La salsa mandarina es una de las mejores opciones entre las salsas cítricas para acompañar el pollo asado. Gracias a su dulce sabor y al toque exacto de acidez que tiene cuando se encuentra madura, esta fruta combina a la perfección sin necesidad de añadir azúcar adicional.
Para acompañar la carne de ave, las salsas de toques agridulces son las más resultonas. Y si aunado a esto, tomamos en consideración que la temporada de máximo esplendor de la mandarina se encuentra cerca, es comprensible que se busque aprovechar su sabor. Te invito a preparar esta sencilla salsa para que acompañes el pollo asado y te deleites con su sabor.
La salsa de mandarina una de las mejores para acompañar el pollo
Nada se compara al placer de disfrutar un pollo asado acompañado de una buena salsa. Y es que, si de por sí esta carne es sumamente nutritiva y deliciosa, cuando se acompaña con una salsa de gran sabor, la experiencia termina siendo sencillamente fenomenal.
Más allá de la tradicional salsa de mostaza y miel, la mandarina se impone como una de las frutas aprovechables de esta temporada. Como te he mencionado, gracias a que su sabor es dulzón y cítrico a la vez, no requiere de la adición de grandes cantidades de azúcar para poder disfrutarla, lo que la convierte además de deliciosa, en completamente saludable.
La mejor base para una salsa divina: unas mandarinas de calidad
Escoger unas mandarinas de buena calidad garantiza que la salsa termine siendo realmente rica y que combine de manera perfecta con el pollo.
En líneas generales, al escoger mandarinas selecciona aquellas de piel lisa y brillante. Su aroma también es importante, mientras más aromática sea, más en su punto justo de maduración se encontrara. Evita las que al tacto se sientan muy duras y cuya piel se sienta agrietada o muy estirada, pues estas tienen poco jugo en su interior.