Sánchez evita aclarar si él autorizó la entrada de Ghali

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha evitado aclarar si fue él quién autorizó la entrada en España del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, que está siendo investigada por los tribunales. No obstante, ha defendido que esta gestión se realizó «conforme a la ley» y que el Gobierno hizo lo que debía, al ser preguntado por la imputación de la ex ministra de Asuntos Exteriores Arancha González Laya.

En rueda de prensa en Nueva York, donde acude a la Asamblea General de la ONU, Sánchez ha recordado que «hubo una petición humanitaria para salvar una vida a una persona que estaba a punto de morir», en referencia a que el líder del Polisario tenía COVID-19 y por ello fue hospitalizado en Logroño tras su llegada a España.

En este sentido, ha defendido que lo que hizo el Gobierno entonces fue «dar una respuesta humanitaria a una persona que estaba a punto de morir», insistiendo así en el argumento esgrimido desde el primer momento por el Ejecutivo para autorizar la llegada a España de Ghali.

«El Gobierno de España hizo lo que debía, que es dar respuesta a esta cuestión humanitaria, y lo hizo como debía, conforme a la ley», ha abundado, sin responder a la pregunta de si fue él quién dio la autorización final para que se produjera la acogida del líder del Polisario.

Las palabras de Sánchez se producen después de que este martes se supiera que el titular del Juzgado de Instrucción Número 7 de Zaragoza, Rafael Lasala, ha citado como imputada a González Laya en relación con el llamado ‘caso Ghali’.

SORBE EL POSIBLE PASAPORTE FALSO: «A VER EN QUÉ QUEDA»

Preguntado en concreto sobre el hecho de que Ghali pudiera haber usado un pasaporte falso -una de las cuestiones que se están investigando–, Sánchez ha asegurado que hay que ver «en qué queda» ese asunto.

«El Gobierno hizo lo que debía, que era dar una respuesta a una respuesta a una cuestión humanitaria. Lo hicimos como debimos para salvarle la vida a una persona», ha zanjado el presidente, sin hacer en ningún momento alusión expresa a la exministra ya su papel en esta crisis.

GRAN OPORTUNIDAD PARA RESTABLECER LA RELACIÓN CON MARRUECOS

Por otra parte, preguntado por la grave crisis diplomática que desató Marruecos por el malestar que le generó la acogida en España del líder del Polisario –y que tuvo como consecuencia la entrada masiva de personas procedentes de Marruecos en Ceuta–, Sánchez ha asegurado que existe una «gran oportunidad de restablecer las buenas relaciones con Marruecos» y también de que se pueda hacer «de manera sólida».

El presidente se ha hecho eco así, aunque sin mencionarlo, del discurso que ofreció en agosto el Rey de Marruecos Mohamed VI, en el que expresó su intención de inaugurar una «nueva etapa inédita» en la relación con España, construida sobre la base de la «confianza, la transparencia, el respeto mutuo y la honra de los compromisos»; unas palabras que el Ejecutivo interpreta como un claro gesto hacia la normalización de las relaciones.

En cuanto a la Reunión de Alto nivel que estaba programada para diciembre del año pasado y que se pospuso por el Covid, Sánchez no ha querido aventurar cuando podría retomarse, y se ha limitado a afirmar que ahora miso «se está formando un nuevo gobierno en Marruecos».

«Vamos a esperar a que se construya. Lo que ha sucedido en estos meses, en agosto, demuestra que estamos ante una gran oportunidad no solo de restablecer buenas relaciones con Marruecos, sino de que también podamos hacerlo de manera más sólida, con nuevos fundamentos. Estamos a la espera de poder celebrar esa importante reunión», ha apostillado.

De momento, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, y su homólogo marroquí, Nasser Bourita, ya se han emplazado a mantener próximamente una reunión en persona, para seguir dando pasos hacia esa normalización. Así lo acordaron en la conversación telefónica que mantuvieron este martes con motivo de la Asamblea General de la ONU.

Albares solicitó este encuentro en su afán por «consolidar» la relación entre España y Marruecos de «respeto mutuo», y «dar un paso más en la normalización» tras la crisis de Ceuta, según informaron fuentes diplomáticas. No obstante, la reunión fue por teléfono, ya que el ministro marroquí no se ha desplazado a Nueva York.

La reparación de la relación con Marruecos fue uno de los objetivos que el jefe de la diplomacia española se marcó tras asumir la cartera de Exteriores en la remodelación que hizo el presidente Pedro Sánchez a mediados de julio, sustituyendo a Arancha González Laya. La ministra terminó su mandato sin haber vuelto a hablar con su homólogo marroquí desde que se produjo la crisis de Ceuta a mediados de mayo, y con duras críticas por parte del reino alauí por la entrada de Ghali en España.