El Palacio de la Zarzuela enfrenta situaciones familiares bastante críticas y no solo se trata de Leonor, Letizia o la reina Sofía. Los problemas entre padre e hijo escalan y lo que parecía una tensión reprimida entre Felipe VI y Juan Carlos I, se eleva a un enfrentamiento público sin precedentes.
Problemas judiciales, polémicas y acusaciones cruzadas han hecho del fin de semana un caos interno en la monarquía española. Y en el centro del conflicto está, la reina Sofía, víctima colateral de una batalla familiar que amenaza con agrietar aún más las relaciones en la Casa Real.
Juan Carlos I: Un exmonarca sin frenos

Desde su exilio en Abu Dabi en 2020, Juan Carlos I mantiene un perfil discreto, pero en las últimas semanas ha roto esta faceta. Comencemos recordando que, interpuso una demanda contra Miguel Ángel Revilla, expresidente de Cantabria, argumentando calumnias después de sus declaraciones sobre supuestas comisiones ilegales.
Posteriormente, volvió a demandar a su ex amante, Corinna Larsen, señalándole de extorsión. Pero el golpe más impactante llega con el anuncio de sus memorias, un libro muy íntimo en el que, según fuentes cercanas a la Casa Real, revelará «detalles íntimos que podrían perjudicar gravemente la imagen de la familia».
El emérito, expulsado de la institución real por los escándalos de corrupción y sus relaciones extramatrimoniales, eligió una estrategia de confrontación. «Ya no tiene nada que perder», explican fuentes cercanas a EN Blau. «Su reputación está destruida, y esa libertad le permite actuar sin medir consecuencias».
Felipe VI defiende a su madre, la reina Sofía

Frente a las decisiones de su padre, Felipe VI ha tomado cartas en el asunto. Según informes de Vanitatis y El Confidencial, citadas por EN Blau, el rey mantuvo una conversación de confrontación con Juan Carlos I hace diez días, en dicha comunicación le exigió que detuviera sus acciones. Pero esta vez, los argumentos giraron en torno a la emérita, Sofía.
«Felipe le suplicó que parara por respeto a su madre», revelan a EN Blau. La reina Sofía, de 85 años, ha tolerado humillaciones públicas por las infidelidades de Juan Carlos I, a quien se le atribuyen por lo menos 5.000 amantes a lo largo de su vida —algunas conocidas, como Corinna Larsen—.
Sin embargo, el último año ha sido complicado para la emérita. «Sofía no come, no duerme y llora a diario», aseguró Pilar Eyre, biógrafa real. La escritora, conocida por su cercanía con los temas relacionados con la Casa Real, describió a Juan Carlos como «egoísta, egocéntrico y machista», palabras que hacen eco ahora.
Sofía ha sido víctima, por años, del descontrol de Juan Carlos I

Mientras los titulares se han centrado en los problemas evidentes entre Felipe VI y Juan Carlos I, Sofía lidia entre soledad, enfermedades y problemas familiares. Alejada casi del todo de la vida pública desde la abdicación de su esposo en 2014, la reina emérita es silenciosa, pero su entorno afirma que está «al borde del colapso».
«Ella siempre priorizó la corona por encima de todo, incluso de su felicidad», explica para EN Blau un amigo cercano a la familia real. «Pero estas últimas acciones de Juan Carlos son una puñalada trapera. No solo la humillan de nuevo, sino que ponen en riesgo la estabilidad emocional de alguien que ya ha dado todo por esta familia». El temor de Felipe VI, según confiesan allegados, es que la situación termine en una «tragedia silenciosa».
La batalla entre padre e hijo

Aparentemente, la discusión entre Felipe VI y Juan Carlos I, fue «dura, directa y sin edulcorantes». El rey habría señalado a su padre de actuar por «venganza» y de buscar afectar negativamente a la institución. Juan Carlos, por su parte, parece que le respondió con una frase radical: «Ya no tengo nada que perder, y estoy cansado de cargar con las culpas de todos», según indicó el medio citado.
Mientras Felipe sigue protegiendo el legado de la monarquía —y especialmente a su madre, Sofía—, Juan Carlos está decidido a contar su propia versión de su historia, aunque eso implique llevarse por delante a otros, incluso a familiares. Su demanda contra Corinna Larsen, revive el escándalo de las tarjetas ‘black’ y los viajes no autorizados por la Casa Real en jet privado, y además expone detalles íntimos de su relación, un tema que Sofía ha intentado manejar con discreción por años.