El «burnout» es un problema: consejos para no quemarte en el trabajo

Por algún motivo nos encanta ponerle nombres a inglés a las cosas. El famoso “burnout”, por ejemplo, es el “quemarse” en castellano de toda la vida. Se habla de eso, de “burnout” o de “quemarse” cuando un trabajo nos estresa, nos abruma y nos procura más angustias que satisfacciones. Es un problema más común de lo que nos pensamos, pues no todo el mundo tiene la suerte de trabajar en un lugar en el que se siente feliz y valorado.

El burnout tiene, como es evidente, efectos negativos en la salud a corto y a largo plazo. No en vano, este mismo año ha sido añadido a la lista de diagnósticos médicos de la Organización Mundial de la Salud. Según explica David Ballard, director de la prestigiosa American Psychological Association, el burnout se genera cuando hacemos frente a una situación de estrés crónica y prolongada. Los efectos de esta situación son altamente dañinos para todo el organismo y sus repercusiones podrían llegar a ser bastante graves.

Cuidado con las horas extra

Burnout

Para que los empresarios sean capaces de hacer eso, tienen que ser capaces de prestar y seguir varios consejos. Por ejemplo, deben ser sensibles en lo que respecta a las horas extra y la sobrecarga de trabajo. Puede haber días puntuales en los que no quede más remedio que hacer horas de más, pero eso no puede convertirse en una rutina por sistema.

Pero eso también sirve para los trabajadores adictos a las horas extra. “Imponerte a ti mismo trabajar de más está bien para algunos días. Pero, después de un tiempo, empieza a ser una práctica contraproducente. Afecta a la salud del trabajador y también a su rendimiento, que baja de forma consideable”, dice Leigh Stringer, psicólogo especializado en el mundo del trabajo.