Los alimentos más peligrosos que te mandarán directamente al cementerio

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Una de las necesidades imperiosas del ser humano y muy fácil de satisfacer es comer. Digo fácil, con el permiso de quienes les cuesta ganar el pan diario, porque para alimentarse solo es necesario abrir la boca e introducir lo que el individuo considera que es beneficioso para él. Haciendo un énfasis, existen personas que comen piedras, papel del baño, ladrillos; un hábito conocido como la pica. Pero no vinimos hablar de esto sino de los platillos peligrosos que al prepararlos son un manjar, una explosión a la boca, pero el no saberlos limpiar y cocinar de la manera adecuada puede ocasionar la muerte.

Es fácil preguntarse el porqué el ser humano se alimenta de algo que puede llevarlo a la muerte, ¿por qué comerlos entonces?, la respuesta quizá podría ser que son animales exóticos, difíciles de conseguir y preparar, ¿a quién no le atrae lo prohibido? y la respuesta más obvia es que realmente son un manjar si se sabe cocinar, ¡lo bueno que cueste!

Lo curioso del caso es que es necesario de un verdadero profesional para que los lleve al plato. A veces son años de entrenamiento porque hay zonas en el cuerpo de los animales que presentaremos a continuación en donde se alojan sustancias tóxicas y venenosas para el organismo humano.

Iremos en un orden descendente, del más peligroso al menos letal. A lo mejor ya habías comido algo de esto y probablemente estabas en riesgo de muerte. No esperemos más y comencemos.

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Cerebro de mono

cerebro

Sigue un animal muy querido en el mundo porque es sinónimo de comedia, gracia y humor, el mono. En su gran mayoría cuestiona el consumo de alguna parte del cuerpo de este animal. Se cree que en el continente asiático y africano se alimentan de los sesos del primate. No se sabe si en la actualidad lo practican. En China, para quien se atreva a degustar un mono, tendrá una pena de 10 años de cárcel.

Las consecuencias de comer el cerebro del animal, más parecido al ser humano, pueden ser daños severos en el cerebro, ¡qué loco!, el humano comiendo cerebro daña su propio cerebro! Exactamente la enfermedad se llama Creutzfeldt–JakobCreutzfeldt–Jakob

Cuenta la leyenda que los sesos del mono son servidos frescos, directamente del cráneo. Cierto o falso ocupa el segundo lugar. Vamos a la posición número tres