Hay fotografías tan crueles, que no deberían existir. Y de entre todas estas, los selfies son las fotografías del diablo. Son homenajes al ego. Y luego hay otros selfies que son mucho peores. Y estas son unas cuantas.
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Cuando tu cámara tiene otras prioridades
Sí, a veces no eres tú el que falla a la hora de hacer la foto, sino tu propia cámara, que es quien te trolea, y cree que el rostro de la persona que debe enfocar, no eres tú, sino el culo de un caballo. Eso no es bueno para tu ego. Pero tampoco lo es que luego lo subas a la red, porque quedas como un ser patético.
Será que los cuartos traseros del caballo tienen una belleza especial que no todo el mundo puede apreciar, claro está. Bueno, sí, tú cámara sí que sabe apreciarlo, y desde luego que el chico este también. Si no, no habría subido esta maravillosa foto con la que deleitarnos. Dentro de unos años será toda una obra de arte.
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[nextpage title=»El inútil que no sabe»]
El inútil que no sabe
Luego hay otras fotos, que no se sabe por qué se sube a Internet. Muchos dirán que esto no es un selfie, y eso es porque no lo habéis visto bien. De hecho, son dos espejos, y en el de la derecha, puedes ver que hay una mano saludando. Lo que pasa es que la persona es tan inútil, que no se ha dado cuenta de que no salía en la fotografía.
O puede que simplemente el chico o la chica en cuestión quería enseñarle a su madre esos fantásticos espejos que hay en casa de la abuela. O el magnífico papel pintado que hay, porque quiere poner el mismo. Da igual lo que intentemos explicar, es un selfie estúpido que no tiene ningún sentido.
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Esto
Esto no debería existir. De ninguna manera. En ninguno de los universos. ¿En que cabeza cabe que esto puede ser atractivo? El tipo cree que esto puede ser sensual, y el resultado es… pringoso. No hay más, es pringoso, y punto. Viendo esta fotografía, muchos deseamos que la cámara termine pringosa, o algo peor.
Aún así, si me dicen que este tipo ha conseguido cazar a alguna pobre indefensa, le daría un aplauso. Puede que sea en un universo distinto, o en su mente perversa llena de sueños inútiles, pero… quién sabe, a lo mejor es su forma de ligar. Seguro que hay formas peores.
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[nextpage title=»Tristeza»]
Tristeza
Si tuviera que ponerle un título a esta fotografía, sería «Tristeza», o «patetismo». Bueno, no es tan patético, porque sabemos que hay como mínimo dos personas: la chica, y la persona que toma la foto. Al menos, lo celebran fuera, y tienen tarta que soplar. Pero el hecho de hacerse un selfie ella misma, es de lo más triste.
Como si no tuviera nadie con quien celebrarlo. Podría ser peor. Podría ser cantado el «cumpleaños feliz» por la gente del restaurante, y estar ella sola.
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[nextpage title=»Vergüenza»]
Vergüenza
No sé a vosotros, pero a mí me dan ganas de darle un bofetón a la niña. Tiene, al que es probablemente su abuelo, moribundo en el hospital. Y a ella solo le apetece hacerse unos selfies como si fuera la reina del mambo. Vamos, que se le quitaba la felicidad de un sopapo.
En realidad, hay mas fotos en la larga lista de la serie. Solo esperamos que a medida que haya hecho las fotos, el pobre hombre se haya muerto.
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[nextpage title=»Molón»]
Molón
Este niño no tenía móvil o cámara con la que hacerse una foto, y se dijo: «bueno, pues con el ordenador». Entonces, como no tenía ningún portátil a mano, decidió llevarse al baño el ordenador de mesa. Es decir, no podía simplemente quedarse en el escritorio sentado y hacerse un selfie con la cámara frontal, que lo tiene.
No, lo que tenía que hacer era cargar con todo el armatoste y hacerse un selfie molón en el baño, como todo el mundo. Porque los chicos populares lo hacen y porque eso es lo que cuenta, claro.
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[nextpage title=»El del cortacésped»]
El del cortacésped
Porque no hay nada mejor que un selfie con tu cortacésped. Piénsalo: es lo más necesario que tienes, te quita la hierba, y triunfas haciéndote una foto con tu querida máquina. No, ahora en serio, ¿cuál es el propósito de esto? ¿Ver quién tiene el cortacésped más chulo? Tal vez, solo tal vez, sea un concurso.
Pero no, porque viene de un perfil en el que absolutamente todas las fotos son tipos con cortacésped. Extraño y bizarro.
