El 18 de septiembre recordamos a un gran místico, San José de Cupertino

El Santoral Católico nos brinda otra oportunidad para felicitar a todos los José y Josefa que conozcamos que como podrás imaginarte, en España son muchos. Si hacemos caso de los datos que nos suministra el Instituto Nacional de Estadística, tan sólo los caballeros son más de 500.000, así que aunque los hayas felicitado el 19 de marzo, que coincide con el día del padre, hoy puedes hacerlo nuevamente, y no te olvides de felicitar también a las damas. En cuanto a San José de Cupertino, destacó entre su comunidad cristiana porque tenía gran facilidad para llegar al éxtasis cuando entraba en oración.

San José de Cupertino

San José De Cupertino

San José de Cupertino fue un religioso italiano cuya canonización se llevó a cabo el 16 de julio de 1767, por el Papa Clemente XIII. Siendo niño, tuvo una vida un poco complicada, porque fue el hijo de una familia de escasos recursos, que pasaba muchas penurias económicas. De adolescente, trató de entrar en la Orden de los Franciscanos, pero lamentablemente no fue admitido. Tiempo más tarde fue admitido en la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos, pero fue expulsado de dicha congregación pocos meses después por causa de tener una personalidad despistada. La relación con su madre tristemente no estaba pasando por el mejor momento por causa del fallecimiento de su padre, así que se trasladó hasta el convento de los franciscanos, conde finalmente pudo convertirse en un religioso más de la misma con plenos derechos en el año 1625.

Pudo llegar a ordenarse como sacerdote luego de que pasaron 3 años, en los que tuvo que llevar a cabo penitencias muy duras, que tuvo que realizar también en los primeros años del ejercicio de su carrera como sacerdote ordenado. Por lo que respecta a la vida de San José de Cupertino, ha quedado registrado en los archivos de la congregación que tuvo una especial facilidad para poder abstraerse mientras oraba, de modo que era capaz de alcanzar el éxtasis de manera recurrente durante la celebración de la Santa Misa. Otra característica que quedó registrada es que tenía la capacidad de levitar mientras se encontraba en ese estado, por lo que llamaba mucho la atención y la gente de la población comenzó a asistir a los sitios donde San José Cupertino oraba como si se tratara de un espectáculo o para pedir favores, porque la tradición cuenta que gracias a ello se pensaba que el santo podía acercarse a Dios, por lo que los superiores de la comunidad se prohibieron asistir a la misa en público y rezar junto con la comunidad.

El Santoral Católico del 18 de septiembre debe ser completado con otros santos y beatos, quienes junto con San José de Cupertino, son recordados por sus obras y sus vidas en pro de la expansión de la fe en Cristo, entre los cuales podemos mencionar a San Eurmenio de Gortina, San Eustorgio de Milán, San Ferréolo de Limoges, San Ferréolo de Vienne, San Océano de Nicomedia, San Senario de Avranches, San Ricarda de Andlau, Santo Domingo Trach y Beato Carlos Eraña Guruceta.