En cuestión de días, un nuevo plato preparado de Mercadona ha logrado lo impensado: convertirse en un fenómeno viral sin necesidad de campañas agresivas ni spots televisivos. Su secreto no está en la estrategia, sino en el sabor, la textura y un precio que sorprende. Se trata de las patatas fritas con carne estilo kebab de Hacendado, una propuesta sencilla que ha conquistado el paladar de miles de consumidores.
Por solo 3,50 euros, esta ración de 370 gramos lista para calentar y servir se ha ganado el aplauso generalizado en redes sociales y foros gastronómicos. Un éxito que no es casual y que responde a una estrategia bien pensada por parte de la cadena de supermercados líder en España. A continuación, exploramos en profundidad qué hace tan especial este producto, por qué ha logrado enamorar al público y cómo encaja en la renovada apuesta de Mercadona por los platos preparados de calidad.
Mercadona y una propuesta sencilla que da en el clavo

Hay productos que triunfan por complejos, y otros que lo hacen por todo lo contrario. El nuevo plato de Mercadona, una combinación de patatas fritas, carne de kebab y una salsa suave, pertenece al segundo grupo. No busca reinventar la cocina ni sorprender con ingredientes exóticos, sino ofrecer una experiencia reconocible, fácil y sabrosa. Y lo logra con creces.
Lo más llamativo es su textura: las patatas, a pesar de pasar por microondas, mantienen un punto crujiente que muchos consumidores han descrito como “milagroso”. La carne, por su parte, viene perfectamente condimentada al estilo tradicional del kebab, con ese toque especiado y jugoso que recuerda a la comida callejera de las grandes ciudades. Todo ello coronado por una salsa cremosa que equilibra sabores sin resultar pesada.
La preparación no puede ser más sencilla: apenas cinco minutos en el microondas, sin necesidad de platos adicionales ni aderezos. En una época en la que el tiempo escasea y las prisas mandan, esa facilidad de uso ha sido clave para ganarse a un público exigente pero práctico.
¿Por qué ha triunfado este plato? Las claves del éxito

El éxito de este plato no responde solo a su sabor. Hay una serie de elementos que, combinados, explican por qué se ha convertido en uno de los productos estrella de Mercadona en tan poco tiempo. Estas son las principales razones:
- Comodidad total: Estamos ante un plato que no requiere preparación, ni planificación. Basta con abrir, calentar y disfrutar. Ideal para estudiantes, trabajadores sin tiempo, o cualquier persona que necesite una comida rápida sin renunciar al sabor.
- Sabor internacional: Inspirado en la comida rápida de tipo kebab, conecta directamente con una generación que valora las propuestas cosmopolitas y con un guiño a la gastronomía urbana. Esa familiaridad lo hace aún más atractivo.
- Precio competitivo: En tiempos de inflación y ajustes, pagar 3,50 euros por una comida completa y saciante es, sin duda, un acierto.
- Ración generosa: Con 370 gramos, el plato no escatima en cantidad. Muchos lo consideran suficiente incluso como plato único en una comida principal.
- Efecto boca a boca: La viralidad en redes ha hecho su parte. Decenas de publicaciones en TikTok, X (antes Twitter) y Facebook celebran su sabor con frases como “me ha salvado la cena” o “no esperaba tanto por ese precio”.
Mercadona y su nueva estrategia de platos preparados

Este lanzamiento no es una excepción dentro de la estrategia comercial de Mercadona, sino parte de una tendencia clara: la apuesta decidida por los platos preparados internacionales. Durante los últimos años, la cadena ha ido incorporando a su catálogo propuestas que permiten viajar con el paladar sin salir de casa. Desde noodles asiáticos hasta pastas italianas, pasando por curry, gyozas y ahora esta versión del clásico kebab.
La filosofía detrás de este giro está clara: adaptarse al ritmo de vida actual. Muchas personas ya no cocinan a diario, pero eso no significa que estén dispuestas a comer mal. Ahí es donde Mercadona ha sabido detectar una necesidad no cubierta: ofrecer platos listos para comer que no solo sean prácticos, sino también sabrosos y, sobre todo, económicos.
En ese sentido, el éxito de las patatas con carne estilo kebab no es una casualidad, sino una muestra más de que la compañía valenciana conoce a su clientela y se anticipa a sus gustos. La incorporación de este tipo de productos también responde a una visión global, ya que el plato está disponible tanto en tiendas de España como de Portugal.
¿Un sustituto real al delivery?

Muchos consumidores que han probado este nuevo plato preparado se han hecho la misma pregunta: ¿realmente puede competir con el kebab de tu restaurante habitual? La respuesta es matizada. Si bien no reemplaza la experiencia completa de comer en un local especializado, sí ofrece una versión sorprendentemente lograda para tratarse de un producto refrigerado.
El punto fuerte, una vez más, es la practicidad. Mientras que pedir comida a domicilio puede implicar esperas de más de 40 minutos, gastos de envío y precios más elevados, este plato de Mercadona garantiza una solución inmediata. En cinco minutos está listo, cuesta menos de la mitad que un kebab de restaurante y no requiere ni propina ni desplazamientos.
En catas informales realizadas por consumidores y compartidas en redes, muchos han afirmado que “le da mil vueltas a algunos kebabs de locales de barrio”, mientras que otros señalan que la carne tiene un sabor “más limpio” y la salsa no empalaga. Sin duda, una alternativa más que válida para quienes quieren darse un capricho sin gastar de más ni esperar demasiado.
Una tendencia que va más allá de un solo producto

Más allá del éxito puntual de este lanzamiento, hay algo que empieza a quedar claro: Mercadona ha sabido reinventar su línea de platos preparados, alejándose de los estigmas que durante años arrastraron este tipo de productos. Hoy, los consumidores ya no ven estas opciones como “comida de emergencia”, sino como verdaderas alternativas para su día a día.
La calidad, la variedad de sabores y el enfoque en ingredientes reconocibles están ayudando a cambiar esa percepción. Las nuevas generaciones, menos apegadas a la cocina tradicional y con rutinas más cambiantes, han encontrado en estas propuestas una forma de alimentarse bien sin complicaciones.