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[nextpage title=»La que no deja dormir»]
La que no deja dormir
Tener un perro es tener un tesoro. Por eso siempre tienes que tratarlo bien. Y de vez en cuando, debes dejarlo dormir. Hacer estas fotos con tus mascotas no es malo, solo hay que dejar que descansen un poco. Si quieres hacer la gracia, bien, pero quieras o no, da un poco de pena. Es como si haces una fotografía a tu abuelo dormido.
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[nextpage title=»Uhm.. ¿qué?»]
Uhm.. ¿qué?
Esta es una de esas fotos que se deberían borrar en cuanto se hicieran. Porque ni la chica sale bien, ni creemos que la intención fuera salir tan mal. Una de dos: o le han robado la cámara, y los ladrones han subido la foto para hacer la gracia, o es un exnovio con ganas de venganza. En cualquiera de los dos casos, la chica sale perdiendo.
Aunque eso sí, también es culpa de ella, por no borrar la foto enseguida.
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[nextpage title=»Estos japoneses»]
Estos japoneses
Hay personas que tienen la insana necesidad de hacerse una foto en cualquier parte. Y este hombre es una de esas personas, porque hay una serie de fotografías, según el ángulo. No es que le guste uno de sus perfiles, sino que le gustan todos. Se quiere demasiado a sí mismo, y necesita verse constantemente, com Narciso.
A esos, habría que pegarles una somanta de palos con el palo de selfie hasta que se le quite la idea de hacerse fotos en el metro, que puedan perturbar a los demás.
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[nextpage title=»Era la única en la que salía bien»]
Era la única en la que salía bien
Otra de hospitales. ¿Qué le pasa a la gente? ¿Estamos involucionando? Porque a la chica le da igual tener a su padre, o a quien sea, detrás de ella, mientras salga bien en la fotografía. Ojo, que no digamos que sale mal, pero hay gente que no sabe cuál es el momento o el lugar para hacerse un selfie.
Para aquellos necios que necesiten una clase: nada de funerales, hospitales con familiares enfermos, o abuelos durmiendo. Es una regla básica. Cuando aprendas esto, lo demás estará tirado.
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[nextpage title=»Jynx»]
Jynx
¿Conocéis el pokemon Jynx? Es lo que intenta emular esta chica. Y la verdad es que le queda de una forma decente. Sin embargo… queda un poco extraño. Más que nada porque en realidad parece que tiene la cara de un gastly, y dos jigglypuff como pechos. Pero el intento es lo que cuenta, y no le queda tan mal, desde luego.
Los que son fans de pokemon sabrán a lo que me refiero.
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[nextpage title=»Aburrimiento en clase»]
Aburrimiento en clase
Es evidente que algunas clases de la universidad no son demasiado entretenidas. E incluso es posible que haya asignaturas que sean mortales, y que te caigas del sueño. Podemos pasar, incluso, que te hagas un selfie y la cuelgues en Facebook. Lo que no puedes hacer es hacer que se note demasiado, y cargar con el portátil de la manera que lo hace esta chica.
De hecho, se merecería que se le cayera delante de toda la clase y que se le destrozara. O que le profesor le tirara una tiza y se le cayera a la cabeza.
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[nextpage title=»Niño, ¿a que te meto un sopapo?»]
«Niño, ¿a que te meto un sopapo?»
Eso es lo que parece decir el abuelo, que se está lavando las manos, mientras su nieto hace un selfie en el baño. Por lo menos no le ha pillado haciendo pis, porque igual ya le metía un guantazo que le dejaba la cara del revés. Porque no hay nada más peligroso que enfadar a un abuelo. Normalmente son seres entrañables.
Pero cuando les enfadas, es posible que sean mucho más peligrosos que un tigre con hambre.
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[nextpage title=»¿Mi coche ardiendo? ¡Selfie!»]
¿Mi coche ardiendo? ¡Selfie!
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[nextpage title=»Muerte por hashtags»]
Muerte por hashtags
Si hay que penalizar algo, deberían ser los hashtags. Una cosa es poner uno o dos, que desde luego, no pasa nada, nada. Pero cuando pones tantos hashtags, como cuando juegas al «94%», debe considerarse delito, que es lo que ha hecho este chico. Además, pone desde «happy» hasta «best of the day».
Vamos, que lo mejor de ese día es esa foto, y por eso está feliz. En cualquier caso, el chico no parecía tan extraño. Lo que sí es extraño es la obsesión que tiene por los hashtags, y su poco resultado, porque tampoco debe tener demasiados «likes».
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