Después de más de dos años sin pisar España a causa de la pandemia, Julio José Iglesias regresaba a nuestro país el pasado mes de diciembre y, con la simpatía y la espontaneidad que le caracteriza, se pronunciaba por primera vez sobre su separación de Charisse Verhaert después de 16 años de relación. «Si queríamos ser felices, no podíamos seguir juntos. Se había acabado el amor de pareja. Quedaba el cariño, la amistad… y eso lo mantenemos. Es mi mejor amiga y hablamos todos los días» confesaba entonces el hijo de Julio Iglesias e Isabel Preysler, admitiendo que rehacer su vida sentimental no entraba en sus planes en esos momentos ya que, después de tanto tiempo con la modelo, necesitaba estar una temporada solo.
Algo que continúa manteniendo casi seis meses después, como ha confesado en su reaparición en la fiesta que ‘Multiópticas’ ha organizado en Madrid para presentar la nueva colección de ‘MÓ’. Casualmente, mientras Julio José disfrutaba del evento – que contó con las actuaciones de Bertín Osborne y Omar Montes -, a pocos kilómetros de allí Tamara Falcó arropaba a Íñigo Onieva en la inauguración del nuevo restaurante del grupo ‘Mabel Hospitality’, para el que trabaja el ingeniero.
Una noche muy especial en la que el cantante impactó por su aspecto físico, ya que parece haber hecho un pacto con el diablo y luce la misma sonrisa juvenil y el mismo cabello oscuro de cuando tenía 20 años. Y eso que ya ha cumplido 49. «Estoy de maravilla» afirmaba, asegurando que su madre y Mario Vargas Llosa están muy bien tras haber superado el Covid, pero sin pronunciarse sobre los rumores que apuntan a que su padre estaría atravesando un momento delicado de salud debido a los problemas de movilidad que padece.