Los geólogos proponen hacer mapas de riesgos y prevención en el Himalaya

El Ilustre Colegio de Geólogos (ICOG) ha propuesto hacer mapas de riesgo y prevención de deslizamientos de glaciares en el Himalaya para evitar muertes y daños materiales, ya que la inestabilidad de las laderas rocosas en las altas montañas es «predecible».

El experto en riesgos naturales del Colegio de Geólogos, Joan Manuel Vilaplana alerta de que la retirada rápida de los glaciares deja al descubierto rocas en las vertientes elevadas, los que condiciona los desprendimientos y deslizamientos.

Respecto a la situación en España, destaca que las zonas montañosas como los Pirineos es «poco probable» que ocurra un fenómeno como ha sucedido en el Himalaya esta semana pero advierte de que sí son «frecuentes» los desprendimientos y los deslizamientos en las laderas de los valles altos.

El pasado domingo en el norte del estado indio de Uttarakhand, una enorme y súbita gran riada cargada de fangos y detritos (sedimento de rocas) asoló el alto valle del río Dhauliganga en el Himalaya de India.

El experto explica que la tragedia de la India tiene su origen en el flujo de detritos y su desencadenamiento se puede atribuir a un enorme deslizamiento que se produjo en una ladera del Trisul peak (7.120m). «Una gran avalancha de rocas se precipitó ladera abajo arrastró hielo, nieve y derrubios hasta el fondo del valle dónde inició la gran riada» añade.

Asimismo, recuerda que en España sí se han producido episodios de flujos torrenciales de detritos, como ocurrió la avenida torrencial que arrasó el camping de Las Nieves en Biescas (1996) que provocó 87 muertos. En todo caso, señala que los mapas de peligrosidad y los riesgos son las mejores herramientas de prevención para evitar futuras tragedias.

Además, explica que la retirada rápida de los glaciares que dejan al descubierto la roca en vertientes de elevadas pendientes, así como la fusión del permafrost (capa de suelo permanentemente congelada) en las laderas rocosas «condicionan estos escenarios de desprendimientos y deslizamientos».

En relación a estos georriesgos en España, Vilaplana admite que un episodio como el de la India es «poco probable» ya que «las zonas de alta montaña y los pequeños glaciares –todos en proceso de desaparición– no presentan la misma problemática que el Himalaya o los Alpes».

No obstante, en glaciares como el de Monte Perdido (Pirineos) «sí se podrían producir roturas y desprendimientos de bloques de hielo».* La rotura de una gran bolsa de agua asociada al frente de un glaciar es un «fenómeno geológico relativamente frecuente» en los frentes de glaciares en retroceso, dónde actualmente, debido al calentamiento global, «ha aumentado la fusión y la inestabilidad del hielo glaciar» precisa.

Sin embargo, el geólogo expone que lo más frecuente en nuestras montañas son los desprendimientos y deslizamientos en las laderas de los valles altos, así como la formación de flujos de detritos en cabeceras de torrentes y ríos.

«Los episodios de lluvias intensas, cada vez más frecuentes, que erosionan y arrastran derrubios han sido, y lo seguirán siendo en el futuro, los responsables de daños en las zonas expuestas al riesgo de riada», advierte.

El portavoz de Riesgos Naturales del Colegio de Geólogos recuerda la tragedia de Biescas en 1996, donde una avenida torrencial súbita de alta energía arrasó el Camping de Las Nieves con el trágico balance de 87 muertos y 187 heridos y se pregunta cómo pudo autorizarse un camping en un cono de deyección de un torrente donde la probabilidad de inundación era tan elevada.

Por eso, para evitar tragedias en el futuro, el Colegio de Geólogos considera «imprescindible» acciones de prevención como la realización y posterior aplicación «efectiva y vinculante» de mapas de peligrosidad y riesgo de estos fenómenos naturales a la escala adecuada para ordenar el territorio, las infraestructuras y el urbanismo, con criterios de seguridad.

Finalmente, insiste en que estas cartografías deben ser «de obligado cumplimiento» para mejorar la gestión del riesgo. La solución está «en el conocimiento científico-técnico», según Vilaplana que destaca que cada vez hay más herramientas «tecnológicamente avanzadas para predecir la ocurrencia de estos fenómenos».