La curiosa vida del Toro de Osborne, que acabó como imagen de una generación

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Seguro que en uno de tus viajes a tu destino de vacaciones has visto la silueta de un toro en lo alto de un monte. Tal vez nunca hayas visto ninguno pero te han hablado de él. ¡El Toro de Osborne! Un clásico español que forma parte de nuestras vidas, «algo muy nuestro», el icono de varias generaciones.

Con casi 75 años de historia, el Toro de Osborne ha sido, es y será un emblema y parte del entorno de la geografía española. Ha sido referencia la hora de situarnos en una determinada provincia y su presencia ha sido testigo de los kilómetros recorridos y los que aún nos quedaban hasta llegar a nuestro destino. Pero, ¿sabes de dónde viene su historia? ¿Sabías que el primero se ubicó en la carretera de Madrid-Burgos en el kilómetro 55?

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La polémica que casi nos deja sin él

Ver El Toro De Osborne Significaba, En Muchos Casos, Estar Cerca De Nuestro Destino. Foto: Grada.es

En el año 1988 se aprueba la Ley General de Carreteras y entre sus muchos decretos, se obliga a retirar todas las vallas publicitarias de las carreteras españolas. El Toro de Osborne corría peligro. Se abría así una polémica y un debate por la idea de tener que quitarlos. ¿A quién hacía daño? ¿Ocasionaba distracciones al volante? ¿Incitaba a consumir alcohol? En un principio, se obliga a retirar el nombre que estaba en el centro de la silueta. Pasan a quedar totalmente destinados a decorar el paisaje.

Hasta el director cineasta Bigas Lunas se ofreció para que, en el caso de ser retirados, comprarlos todos y crear un parque en Los Monegros para exponerlos. No hizo falta, porque en 1994, cuando el Reglamento General de Carreteras ordena que se proceda a la retirada del resto de Toros de Osborne que queden en el país, éste se echa a la calle y tras varios años de lucha, el Tribunal Supremo firmó en su sentencia que no se retiraran, alegando que eran un bien cultural para España.