Si te encuentras en la provincia de Madrid y quieres hacer una escapada, te presentamos los pueblos medievales más interesantes al alcance de tu mano. Y es que, en la comunidad de Castilla y León se encuentran localidades, existentes desde el medievo, repletas de encanto.
En particular, hay un pueblo de la provincia de Segovia que merece un viaje sin falta. Descubre en el siguiente artículo cuál es ese pueblo medieval y otros que puedes visitar de la misma comunidad autónoma.
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Maderuelo (Segovia)
La Villa de Maderuelo, de la provincia de Segovia, es declarada como conjunto histórico-artístico. Se sitúa sobre una gran colina, rodeada por el embalse de Linares. En el siglo X la villa fue repoblada por el conde castellano Fernán González y posteriormente saqueada por ejércitos de Almanzor.
De la villa podemos destacar las iglesias románicas de San Miguel, y de Santa María. Por sus calles podremos contemplar casas nobles con simbologías en piedra con la temática templaria que nos llevan hasta el torreón que fue el antiguo castillo. Maderuelo conserva, de la época musulmana, algunos restos arquitectónicos únicos en Segovia.
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Ayllón (Segovia)
En Segovia se encuentra otro maravilloso pueblo medieval, Ayllón. Lo mejor es perderse por sus callejuelas y encontrarse con su ayuntamiento, sus monasterios e iglesias.
Estos monumentos nos hablan de la importancia que adquirió tiempo atrás esta localidad, hoy algo olvidada. Su importancia radicó principalmente por el mercado ganadero y de la lana que se exportaba al norte de Europa.
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Puebla de Sanabria (Zamora)
Puebla de Sanabria es una localidad muy turística. Cientos de viajeros recorren sus calles a lo largo del año, y es que esta localidad bien merece un viaje. Como cualquier villa medieval que se precie, cuenta con su imperial castillo.
Este monumento, el castillo, es visitable y en él encontrarás distintas habitaciones recreadas en el medievo, varias armaduras y una exposición muy interesante acerca del lobo y su importancia en la Sierra de la Culebra. Muy cerca de esta localidad se encuentra el lago de Sanabria, donde uno puede pasear, bañarse e incluso practicar deportes acuáticos.
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Castrillo de los Polvazares (León)
El siguiente pueblo medieval de la lista es Castrillo de los Polvazares. Se trata de una pequeña localidad donde se ha conservado de maravilla la arquitectura popular tradicional con fachadas de piedra y sus puertas de madera pintadas en verde.
La totalidad de las calles están empedradas, algunas de ellas formando dibujos en el suelo. A su lado pasa un río con un puente que se estima que es de procedencia romana. Bien merece la pena visitar este lugar donde encontrarás un remanso de paz y tranquilidad.
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Peñalba de Santiago (León)
En un recóndito punto del llamado valle del silencio, se halla Peñalba de Santiago, una maravilla en medio de las montañas. Uno de sus mayores atractivos son sus casas, todas ellas de piedra y pizarra a juego con sus calles.
Al pisar este pueblo tendremos la sensación de haber aterrizado con la máquina del tiempo varios siglos atrás. Con poca accesibilidad debido a su localización, es el lugar ideal para perderse. Su iglesia es una de las pocas iglesias califales con arcos de herradura que se conservan en la península. Llegar hasta allí es toda una aventura, pero que sin duda, merece la pena vivir.
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Frías (Burgos)
A continuación, debemos de hablar de Frías. Se encuentra enclavada sobre un montículo de gran elevación, y es uno de los lugares con menos habitantes de España, 282. Eso sí, es uno de los enclaves medievales con más encanto del país.
Sus fachadas de adobe, piedra y entramado de madera son increíbles. Vale la pena recorrer sus calles estrechas y elevadas para llegar al castillo desde donde se divisan las tierras verdes y agrestes que rodean la localidad.
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Pedraza (Segovia)
Otro lugar al que debes acudir sin falta es Pedraza. Este pueblo apenas ha cambiado desde hace más de ocho siglos ya que, gracias a una orden urbanística del propio pueblo, no se puede construir o rehabilitar una casa allí si no se sigue el estilo tradicional.
El encanto de la localidad atrae a cientos de turistas durante todo el año. Especialmente en verano, cuando se celebran los conciertos de las velas, días en los que se apaga el alumbrado público y se ilumina toda la localidad con velas, ofreciendo conciertos de música clásica en su plaza mayor.
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Calatañazor (Soria)
A su vez, otro pueblo medieval al que merece mucho la pena dirigirse es Calatañazor. Allí, sobre la atalaya natural que conforma el río Milanos a su paso por tierras sorianas, se dio un tipo de arquitectura muy singular que aún se conserva.
Destacan sus chimeneas y el color ocre de la piedra que cubre sus fachadas. Realmente, parece que no hubiera pasado el tiempo en Calatañazor, y ese es uno de sus principales encantos.
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La alberca (Salamanca)
En la sierra de Francia se encuentra La Alberca, una preciosa localidad que conserva en perfectas condiciones su arquitectura tradicional. Muestra de ello es su iglesia en piedra y el resto de calles.
Por su ubicación montañosa, la Alberca, un tanto aislada, mantiene tradiciones y costumbres únicas cuyo origen se remonta en muchos casos al medievo. Es sin duda uno de los lugares más particulares de la península y al que debes de dirigirte sí o sí.
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Covarrubias (Burgos)
Por último, pero no menos importante, tenemos que hablar de Covarrubias. Se trata de una pequeña localidad bañada por el río Arlanza que aún conserva buena parte de su patrimonio medieval.
De hecho, hay muy pocos monumentos en el mundo que se conserven en perfecto estado con más de 1.000 años de antigüedad, y uno de ellos está en Covarrubias, el Torreón de Doña Urraca. Sin duda, es un lugar lleno de historia y cuenta con un encanto especial.
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