viernes, 19 abril 2024 18:11

Los ‘méritos’ de Zidane para que Florentino Pérez lo eche de una vez

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Una vez más, el Real Madrid que dirige Zinedine Zidane pasa por horas bajas. El varapalo que supuso haber caído de la Champions League a manos del Chelsea era algo que podría entrar entre los planes; sin embargo, lo malo de toda la situación vino por cómo se cayó. El conjunto londinense no solo fue superior al equipo blanco, el problema es que no dio margen al más mínimo atisbo de duda; porque la superioridad de los de Thomas Thuchel fue tal que de haber sido un poco más certeros y el portero merengue no se llamara Thibaut Courtois, la historia hubiese sido mucho peor. Al ver esta eliminación, los blancos pueden sacar muchas conclusiones, aunque las más contundentes dejan en muy mal aposición al entrenador francés.

Ciertamente lo de Zidane esta temporada ha sido una constante montaña rusa; porque ha logrado combinar momentos especialmente malos, en los que ha sido duramente criticado, con otros de genialidad pura, en los que sus planteamientos funcionaron y obtuvo grandes triunfos. Justo en este tramo final ha entrado en la zona en la que es fuertemente juzgado y su cargo vuelve a estar en juego una vez más. Lo sucedido ante el Chelsea ya comienza a pasar factura y son muchas las voces que piden a Florentino Pérez que evalué su situación; todo al ver que ante los blues cometió errores de bulto, impropios de una entrenador de su calibre y en una instancia en la que no había margen de error. Las malas decisiones que tomó costaron muy caro y ahora podría decir adiós por unos fallos que se pudieron haber evitado.

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Zidane no controló bien su plantilla

Zidane
El francés no supo gestionar bien a sus jugadores

Aunque aquí se pueda pensar que poco tiene que ver Zidane con las más de 60 lesiones que ha sufrido la plantilla del Real Madrid esta temporada, pues eso tiene que ver más con la mala fortuna; la verdad es que la confección de la plantilla, las bajas que se han producido en el curso y el reparto de los minutos entre lo miembros del equipo, en eso si ha tenido mucho que ver el entrenador francés. A pesar de que había piezas que no iba a utilizar en lo más mínimo (Bale, James Rodríguez…), otras las hubiera aprovechado bien si se lo proponía (Reguilón, Brahim Díaz…); pero al final esas salidas terminaron pesando todas al quedarse sin hombres que utilizar ante tantas lesiones.

Junto a eso hay que añadir que el cansancio del equipo es muy palpable a estas alturas de la temporada, pues ante el Chelsea se vieron completamente sobrepasados en todos los aspectos; pero en lo que se refiere al aspecto físico se notó claramente. Esto se le puede achacar al francés dada su poca fe a la hora de rotar; cierto que muchos pueden alegar que cuando intentó rotar, la jugada le salió mal, pero eso no es del todo correcto. Zidane no hacía cambios precisos y en partidos de poco riesgo, sus rotaciones eran masivas y duelos trampa; así que cuando jugadores poco habituales se encontraban en el campo, estos palmaban de forma estrepitosa. Por eso dejó de rotar y exprimió tanto su 11 titular que en este punto están extenuados y ante los ingleses eso se notó mucho.

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Ese planteamiento ante el Chelsea

Zidane
Zidane falló en su dibujo contra el conjunto inglés

Entre las malas decisiones de Zidane no solo se encuentra esa de exprimir hasta la saciedad a sus hombres titulares, al punto de que ahora están reventados; ante el Chelsea le dio un ataque de «entrenador», de esos que tantas veces le han dado a Pep Guardiola cuando quiere darse aires de «inventor del fútbol». Contra los ingleses falló a todos los códigos que pueden existir en el vestuario y además removió la alineación de una forma tan inverosímil que ni sus propios jugadores lograron entender el dibujo. Lo primero que hizo mal fue darle entrada a hombres como Sergio Ramos, Hazard y Mendy, que apenas estaban saliendo de lesiones. Pese a su importancia y a lo que representan en el vestuario, sobre todo Ramos, el tono físico y el ritmo competitivo son cosas que no se recuperan con el nombre y eso Zidane lo olvidó por completo.

Para poder colocarlos no solo cambió el sistema, sino que dejó a otros que estaban en mejor forma física afuera para meterlos a ellos y en otros casos fue peor, pues puso jugadores fuera de sus puestos. El peor de estos casos fue el de Vinicius; porque para dejarle la banda izquierda a un recién recuperado Hazard, el entrenador galo colocó al brasileño de carrilero y además por su banda mala, la derecha. Obviamente, nada de esa locura funcionó. Hazard estuvo invisible y Vinicius no pudo ser feroz en ataque y en defensa cometió muchos errores. El dibujo de Zidane falló y su ataque de «inventor» dificultó mucho más las posibilidades de un Madrid atado por su propio esquema mal armado.

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Tardó mucho en meter mano

Zidane
Zidane no estuvo rápido para cambiar su sistema de juego

Ya el último error que cometió Zidane en el duelo ante el Chelsea fue que, luego de darse cuenta que se equivocó totalmente con el planteamiento, no cambió rápido el dibujo del equipo. Esa pizarra que tantas veces le había funcionado, como ante el Barcelona o ante el Liverpool, esta vez le falló y en vez de dar marcha atrás para que el equipo tratará de levantarse, el galó siguió esperando en vano alguna respuesta. Hazard brillaba por su ausencia, Vinicus se vio desbordado, el mediocampo hizo aguas ante un portento físico como el de Kanté y Jorginho y Benzema era un islote apartado de todos los demás; todo eso tardó más de una hora en verlo y cuando hizo los cambio ya todo fue muy tarde.

Tuchel armó un buen equipo que lo privo de explotar todas las virtudes que tiene y los puso a chocarse una y otra vez de frente contra su defensa, a correr detrás de Kanté y a sufrir de la explosividad de Mount. Con un Zidane más concentrado en ganar la eliminatoria en lugar de complacer a «vacas sagradas» y jugadores favoritos, tal vez el dominio del Chelsea no hubiese sido tan categórico; sin embargo, esa pasividad en la banda sorprendió a todos y dejó al equipo blanco a merced de otro que se vio infinitamente superior. Ahora el futuro no está nada claro para el galo y aunque sobre la mesa podría tener ofertas interesantes, pronto deberá decidir si acepta alguna de ellas o permanece en un Madrid en el que se epsera que reflexione y haga mucho mejor las cosas.

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