Mascarilla: Cómo cuidar las orejas después del maltrato que sufren a diario

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Hace tan solo un año nadie hubiera imaginado que tendríamos que llevar todos los días una mascarilla y de la misma manera, tampoco pensamos que llevar una mascarilla sería, en ciertas ocasiones, tan doloroso y molesto. El hecho de que no estamos acostumbrados a llevar mascarilla termina pasándonos factura sobre todo cuando las utilizamos durante mucho tiempo seguido. A veces también puede ocurrir que las mascarillas que usamos no tienen las tiras demasiado largas y nos crean rozaduras y eccemas en la parte posterior de la oreja.

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¿Qué crema debo usar si ya tengo una herida?

Si ya tienes una herida entonces lo mejor es usar una crema que reduzca la inflamación. Lo primero que se generará será un roce que posteriormente se puede convertir en un eccema. Por lo tanto, cualquier crema antiinflamatoria que lleve corticoides debería poder combatir con las heridas. Si se ha producido un eccema entonces deberemos tomarlo durante el menos una semana hasta que desaparezcan las rozaduras y el dolor. Otra opción es utilizar vaselina para que las cintas no nos rocen y simplemente se deslicen.

También puede ocurrir que nos aparezcan granos ya que no hay una adecuada ventilación en toda la zona que tapa la mascarilla. En estos casos es conveniente que renovemos las mascarillas lo máximo posible para no dar tiempo a que se generen bacterias. Si continúa el problema es bueno acudir al médico para que nos pueda guiar sobre lo que ocurre y dar algún tratamiento. Algo que podemos hacer mientras estamos en la ducha es utilizar un gel facial exfoliante que nos sirve para eliminar toda la suciedad que se ha acumulado durante el día en la cara. Esto hará que cuando nos pongamos la mascarilla los poros no estén ya obstruidos y así podamos evitar que aumente la aparición de los granos. Otra cuestión a tener en cuenta es evitar echarnos crema solar debajo de la mascarilla.

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