En un mercado saturado de productos procesados y alternativas light, encontrar un alimento tradicional que mantenga su esencia natural se ha convertido en un auténtico desafío. La mantequilla, ese ingrediente básico en nuestras cocinas, ha sido durante años objeto de debate por su alto contenido en grasas saturadas. Sin embargo, un reciente estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha puesto el foco en una marca que desafía todos los estereotipos: Únicla.
Esta mantequilla, disponible en El Corte Inglés, Alcampo e Hipercor por 5,49 euros los 250 gramos, no solo ha sido la única en recibir el aval de la OCU entre 63 variedades analizadas, sino que además ha sido galardonada con el International Taste Award, un reconocimiento que certifica su excelencia en sabor y calidad. Pero, ¿qué la hace realmente diferente?
El riguroso examen de la OCU que solo superó Únicla

La OCU lleva años analizando los productos de consumo con un criterio basado en la transparencia y la salud. En su último estudio sobre mantequillas, evaluó 63 marcas disponibles en los supermercados españoles, y los resultados fueron contundentes: la gran mayoría suspendió en cuanto a calidad nutricional. Altos niveles de grasas saturadas, exceso de sodio y presencia de aditivos fueron los principales motivos de descalificación.
Sin embargo, hubo una excepción. Únicla no solo aprobó, sino que se posicionó como la única mantequilla saludable del mercado. Según el informe de la OCU, su composición natural, su bajo contenido en sal y su perfil lipídico equilibrado la convierten en una opción recomendable incluso para quienes vigilan su alimentación.
Los secretos detrás de una mantequilla diferente

Lo primero que llama la atención de Únicla es su transparencia. Mientras muchas marcas ocultan detrás de términos técnicos la presencia de emulsionantes o conservantes, esta mantequilla se elabora con solo dos ingredientes: nata de leche pasteurizada y fermentos lácticos. Nada más.
Pero su pureza no es lo único destacable, según la OCU. La leche utilizada proviene de vacas criadas en granjas con certificación en bienestar animal, donde se prioriza una alimentación natural y condiciones de vida óptimas. Este compromiso ético no solo repercute en la calidad del producto, sino también en su sabor: una textura cremosa y un perfil gustativo limpio, sin regustos artificiales.
Otro aspecto que la diferencia es su bajo contenido en sodio (0,1%), muy por debajo del estándar del sector, lo que la hace apta para personas con hipertensión o quienes simplemente buscan reducir la sal en su dieta. Además, su perfil de ácidos grasos incluye omega-3 y omega-6, nutrientes esenciales para el sistema cardiovascular y cognitivo.
Dónde encontrarla y por qué su precio es una inversión

Aunque 5,49 euros por 250 gramos puede parecer un precio elevado comparado con las mantequillas convencionales, hay que entender qué justifica esta diferencia. En primer lugar, su proceso de producción es más artesanal y cuidadoso, evitando atajos industriales que abaratan costes pero merman calidad.
En segundo lugar, su distribución es selectiva. No está presente en todos los supermercados, sino en establecimientos como El Corte Inglés, Alcampo e Hipercor, lo que garantiza una mejor conservación y un trato más especializado. Por último, su certificación en bienestar animal y su ausencia de aditivos encarecen ligeramente el producto, pero lo convierten en una opción consciente y responsable.
Más allá del aval de la OCU, Únicla ha recibido el International Taste Award, un premio otorgado por chefs y sommeliers que evalúan productos gourmet bajo criterios de sabor, textura y calidad. Este galardón no hace más que reforzar lo que los consumidores ya han descubierto: que se trata de una mantequilla que trasciende lo convencional.
Mantequilla y salud: ¿realmente son incompatibles?

Durante décadas, la mantequilla ha sido señalada como un alimento a evitar en dietas equilibradas. Sin embargo, nutricionistas y expertos en alimentación coinciden en que el problema no es el producto en sí, sino la cantidad y la calidad del mismo.
El aceite de oliva virgen extra sigue siendo, sin duda, la grasa más recomendable para cocinar y aliñar. Pero para quienes no quieren renunciar al placer de una tostada con mantequilla o necesitan este ingrediente para repostería, Únicla se presenta como la mejor alternativa. Su perfil lipídico, su bajo contenido en sal y su ausencia de aditivos la convierten en una opción ocasional perfectamente integrable en una dieta saludable.
Conclusión: Un lujo que merece la pena

Únicla ha demostrado que es posible disfrutar de la mantequilla sin renunciar a una alimentación equilibrada. Su composición natural, libre de aditivos y con un perfil nutricional cuidado, ha sido clave para obtener el respaldo de la OCU y el reconocimiento internacional. Esta combinación la convierte en una opción revolucionaria frente a las alternativas tradicionales del mercado.
Más allá del sabor, esta mantequilla apuesta por valores esenciales: bienestar animal, sostenibilidad y transparencia. Su elaboración cuidadosa y ética justifica el precio ligeramente superior, ofreciendo al consumidor un producto gourmet que también cuida su salud. Es, en definitiva, una mantequilla que responde a las exigencias del consumidor consciente de hoy.
Para quienes buscan calidad sin comprometer la salud, Únicla es una inversión segura. Su presencia en cadenas selectas garantiza su frescura y exclusividad. Frente a la saturación de productos ultraprocesados, este ejemplo demuestra que lo tradicional, cuando se hace bien, puede ser la mejor opción. Únicla no solo alimenta, también inspira un cambio en la manera de consumir.