A la hora de llenar el carro de la compra, millones de españoles confían cada día en Mercadona. La cadena valenciana no solo lidera el mercado por su amplia oferta y buenos precios, sino también por su capacidad de responder con claridad y cercanía a las inquietudes de sus clientes. Esta vez, ha resuelto una duda muy habitual que hasta ahora pocos sabían responder con certeza: ¿qué función cumplen las almohadillas absorbentes que vienen en las bandejas de carne?
Aunque parecen un simple complemento del envase, estas pequeñas almohadillas esconden una función clave en la conservación y seguridad alimentaria. Pero, como ocurre en muchos hogares, lo que no se sabe puede jugar en contra. Por eso, Mercadona ha querido aclararlo de manera definitiva, y de paso, dar una serie de consejos sobre la manipulación, conservación y diferencias entre tipos de carne.
Mercadona responde: ¿Qué son esas almohadillas bajo la carne?

A través de su canal de atención al cliente, disponible tanto en tiendas como en su página web, Mercadona ha lanzado una explicación clara y directa sobre el uso de las almohadillas absorbentes que suelen encontrarse en sus bandejas de pollo, cerdo o ternera. Y lo primero que aclara es que no son un accesorio sin importancia, sino un componente fundamental en el mantenimiento de la frescura del producto.
Estas almohadillas están elaboradas con celulosa, un material apto para el contacto con alimentos, cuya función es absorber el líquido que la carne suelta naturalmente durante su almacenamiento. Este líquido, si no se controla, puede convertirse en un caldo de cultivo para bacterias no deseadas. Así, la presencia de la almohadilla contribuye a reducir la humedad en el envase, manteniendo la carne más seca, fresca y segura.
Sin embargo, Mercadona también advierte sobre un error frecuente: cocinar la carne sin retirar la almohadilla. En caso de que esto ocurra por descuido, el producto no debe consumirse bajo ningún concepto. Al someterse a altas temperaturas, estas almohadillas pueden liberar sustancias que comprometen la seguridad del alimento y afectan negativamente su sabor y calidad.
Un detalle que puede marcar la diferencia en tu salud

Este tipo de advertencias no siempre llegan a los consumidores. En muchas ocasiones, las almohadillas pasan desapercibidas, e incluso hay quienes han cocinado la carne directamente desde la bandeja sin saber que estaban poniendo en riesgo su salud. La iniciativa de Mercadona de explicarlo de forma tan accesible refleja su compromiso con la información al consumidor, algo que cada vez valoran más los compradores.
Además, no se trata de una práctica exclusiva de Mercadona. Estas almohadillas están presentes en casi todas las bandejas de carne que encontramos en supermercados, pero pocas veces se ha hecho pública su función o los riesgos que implica no usarlas correctamente.
La claridad con la que la cadena valenciana ha abordado esta cuestión ha sido celebrada por muchos de sus “Jefes” (como denomina internamente a sus clientes). En un escenario donde la confianza en los productos es clave, la transparencia en temas de seguridad alimentaria es uno de los pilares que mantiene a Mercadona en la cima del sector.
Carne fresca, pollo certificado y otras preguntas que Mercadona ya respondió

La carne es, sin dudas, uno de los productos estrella en Mercadona. Cada día, miles de bandejas de pollo, ternera o cerdo salen de sus frigoríficos rumbo a las mesas de sus clientes. Por ello, no sorprende que las dudas sobre estos productos sean recurrentes.
Una de las consultas más repetidas en el canal de atención al cliente ha sido: ¿qué diferencia hay entre el pollo certificado y el convencional?. Según explica Mercadona, el pollo certificado proviene de razas de crecimiento lento, lo que significa que necesita más tiempo para alcanzar el tamaño adecuado. Esta característica no solo mejora la textura de la carne, sino que también le confiere un sabor más intenso y distintivo, algo que muchos consumidores ya han comenzado a valorar.
Otro punto clave es el bienestar animal. El pollo certificado se cría en espacios con menor densidad, lo que reduce el estrés de las aves y mejora su estado de salud general. Además, su alimentación está basada en piensos 100% vegetales, con al menos un 50% de maíz, lo que le otorga su reconocible tono amarillento y una calidad superior.
¿Se puede congelar la carne en su envase original?

Otra duda que se repite en foros, redes sociales y consultas directas a los trabajadores de Mercadona es si es seguro congelar la carne directamente en las bandejas en las que se vende. La cadena ha querido despejar esta incógnita y, como es habitual, ha ofrecido una respuesta completa.
La respuesta es que sí, se puede congelar la carne en las bandejas originales, ya que están diseñadas para preservar alimentos. No obstante, Mercadona recomienda una alternativa mejor: transferir la carne a bolsas de congelación específicas o recipientes herméticos aptos para congelador. Este pequeño cambio mejora significativamente la conservación del producto y evita la aparición de escarcha o quemaduras por frío.
El compromiso de Mercadona va más allá del mostrador

A diferencia de otras cadenas, Mercadona no se limita a vender carne de buena calidad. Su compromiso se extiende a ofrecer herramientas, consejos y educación alimentaria para que sus clientes puedan tomar decisiones más informadas y seguras.
Esto incluye desde guías de conservación, diferencias entre productos, fechas de caducidad, hasta advertencias sobre manipulaciones incorrectas, como la que motivó este artículo. Todo está disponible de forma sencilla, accesible y clara en su página web, y también a través del personal de tienda.
Este enfoque, centrado en el cuidado integral del consumidor, es uno de los muchos motivos por los que Mercadona continúa liderando las preferencias del público español. Porque no solo importa lo que comemos, sino cómo lo manipulamos, cocinamos y conservamos.
Conclusión: una cadena que se preocupa también por lo que no se ve

Mientras otros se centran en promociones y descuentos, Mercadona construye confianza informando, explicando, resolviendo dudas cotidianas que tienen impacto real en la vida diaria de sus clientes.
Saber que esas almohadillas no deben cocinarse no solo puede evitar un mal plato: puede evitar un problema de salud. Conocer la diferencia entre un pollo certificado y uno convencional no solo marca una diferencia en el sabor, sino en el impacto ambiental y ético de nuestra compra.
















































































