España es líder del paro en Europa pero no encuentra trabajadores para miles de empleos

Es otra de las paradojas que se dan en economía, y en este caso en lo laboral: España no encuentra trabajadores. El Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) acaba de publicar un listado de ocupaciones del segundo trimestre de 2022 que no encuentra candidatos para cubrir los puestos. ¿Cómo es posible que España no encuentra trabajadores, con una tasa de paro del 13% y casi 3 millones de desempleados no cubra tantos empleos?

La lógica nos puede llevar a pensar que los ‘ninis’ (personas que ni estudian ni trabajan), las expectativas de querer trabajar en lo suyo o ver que no les compensa si están cobrando paro o cualquier otra ayuda. ¿Es así o es un argumento recurrente o demagógico? Es cierto que antes los niños querían ser astronautas, profesores, médicos o científicos, y ahora sueñan con ser youtubers, influencers o streamers de Twitch. Lo que no ha cambiado es que quieran ser futbolistas o músicos.

Pero obviamente no solo de eso vive el hombre. Es más, hace tanto o más falta el que te sirve el menú en el restaurante, asfalta las calles, suelda vigas en un edificio o te repara la persiana. Pero, desgraciadamente, no sólo en estos empleos se hace complicado cubrir todas las vacantes, si no en otras más especializadas, como el sector naval.

El catálogo de Ocupaciones de Difícil Cobertura lo publica el Ministerio de Trabajo y Economía Social y enumera las profesiones con las ofertas de empleo más difíciles de cubrir. La lista se renueva cada trimestre y lo divide por provincias y ciudades autónomas. Hay ciertas variaciones, pero en general hay un denominador común que se repite en la mayoría, en cuanto a qué profesiones son las más problemáticas para encontrar candidatos.

España No Encuentra Trabajadores

Entre ellos, están la de frigoristas navales, jefes de máquina de buque mercante, maquinistas navales, mecánicos de litoral, mecánicos navales, o pilotos de buques mercantes. Luego vienen otros empleos muy diferentes que puede sorprender más: deportistas profesionales y entrenadores deportivos. En los primeros casos argumentan como razón la dureza del trabajo, ya que muchas veces te obliga a pasar meses fuera, alejado de la familia.

Pero también hay dificultades para cubrir puestos clave para la sociedad y la economía como sanidad, ingeniería, logística, reparto a domicilio o retail, como apuntó otro informe reciente de Adecco Group. También señaló que las principales posiciones que no se cubren son para agentes de venta telefónica, mozos de almacén, repartidores y dependientes. Si observamos estas últimas vacantes, se acrecienta mucho la demanda en época de más compras, como Black Friday, rebajas y Navidad. Pues, a pesar del paro existente en España, se las ven y se las desean para cubrirlas.

POR QUÉ SE PRODUCE LA PARADOJA DE QUE ESPAÑA NO ENCUENTRA TRABAJADORES

Y si se analiza desde fuera, de las más increíbles: ¿un país como España con tanto paro endémico y que no es capaz de cubrir la demanda en tantos sectores? Hay otro informe de 2015 de ManpowerGroup, llamado ‘2015 Talent Shortage Survey’ y que sigue vigente en sus conclusiones. Decía que «mucho más grave que la incidencia del paro es la escasez de talento en numerosos perfiles y, por supuesto, la ausencia de capacidades y habilidades necesarias que, increíblemente, llevan a la escasez de candidatos aptos para un puesto.

Esto reduce la competitividad de las organizaciones y su capacidad para servir a los clientes; implica un descenso del compromiso y reduce la innovación y la creatividad, al tiempo que exige unos costes de compensación cada vez más elevados».

«mucho más grave que la incidencia del paro es la escasez de talento en numerosos perfiles»

El 52% de los empleados reconocía tener grandes dificultades para cubrir algunos puestos por lo que denominaban «escasez de talento». Un 35% de las compañías se refería asimismo a la «falta de experiencia» de los candidatos, mientras que un 25% se quejaba del conocimiento del negocio de los aspirantes y también de su cualificación formal.

No digamos ya sectores duros como el campo. Muchos agricultores y empresarios del sector se quejaban de la dificultad de encontrar personas dispuestas a trabajar en esas duras tareas. Lo mismo ocurre con otras igualmente sacrificadas, como pescadores, transportistas, manufactura, mantenimiento de carreteras o cuidadores.

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ENTRE LA NECESIDAD Y LA REALIDAD

España no encuentra trabajadores pero necesita más de 100.000, y tiene casi 3 millones de parados. Resulta difícil de creer, pero se dan dos circunstancias que explican con cierta lógica la situación: por un lado, en cuanto a los puestos de alta cualificación, ya que los bajos sueldos y pésimas condiciones laborales, en muchos casos, de estos empleos que les deben de cubrir gente muy preparada, hace que muy a su pesar acaben emigrando a otros países donde les ofrecen mejores condiciones y sueldos mucho más altos, aparte de sentirse más valorados profesionalmente.

En cuanto los puestos de más baja cualificación, podría ser más complicado encontrar los motivos, pero aquí entran también los sueldos y condiciones, pero con otras consecuencias. No es que se vayan a otro sitio a buscar trabajo o procuren formarse para aspirar al supuesto empleo que anhelan y que les hacen rechazar estos, sino que directamente, en muchos casos, no compensa trabajar. Y es que con el paro, ayudas y trabajos esporádicos en la economía sumergida, ganará tanto o más, o aunque ganen menos, se ahorran horas de trabajo duro y buscan otras oportunidades o directamente no las buscan.

En este sentido, ha surgido una vez más la polémica entre los que consideran que no es así y que es insultar a quien no tiene empleo, tachándoles de vagos o de aprovecharse de las subvenciones, y los que ven incluso lógica esa decisión, motivada por unos empresarios y empleadores que ofrecen condiciones a veces insultantes o rozando lo ilegal. Quizá la respuesta esté en un punto medio, pero la realidad es que España no se libra de esa tasa de paro endémico de dos cifras, esa falta de mano de obra tanto cualificada como no cualificada, y un claro plan de empleo que ponga criterio tanto para el empleador como para el empleado.