Cómo hacer una tarta de queso sin horno

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La tarta de queso es sin duda uno de los postres más clásicos de nuestra gastronomía, de hecho no hay solo una tarta de queso sino muchas y a cada cocinero le gusta darle su toque personal.

Las hay que se elaboran en el horno, pero otras como las que os traemos hoy ni siquiera tienen que dar este paso, son refrigeradas y se caracterizan por ser tartas muy ligeras.

Lo único que está claro es que el ingrediente principal tiene que ser el queso. Pero evidentemente hay muchas clases de quesos, así que podemos elaborar nuestras tartas con requesón, queso quark, queso crema, azul, ricota, Idiazábal, Gruyere, etc. Imaginaos la cantidad de sabores diferentes que solo con este ingrediente base podemos obtener de la tarta de queso.

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La tarta de queso de oreo

Una de las recetas que más están llamando la atención últimamente es una variante de la tarta de queso que emplea galletas oreo, su textura es muy suave y tiene un excelente sabor.

Ingredientes

Para la base:

  • 100 g de mantequilla
  • 1 paquete de galletas Oreo
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla
  • 1 taza de azúcar
  • 3 sobres de gelatina neutra
  • 1 taza de agua fría

Para el relleno:

  • 380 g de queso en crema
  • 2 tazas de azúcar
  • 1 y 1/4 de taza de leche
  • 1 y 1/4 de taza de nata en crema
  • 1/2 cucharadita de esencia de vainilla

Elaboración:

Cómo Hacer Una Tarta De Queso Sin Horno

La preparación de la base es similar a la de la receta anterior, solo que en lugar de galletas maría utilizamos las oreo.

Después tenemos que disolver tres sobres de gelatina neutra en un vaso de agua fría y calentarla en el microondas durante un minuto y medio. Lo reservamos.

A continuación, batimos con ayuda de la batidora el queso crema, la nata, la leche, el azúcar el extracto de vainilla, durante dos minutos, hasta que todo quede bien mezclado. Después, añadimos a la mezcla la gelatina reservada y continuamos batiendo dos minutos más.

Retiramos el molde de la nevera  y vertemos sobre la base la mezcla de queso que hemos preparado para el relleno.

Cuando el relleno se haya solidificado un poco en el frigorífico, es el momento de decorar con las galletas Oreo en trozos. También puedes decorar esta tarta de queso sin horno con sirope de fresa o de chocolate, añadir frutos rojos o mermelada de arándanos a gusto.

Volvemos a colocar la tarta en el frigorífico y la dejamos durante unas cuatro o cinco horas para que se cuaje. Pasado el tiempo podemos decorarla a nuestro gusto y desmoldarla para servir.

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