba pidiendo en la calle, no tenía zapatos.
En vez de darle dinero, le dio algo más valioso: le dio sus propios zapatos. Porque a veces no estamos teniendo en cuenta qué es lo que no tienen los demás, y cuando nos damos cuenta, puede que nos sintamos peor. No todos tenemos las mismas oportunidades, así que lo mejor es que juguemos nuestras cartas lo mejor posible.
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Musulmanes protegiendo a cristianos
Esto ocurrió en Egipto, y aunque parezca insólito, no lo es tanto. Nos llega demasiada información, y mala información, que produce un odio entre diferentes religiones, cuando hay lugares en los que ese odio no es tal que así. Y podemos ver que en Egipto, a pesar de las protestas y de las rebeliones, hay actos que nos tocan el corazón.
Aquí vemos como unos musulmanes protegen una iglesia durante una misa navideña en Egipto. Los cristianos también hicieron lo propio en este mismo país, por lo que solo nos queda preguntarnos: ¿de dónde viene el odio que nos transmiten?
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Riadas
Las riadas son uno de esos desastres naturales contra los que poco se puede hacer. Por supuesto, el instinto de supervivencia marca siempre las posibilidades de cada uno. Pero no es lo único importante. Y lo que vemos es cómo un niño, intenta salvar también a un ciervo en las riadas.
Esto ocurrió en Bangladesh, y poco más podemos comentar, porque ya sabes que una imagen vale más que mil palabras. El niño es de lo más valiente, y se merecería más que un premio. Es difícil salvar a alguien o algo, cuando ese algo también intenta sobrevivir, y puede que sea algo tozudo. Pero esperemos que esto tuviera un final feliz.
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Ayudando a un elefante
Esto ocurrió en la India, y la verdad es que fue un acto verdaderamente bondadoso. Todo empezó cuando unos viajeros que se encontraban en un tren, vieron de paso cómo un pequeño elefante, probablemente una cría, estaba atrapada en ese hueco en el suelo. Entonces, los viajeros convencieron al maquinista de que parara.
No solo ayudaron a salir a ese pequeño elefante, sino que también le dieron de comer, y llamaron a rescatistas profesionales para que esta pequeña criatura pudiera salir del pozo donde se encontraba. Y es que también se puede saber mucho de la gente por el modo en el que tratan a sus animales o a otros.
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