Cómo hacer el bizcocho de pueblo extra tierno y extra esponjoso

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¿A quien no le gusta un bizcocho? Algo tan sencillo pero tan rico y esponjoso que se puede disfrutar en cualquier momento del día acompañado con té, café o leche o sencillamente solo. Por ello conoceremos un poco de su historia y de unos trucos que nos permitirían hacer un bizcocho tierno y esponjoso, sin grumos de la harina.

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Trucos para realizar un bizcocho extra esponjo y extra suave

  • La receta del bizcocho: se debe seguir la receta al pie de la letra, no la modifiquemos ni cambiemos ninguno de sus ingredientes o cantidades de los mismos a nuestra preferencia, pues debe existir un equilibrio en la preparación.
  • Los ingredientes: los mismos deben estar a temperatura ambiente, esto quiere decir, dejar fuera de la heladera unas horas antes de utilizarlos para preparar el bizcocho.
  • Los huevos: los huevos se deben airear, es decir, batirlos bien hasta que aparezca una mousse blanquecina, se puede utilizar varilla eléctrica o a mano. 
  • Esencia y aromatizantes: estos deben ser de calidad, bien sea en pasta o líquidos se agregaran a la preparación del bizcocho.
  • La harina: la cual debemos tamizar para su uso en el bizcocho. Esta solo se debe batir hasta que se integre completamente, una vez logrado no seguir batiendo para que no se apelmace.
  • Aceite de oliva, de girasol o mantequilla: cualquiera de las tres debe ser de excelente calidad para agregar a nuestra preparación de bizcocho y se debe agregar junto con el batido de los huevos hasta blanquear.
  • Los líquidos: normalmente se usa leche porque da más sabor pero se puede utilizar zumo o puré de frutas, nata incluso y es el último ingrediente a  añadir en la preparación del bizcocho y debe ser tibia.
  • El molde: utilizar un molde adecuado puede ser desmoldable o no, de metal: acero o hierro reparten mejor el calor. El molde debe ser acorde a la cantidad de mezcla preparado para el bizcocho, que esta no se bote del mismo. Engrasaremos  el mismo con aceite, mantequilla o spray.
  • El horneado: los hornos son mundos diferentes por lo tanto lo esencial es que el mismo esté a la temperatura deseada para introducir la mezcla de nuestro bizcocho y así poder controlar el tiempo de cocción. La temperatura ideal 170 grados C y los 180 grados C por unos 40 minutos.
  • El desmolde: este debe hacerse de manera correcta para que no se estropee el bizcocho, se apaga el horno entre abrimos el horno por unos 5 minutos sacamos dejamos reposar 10 minutos más. Pasado ese tiempo desmoldamos y dejamos que se enfríe en una rejilla.