David Taverner, un ciudadano británico, voló un globo de helio a más de 33.000 kilómetros de altura junto con un reno de peluche enganchado a sus base y una cámara de vídeo.
Con su hazaña, según publica ‘The Independent‘, Taverner quiso enseñar a su hijo que cualquier cosa es posible si se pone el empeño y el esfuerzo para ello.
Con la ayuda de un ingeniero de vuelo, el padre envió una cámara y un reno de juguete a una altura que supera en tres veces el vuelo de los aviones comerciales., y creó un sorprendente efecto en el que parece que Papa Noel vuela alrededor del mundo para repartir sus regalos.