La APIA condena el asesinato de dos periodistas españoles en Burkina Faso

La presidenta de la Asociación de Periodistas de Información Ambiental (APIA), María García de la Fuente, ha condenado el asesinato de dos periodistas españoles –cuyos nombres responden a las siglas D.B.A. y R.F.F– en Burkina Faso, donde trabajaban en un documental para denunciar la caza furtiva y los esfuerzos de las autoridades del país africano y las comunidades que habitan en los parques naturales del país así como sobre el uso de los recursos naturales en África.

En declaraciones, ha lamentado la situación que «desgraciadamente se repite» y que también afecta a los guardabosques y «otros colectivos de defensa de la naturaleza».

«(El suceso) nos reafirma en la posición de la búsqueda de un consenso mundial que vele por preservar este continente, como garantía de la vinculación necesaria ente la naturaleza y el ser humano», ha manifestado.

Por último, ha defendido en nombre de APIA que para que siga habiendo información «rigurosa y de calidad» el trabajo de los periodistas es esencial.

Los dos periodistas habían sido dados por desaparecidos este lunes tras un ataque por un grupo armado este lunes en el este de Burkina Faso. Pero según ha confirmado este martes en la rueda de prensa posterior al Consejo de ministros la ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, ambos habrían sido encontrados sin vida.

González Laya ha informado de que de acuerdo con los datos facilitados por las autoridades burkinesas sobre los cadáveres hallados en el lugar de los hechos confirma que se trata de los dos españoles desaparecidos. Las familias ya han sido informadas, ha puntualizado.

Ambos formaban parte de un grupo de unas 40 personas con las que se perdió el contacto hacia las 15.30 horas del lunes en un parque natural situado en la frontera entre Burkina Faso y Benín, una «zona peligrosa por ser campo de operaciones de terroristas, cazadores furtivos y bandidos», ha subrayado González Laya, que ha lamentado la «triste noticia».

Los dos españoles, ambos varones, se encontraban en paradero desconocido junto a un irlandés y un miembro de las fuerzas de seguridad burkinesas tras un ataque ejecutado por personas armadas no identificadas contra una patrulla mixta de la unidad contra la caza furtiva en la provincia de Kompienga (este).

Los medios locales habían informado de que dicho ataque se saldó con tres heridos y cuatro desaparecidos y posteriormente han indicado, citando fuentes de seguridad, que los tres occidentales han sido ejecutados por sus captores, si bien otros apuntan a que habrían resultado heridos en la emboscada.

El ataque, perpetrado cerca de la localidad de Pama, capital de la provincia, se saldó además con el robo de armamento y equipamiento por parte de los asaltantes. Entre el material se encuentran dos ametralladoras montadas sobre vehículo, un dron, doce motocicletas y receptores de frecuencia.

El este y el norte de Burkina Faso han sufrido un aumento de la inseguridad durante los últimos años, especialmente a causa del repunte de los ataques por parte de grupos yihadistas, entre ellos la rama de Al Qaeda en el Sahel, el Grupo para el Apoyo del Islam y los Musulmanes (JNIM), y Estado Islámico en el Gran Sáhara (ISGS), que han provocado además un incremento de los enfrentamientos intercomunitarios.